Sindicato solicita mayor fiscalización a protocolos de empresas contratistas de buceo

Durante la temporada estival, se registraron dos lamentables hechos, consistentes en el fallecimiento de dos buzos, quienes trabajaban en las empresas contratistas Primes y Passub, las cuales prestaban servicios a Salmones Blumar y a AquaChile, respectivamente, al momento de los accidentes.

En ambos casos, según las investigaciones llevadas adelante por las autoridades competentes, se trataron de complicaciones derivadas de sus labores en los centros de cultivo, como por ejemplo asfixia por sumersión y dificultades originadas por el mal de presión.

Sobre estas situaciones en particular y la situación en general que experimentan los buzos en sus labores para la salmonicultura, el presidente de la asociación gremial de buzos, Pro Buceo Chile AG, Cristian Díaz, señaló que “por un lado, está el tema de la mala fiscalización, también percibimos que toda la documentación que hoy se firma, se firma sin dar mayor conocimiento, o sin que el supervisor de buceo tenga mayor conocimiento de lo que está firmando”.

“En esa base -agregó el dirigente- hacemos hincapié en que las capacitaciones no tienen que ser solamente exigidas hacia los buzos; hoy lo que estamos conversando en reuniones con SalmonChile, el Gobierno Regional, o Seremi de Salud,  es que las capacitaciones tienen que ser de forma global, sean jefes de centro, contratistas, capacitación al supervisor de buceo y también al buzo”.

Díaz expuso sobre este punto que “se tiene que fomentar una norma de que la capacitación tiene que ser generalizada para el rubro, entonces trabajar desde ese base para que el tema de la accidentabilidad comience a disminuir, que es lo que hoy todos queremos”.

Fiscalización eficiente

Por su parte, el abogado asesor de la organización, Miguel Klenner, expresó que “considero que es necesario fortalecer a los organismos competentes para que efectúen una fiscalización adecuada, que vaya más allá de la documentación del cumplimiento de los protocolos”.

“Los protocolos que existen desde ya permitirían hacer una mejora sustancial, disminuyendo considerablemente la tasa de accidentabilidad, si es que hubiera fortalecimiento en su fiscalización, y no solo la que tienen que realizar los organismos competentes: la Armada, la Inspección del Trabajo y el Ministerio de Salud, sino que además la fiscalización que tiene que ejecutar la empresa principal de las contratistas”, agregó al respecto Klenner.

De hecho, explicó el profesional, “la misma empresa tiene responsabilidad directa, de acuerdo al Artículo 183-E del Código del Trabajo, de supervigilar el cumplimiento de sus protocolos de manera eficiente sobre las empresas contratistas, porque muchas veces la empresa principal exige cargas de trabajo que son mucho más grandes que las que el buzo puede abarcar en su turno”.

Por último, y sobre este punto el abogado manifestó que “en la práctica, la sobrecarga de trabajo hace que ellos tengan que bajar más de 20 metros, estén mas tiempo del que corresponde sumergidos, suben súper rápido, arriba hacen sobrecarga de trabajo y la empresa mandante no tiene gran responsabilidad”.