Evalúan impacto de distintas proporciones de ácidos grasos en dietas acuícolas
Noruega: ¿Cómo las distintas proporciones de EPA y DHA en la dieta afectan la salud y el bienestar del salmón Atlántico? Científicos sugieren que esta proporción podría ser fundamental para los peces.
Los salmónidos deben recibir un suministro equilibrado de ácidos grasos esenciales a través de la alimentación durante todo el ciclo de vida para satisfacer sus demandas fisiológicas y garantizar su salud y bienestar.
Este equilibrio de ácidos grasos poliinsaturados también es necesario para producir filetes de alta calidad con niveles adecuados de omega 3 y 6 que son requeridos por los consumidores y que respaldan la salud y nutrición humana.
Según científicos del Instituto de investigaciones Marinas, la Universidad de Ciencias de la Vida, ambos de Noruega, y de las empresas DSM y Veramaris, el papel de los ácidos grasos en la nutrición de salmónidos ha sido bien estudiado, sin embargo aún faltan pautas claras que definan las proporciones adecuadas de EPA:DHA en la dieta.
En base a esta interrogante, realizaron un estudio con el objetivo específico de evaluar el impacto de diferentes proporciones de EPA:DHA (0,1, 0,5 y 1,0) sobre la salud (respuesta a la vacunación, prevalencia de heridas en la piel), el bienestar y el rendimiento del crecimiento de salmones Atlántico.
Aunque los resultados no mostraron diferencias significativas en el desempeño de los peces alimentados con diferentes dietas durante las primeras ocho semanas, ni en las siguientes tres semanas posteriores a la vacunación, la composición de ácidos grasos en el músculo y riñón anterior sí estuvieron influenciados por la dieta. Esto sugiere, como explican los autores, que la proporción de EPA y DHA “podría ser crucial para la salud y el bienestar del salmón Atlántico”.
“El perfil de ácidos grasos del músculo blanco también se vio significativamente afectado por la dieta, con resultados contrastantes para EPA y DHA; el contenido de EPA fue mayor en peces alimentados con las dietas con proporciones más altas de EPA:DHA y los niveles de DHA fueron significativamente más altos (alcanzando un máximo del 16 % del grupo total de ácidos grasos) cuando los peces recibieron la dieta con la proporción más baja de EPA:DHA (0,15)”, señalaron los investigadores.
Además, el grupos alimentado con la dieta con la proporción más alta de EPA:DHA mostró un menor número de peces con heridas al final del estudio posterior a la vacunación, y a pesar de que la diferencia no fue estadísticamente significativa, dado el severo impacto de los peces heridos en la salmonicultura, los expertos plantearon que la sustitución parcial con aceite de microalgas contribuyó a mejorar la salud y el bienestar general de los peces.
“Este enfoque crea la oportunidad de aumentar la productividad de los cultivos acuícolas y fomentar un crecimiento más sostenible de la industria de la acuicultura”, concluyeron los científicos.
Lea el abstract del estudio titulado “The impact of varying EPA:DHA ratio on Atlantic salmon health and welfare”, aquí.