Magallanes podría producir más de 100.000 toneladas al 2020

Por entonces, la profundización en materias de investigación científica y de la capacidad de carga por área geográfica, como también respecto del cumplimiento de normativas medioambientales y el desarrollo de nuevas tecnologías, se tornaron claves para comenzar a esbozar en el sector, lineamientos que permitan lograr un crecimiento sostenido y sustentable en esta actividad.

Según lo publicado en La Prensa Austral, estos y otros puntos fueron expuestos en un encuentro que sostuvo el seremi de Economía, Paul Gnadt, con algunos representantes del rubro productivo salmonicultor local, a quienes se sumó la presencia del seremi de Minería, Manuel Aravena Drummond; de Transportes, Gabriel Muñoz; y el director regional de Corfo, Roberto Vargas, entre otros.

Eje de desarrollo

La cita destacó entre otros puntos a la industria acuícola como uno de los ejes importantes de desarrollo de la Región de Magallanes, encabezada en la actualidad por las empresas Nova Austral, Salmones Magallanes, Cermaq y Australis Mar, a las que se sumaría Blumar a fines del 2017.

El optimismo es grande ya que, a modo de referencia, el sector alcanzó una cosecha de 35.000 toneladas durante el 2014, con ventas que superaron los US$ 135 millones, quedando alrededor de US$ 70 millones en la zona por concepto de sueldos, pago a proveedores y prestadores de servicios. Este número aumentó durante el 2015, ya que las cosechas llegaron a las 48.000 toneladas, significando esto un 40% más que el año anterior y traduciéndose en ventas que bordearon los US$ 180 millones.

Por estos números favorables, no es de extrañar entonces que por sí misma, la industria genera al día de hoy más de 1.800 empleos directos y sobre 3.000 empleos indirectos, representando a su vez, un 7% el PIB local, ubicándose en segundo lugar después de la minería, a la vez que está en primer lugar según el índice de desempleo, siendo el factor más relevante en disminuir el desempleo femenino, de acuerdo con el último informe del trimestre móvil septiembre 2014 y enero 2015 del INE.

Con estas señales, Gnadt se mostró optimista. “La única región que tiene posibilidades de crecer grandemente en el tema salmonicultor, es Magallanes. Todos los ojos están puestos acá, pero tenemos que ser responsables con las dudas y expectativas, respecto de qué forma y en qué tiempo crecemos”, dijo.

En la misma línea, el gerente zonal de la empresa Australis, en Magallanes, Adriano Cabrini, destacó que todos los organismos, tanto de Medio Ambiente, de Salud y Economía -por nombrar algunos-, buscan consolidar en este rubro una producción sustentable. “Se están viendo las proyecciones y se ven prometedoras para la industria en cuanto a precio, ya hemos tenido un alza de US$ 1,20 y se espera que suba un poco más”, planteó.

Altas expectativas

En este contexto, cabe mencionar que para el 2015, el sector proyectaba en la región una cosecha 70.000 toneladas y retornos esperados de US$ 260 millones. En tanto, para el 2020 se espera superar las 100.000 toneladas de producción, con retornos aproximados por US$ 380 millones, alcanzando incluso un 15% de lo logrado a nivel nacional. De esta manera, las expectativas de inversión arrojan que a cinco años se podrían superar los US$ 200 millones en activos fijos. Y como todo está relacionado, tal incremento irá en paralelo al incremento en la cantidad de empleos, los que a 2020 podrían llegar a las 2.800 personas con contrato directo y a las 6.000 en los de tipo indirecto.

Nuevos rumbos

Por ello, el presidente del Consejo del Programa Estratégico del Salmón, Carlos Wurmann, enfatizó que se debe cuidar este rubro. “Y nosotros como programa vamos a proponer que se haga un estudio científico que permita conocer la capacidad (volumen) que puede tener la industria, para emplazarse -más adelante- en determinados cuerpos de agua, como podría ser en Seno Skyring, entre otros lugares”.

Así también, enfatizó que junto al hecho de pensar en una mejor salmonicultura, están dadas las condiciones para crear un ‘centro de pensamiento y desarrollo tecnológico’ que proyecte a la región en el tiempo. “Si uno se imagina la región a 30 años plazo, ésta debería estar produciendo erizo, centolla, congrios, bacalao de profundidad, que son las de más valor que tiene el mar chileno. Y da la casualidad que todas ellas se radican en la zona. “Nuestro sueño es transformar esta zona en un polo de desarrollo fantástico para la acuicultura mundial”.