Proyecto de realidad virtual podría revolucionar operaciones de la industria naviera
Noruega: A través de una reunión virtual de Teams, quienes tengan acceso a las gafas de realidad virtual, podrán caminar alrededor de la embarcación y discutir lo que ven en ella.
La empresa NagellD, de la ciudad de Bergen, junto con el proveedor de grúas Motus Technology, han desarrollado un proyecto de Realidad Virtual que utilizarán en su trabajo.
El primer proyecto es para un barco donde Motus Technology ha entregado dos grandes grúas. Aquí, NagellD ha instalado las grúas en un programa de realidad virtual donde los usuarios y diseñadores pueden probar y practicar el uso de éstas. De esta forma, quienes participan en el grupo del proyecto pueden ingresar al modelo de realidad virtual y reunirse allí, se informa en el sitio asociado a Salmonexpert, Kyst.no.
“Entonces obtienes una reunión virtual de Teams. Siempre que tenga acceso a las gafas de realidad virtual y la presentación, todos pueden caminar alrededor de la embarcación y discutir lo que ven. También pueden hacer funcionar las grúas a bordo para ver el rango y el área de uso, por nombrar algunos”, dice el director general de NagellD, Helge Bjordal.
“Por lo tanto, el equipo del proyecto puede ver dónde es apropiado colocar las grúas, antes de que comience la construcción. Esto, a su vez, puede dar lugar a errores o soluciones menos buenas, que antes no se habrían descubierto, y que se eliminan al principio del proyecto. Otros proveedores puedan colocar sus productos en este proyecto, para hacer el mismo ejercicio”, añade Bjordal.
Ahorro de tiempo y dinero
Además, en el proyecto, también es posible utilizar la realidad virtual para su uso en la formación y los cursos para la gente de mar que estará a bordo. Como se sabe, el tiempo es dinero y si puede evitar que la embarcación esté fuera de uso para realizar la capacitación, entonces hay mucho que ganar.
“Esto abre una nueva oportunidad de negocio para empresas como Motus Technology, que pueden revender a sus clientes siempre que el barco zarpe. Así, las navieras cuentan con un modelo de interacción que se ocupa del barco, y pueden realizar operaciones peligrosas de forma segura. Esto también se puede hacer a bordo del barco. Es un ahorro de costos”, indica Bjordal.
“Y no sólo eso, es rentable. Al eliminar más viajes, el proyecto también se vuelve más ecológico y la huella de CO2 disminuye”, finaliza.