Director nacional de Sernapesca, Claudio Báez. Foto: Sernapesca.

"Hay empresas acuícolas que nos obligan a fiscalizarlas con mayor intensidad"

Chile: El director nacional de Sernapesca afirma que hoy, con la fiscalización remota, cada vez están siendo menos dependientes del traslado en embarcaciones de las salmonicultoras a centros de cultivo.

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“La sustentabilidad y el crecimiento del sector productos del mar no es única y exclusivamente responsabilidad de Sernapesca, es del Servicio, de los regulados, de la ciudadanía, de todos. Todos tenemos que estar comprometidos con la economía, con la sustentabilidad, con el cuidado de nuestros recursos”, afirma en entrevista con Salmonexpert, Claudio Báez, el director nacional de ese organismo.

Respecto de su gestión al frente del Servicio, cuenta que está buscando introducir mayor tecnología, como sistemas de visión nocturna, drones, vigilancia de dispositivos de registro de imágenes, un monitoreo satelital mucho más intenso o la incorporación de mayor inteligencia artificial para observar lo que ocurre en el fondo marino y “tener una fiscalización mucho más eficiente, más certera, con una mejor utilización de los recursos fiscales”.

Un foco que de paso permite minimizar el impacto de la falta de recursos como lanchas, cuestión que se les ha criticado, porque incluso los ha obligado a pedir a las empresas fiscalizadas que los trasladen a los centros para cumplir sus funciones, “hoy con la fiscalización remota, cada vez nos estamos haciendo menos dependientes de ese traslado”, porque “al tener esa percepción remota, con sistemas en línea, permite detectar en forma oportuna hechos anómalos, atípicos en los sistemas”.

“Las imágenes rápidamente dejan en evidencia algunas conductas”, “más allá de que nos transporten o no”, “si como director quisiera tenerlo, claro, pero hoy día no es absolutamente esencial que tenga una embarcación”, pensando también en lo que implica mantener naves de la categoría que se requiere para poder circular por las aguas de regiones como las australes, “no es cualquier embarcación”, explica Báez.

Y agrega que “lo que hace dos o tres años era impensado, no ir a un centro de cultivo de salmones para fiscalizar, hoy día podemos hacer algunas actividades en línea, vía percepción remota… hay todo un trabajo ahí con las universidades”, que está mostrando resultados prácticos, además de iniciativas locales en el propio Servicio.

Respecto de las dotaciones, afirma que el proceso de modernización del Servicio incluyó la contratación de más de 200 inspectores de certificación y hay regiones en las que se está llegando a la inspección y certificación oficial de Sernapesca respecto del 95% de lo que se extrae del mar chileno. En otras regiones, con mayor dispersión, como Los Lagos, con volúmenes también distintos, se está en un nivel de 55% a 58%, “pero hay que considerar que, en términos generales, pasamos de una situación donde teníamos una empresa externa privada que hacía la certificación, a hoy día, con una certificación que está hecha por personal del Estado, que está en una muy buena cobertura”.

“Como director uno siempre quisiera tener más, pero yo creo que estamos en un punto, no diría restringido, sino que más bien nos ha obligado a tener que priorizar algunas actividades” y también mirar la fiscalización desde la perspectiva de los criterios de riesgo, apunta. “Nuestros regulados, no todos se portan igual, hay algunos en que uno efectivamente puede tener niveles de confianza un poco mayor y la inspección pudiera ser eventualmente más distanciada, efectuada por vías remotas (…) y hay otros fiscalizados que efectivamente los tenemos que tener un poco más controlados”.

“Más que recurrir a la necesidad de personal es cómo nos replanteamos y logramos tener indicadores de riesgo que sean más eficientes, más certeros y algo más importante, que nos permita tener menores niveles de incertidumbre”, recalca el director nacional de Sernapesca.

Báez agrega que además del autocontrol y las mejoras que han ido incorporando las empresas, algunas son “tremendamente cumplidoras y muchas veces no necesitan una fiscalización férrea, exhaustiva (…)  y otras que nos obligan a (…) fiscalizarlas con mayor intensidad”, hay un tema de control social muy importante.

“Probablemente la industria acuícola, no me atrevería a decir en qué nivel, pero probablemente es una industria que hoy está muy sometida al control social, a la pesquisa social. Hay que recordar todo lo qué efectos ambientales que hemos tenido de la industria acuícola y que probablemente hacen que toda la acuicultura se mire y toda la ciudadanía la mire, y Sernapesca los mire”.