Foto: Fenasiomechi.

“El déficit de dotaciones en la industria naviera tiene sus causas en la precarización”

Chile: Desde la Federación de Oficiales rechazaron propuestas de Armasur como incorporar personal extranjero en las tripulaciones de las embarcaciones y disminuir los requisitos de formación.

Publicado Última actualización

Recientemente, el presidente de Armasur, Héctor Henríquez, admitió a Salmonexpert que la falta de gente de mar en la industria naviera chilena “es un problema serio. Asociados y no asociados nos han manifestado que no han podido cumplir ciertos servicios por falta de dotación”.

Ante las propuestas reveladas por Armasur, desde la Federación Nacional de Sindicatos de Oficiales de Naves Mercantes y Especiales de Chile (Fenasiomechi), fijaron postura en Salmonexpert. “Las acciones que la Gremial de Armadores dice estar llevando adelante con la Autoridad Marítima, apuntan a disminuir los requisitos de formación para el personal embarcado, disminuir aún más las
dotaciones mínimas de seguridad e incorporar personal extranjero en las dotaciones de las naves, acciones cuyo único objetivo apuntan a disminuir los estándares mínimos legales que, de hecho, no son cumplidos en la actualidad”.

De acuerdo con Fenasiomechi, “el déficit de dotaciones en la industria naviera tiene sus causas en la precarización y arbitrariedad con que las empresas dirigen las condiciones de trabajo de la gente de mar, sus remuneraciones y la seguridad a bordo, agravado además por la ausencia de una efectiva fiscalización y corrección de conductas por parte de los organismos públicos mandatados por ley a tal función”.

“Son estas las verdaderas razones que han llevado al personal embarcado a emigrar ante las malas condiciones laborales, en naves viejas y obsoletas para el trabajo del transporte marítimo, las que en ningún caso podrían estar en servicio en países como Noruega, según lo menciona el presidente de Armasur”, afirman desde la Federación.

En tanto, argumentan en Fenasiomechi, “vivir en estas naves, con ruidos, vibraciones, trabajo diurno y nocturno, espacios reducidos, movimiento constante de la nave, es lo que genera que el trabajador necesite o merezca un mayor descanso, lo que sólo se ha logrado por intermedio de huelgas como ha ocurrido recientemente en las empresas Frasal, Transmarko, Patagonia Wellboat, Servicios Don Anestis, entre otras”.

“Declaraciones como las efectuadas por el Presidente de Armasur no hacen sino comprender por qué la Autoridad Marítima posterga la vigencia de la normativa para fijar Dotaciones Mínimas de Seguridad, y por qué se fijan las Dotaciones Mínimas de Seguridad sin mantener actualizadas las Escalas de Referencias, conforme lo dispone nuestra legislación y las resoluciones, recomendaciones y directrices de la Organización Marítima Internacional”, manifestaron desde la Federación.

Sostenibilidad 

La verdadera solución para la sostenibilidad de la industria naviera, según la Federación, “parte por cumplir con la regulación existente. Si quieren disponer de tripulaciones con buena formación, el Estado y las empresas debe invertir en recursos humanos para el futuro, con formación de excelencia y estándares internacionales a los que Chile se encuentra obligado”. 

“Mediante la presente declaración, hacemos una interpelación a la Autoridad Marítima para que exprese si es efectivo que están llevando adelante con los empresarios acciones cuyo objetivo es disminuir los estándares de formación del personal embarcado de la marina mercante nacional, si es efectivo que están abriendo la puerta para el ingreso de extranjeros a las tripulaciones y si piensan seguir disminuyendo las dotaciones mínimas de seguridad y postergando el cumplimiento normativo sobre estas materias”, apuntaron desde Fenasiomechi.

Por su parte, desde la Federación de Sindicatos Marítimos y Gente de Mar (Fesimar), aseguraron que la falta de dotaciones se impulsa por factores como “la vulneración de los derechos laborales de la gente de mar, como el descanso, las vacaciones, las extenuante largas jornadas de trabajo, contrato por obra, faena o por día, listas negras para quienes reclaman  sus derechos y que se cumpla la legislación vigente, incentivos para que el personal contratado se retire de las empresas, especialmente los sindicalizados y así quebrar estas organizaciones, buques subestándar con altos niveles de ruido y hotelería decadente”. 

Lo anterior, además de “falta de efectiva y oportuna fiscalización de Directemar, Dirección del Trabajo, Autoridades de Salud y Medio Ambiente. Estás últimas hacen vista gorda o derechamente existe un privilegio con el empresariado para aceptar las vulneración de derechos fundamentales al trabajador marítimo”, exponen desde Fesimar.