Las propuestas de José Antonio Kast para mejor gestión ambiental salmonicultora
Chile: El candidato presidencial por el Partido Republicano plantea estudiar si las concesiones frente a áreas protegidas deben seguir renovándose o quitarse para preservar ecosistemas marinos.
El candidato presidencial del Partido Republicano, José Antonio Kast, afirma Salmonexpert que, pese a su importancia para la economía nacional, “la salmonicultura posee efectos adversos para el medio ambiente, tales como sedimentación de materia orgánica (y consecuente pérdida de oxígeno en el agua), uso de antibióticos y otros agentes químicos, escapes de salmones que se pueden transformar en especies exóticas asilvestradas, enfermedades y plagas que pueden transmitirse a otras especies”.
Por eso, de acuerdo con Kast, “debemos mejorar su gestión ambiental, en especial con respecto a las medidas de control, mitigación y fiscalización. Para ello, son vitales una adecuada evaluación ambiental que regule la gestión de dicha industria y la generación de zonas protegidas, permitiendo asegurar la conservación de los ecosistemas. Así como apoyo en Investigación y Desarrollo, para buscar la innovación tecnológica necesaria para mejorar su desempeño ambiental”.
¿De qué manera se logra una salmonicultura más competitiva en Chile?
La acuicultura se ha consolidado como una de las actividades productivas de orientación exportadora más importantes de nuestro país, siendo la salmonicultura una de las más destacadas. Es una industria relativamente nueva -se inició en forma incipiente en la década del 60- que ha logrado crecer y transformarse en el segundo productor a nivel mundial, después de Noruega. En el año 2019 las exportaciones superaron los 5.000 millones de dólares, y el salmón se convirtió en el segundo producto de exportación después del cobre, superando a las exportaciones agrícolas.
Existe libre competencia, pero sería importante destacar o dar incentivos a aquellas empresas que cumplan con la normativa ambiental, que avancen en producción limpia, economía circular, y prácticas justas. También generar los espacios para que, cuidando el medio ambiente, se potencie tanto la salmonicultura como otras actividades e industrias que se desarrollan en el borde costero, por ejemplo, la pesca artesanal, las extracciones de mariscos y algas, el turismo, deporte y las actividades económicas y culturales de distintos grupos humanos (incluyendo por supuesto, los pueblos originarios). Nuestra política es promover un desarrollo armónico y sustentable, sin dejar de lado el desarrollo económico.
Esto es posible cuando se dejan de lado las ideologías y se buscan soluciones basadas en la ciencia, aplicando estudios de ciclo de vida, ingeniería y economía circular, y muy importante, con participación de los distintos actores.
¿Qué mejoras regulatorias aplicaría en la industria chilena del salmón bajo su eventual Gobierno?
Dada la importancia de esta industria para el país, es vital desarrollar una regulación ambiental más efectiva, que permita la conservación y el uso sustentable a largo plazo, de los recursos hidrobiológicos. Y de esta forma, asegurar la posibilidad real de desarrollo y crecimiento de la industria.
Creemos que se puede avanzar en un desarrollo normativo, con mesas de trabajo que incluyan a los diferentes actores, mencionados anteriormente.
Algunas de las propuestas:
- Promoción de químicos biodegradables en acuicultura, transparencia en uso de antibióticos, densidad, flujo mínimo de corrientes y mejoramiento de infraestructura para evitar escapes, y su fiscalización.
- Estudiar consecuencias del desarrollo de acuicultura en aguas marinas frente a SNASPES (Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado) y evaluar las consecuencias ambientales de su futura renovación. Establecer una distancia mínima obligatoria a las SNASPES, como franja marina de exclusión, determinada en base a parámetros científicos.
- Avanzar hacia un adecuado ordenamiento espacial del litoral, incluyendo restricciones de protección ambiental a los procesos de macrozonificación del borde costero, pero buscando soluciones para las relocalizaciones cuando sean necesarias.
- Reglamentar el tratamiento y disposición de los desechos provenientes de la acuicultura, incluyendo control en línea de parámetros ambientales de las agrupaciones de concesiones.
- Adaptar normativas internacionales para, cuidando el medio ambiente, adecuar la legislación actual conforme a la realidad de nuestro país.
- Desarrollar y mantener actualizadas en el SEA, guías de evaluación ambiental de este tipo de proyectos, y test de admisión específicos.
¿Avanzarán en la esperada relocalización de concesiones, para que se ocupen mejores espacios de producción de salmónidos?
Sí, la idea es avanzar a una legislación más flexible con respecto a la relocalización de concesiones, de modo de potenciar el crecimiento de la industria, pero cuidando el medio ambiente y salvaguardando la disponibilidad de espacios para las otras industrias y actividades que deben convivir en el borde costero.
Estamos desarrollando una política de largo plazo, reuniendo información y conversando con los distintos actores.
Existen numerosas concesiones acuícolas frente a playas de áreas silvestres protegidas. Considerando las externalidades y riesgos de esta industria, es necesario estudiar si las concesiones frente a dichas áreas debieran seguir renovándose, o es necesario dejarlas disponibles para la preservación de los ecosistemas marinos en su condición original. Para ello también es necesario dar alternativas de relocalización a las empresas que funcionan en estas áreas actualmente, y que constituyen alrededor de un tercio del total.
La relocalización para actividades existentes, es importante tanto para el crecimiento de la industria, como también para disminuir los impactos ambientales y permitir que las áreas ya ocupadas puedan renovarse.
¿Cómo lograr que la salmonicultura chilena sea un polo de innovación y desarrollo?
Nos parece que la salmonicultura chilena también ha sido durante los últimos 35 años un importante polo de desarrollo y apoyo a la descentralización del país. En efecto, la salmonicultura ha generado 61.000 empleos en las distintas regiones donde se desarrolla (La Araucanía, Los Lagos, Chiloé y Aysén), siendo al menos 2/3 de ellos, empleos indirectos.
No obstante, siempre es importante el apoyo a las comunidades en donde se encuentra inmersa la industria, para lo cual proponemos incentivar la generación de proyectos de apoyo social. La responsabilidad social empresarial es una de las ideas rectoras de nuestra política ambiental. Además, es un bastión para su subsistencia a largo plazo.
A diferencia de la industria del salmón en Noruega, el apoyo estatal en Chile ha ido disminuyendo con los años. En Noruega se ha promovido fuertemente su crecimiento, innovación, cuidado ambiental, marketing y comercialización. Transformándose en la principal industria a nivel mundial. Chile tiene un enorme potencial de desarrollo de esta industria, si se siguen las políticas gubernamentales adecuadas, es decir a través de un desarrollo ambiental sustentable a largo plazo, y a la vez la potenciando a la industria.
Con respecto a la innovación, creemos que es vital para el mejoramiento de la sustentabilidad a largo plazo de la industria salmonicultora en Chile. Y su promoción es uno de los ejes transversales en las propuestas ambientales republicanas.