Demuestran la resiliencia del salmón del Atlántico a la turbulencia en la acuicultura offshore
Un estudio reveló la adaptación del salmón del Atlántico a condiciones de turbulencia, incluyendo factores de crecimiento, comportamiento y sustentabilidad en la acuicultura offshore.
Noruega es el mayor productor de salmón del Atlántico, estimando en 2014 que la producción se duplicaría para el 2030 y se quintuplicaría para el 2050, sin embargo, la principal limitante según los investigadores, radica en si será posible un aumento tan drástico de la actividad en las condiciones actuales, debido a las regulaciones del país nórdico, donde los centros de cultivo deben estar ubicados cada 2.5-5 km de distancia entre ellos, en función de la biomasa permitida.
Por otro lado, existe un sistema denominado “semáforo” introducido el 2017, el cual se basa en la abundancia de piojos del salmón y es la principal regla limitante, indica el estudio.
Así, para mantener un crecimiento saludable de la industria, está la necesidad de avances tecnológicos y conceptos novedosos de cultivo en sitios marinos, posicionados a más de 2 km de la costa, en aguas de más de 50 metros de profundidad, con vientos variables y fuertes corrientes.
Los científicos argumentan que la acuicultura offshore puede ser beneficiosa en comparativa al cultivo tradicional, debido a que la calidad del agua es mejor por el intercambio constante. Así también las transmisiones de parásitos y patógenos pueden reducirse acorde a las mayores distancias hidrográficas entre los sitios y por la velocidad de corrientes, la cual causa una dispersión más rápida.
El estudio realizado por investigadores del Institute of Marine Research (Noruega) y University of Crete (Grecia) comparó el crecimiento, la aclimatación, comportamiento, Welfare, bioquímica sanguínea, el patrón de natación y los cambios esqueléticos presentes en los peces.
El grupo expuesto a condiciones de turbulencia obtuvo un 5% menos de crecimiento en comparativa a los controles, esto atribuible principalmente a la baja ingesta de la alimentación en las primeras 2 semanas, pero a la semana 3, la ingesta de alimento del grupo expuesto a turbulencia se normalizó y la tasa de crecimiento también.
Por otra parte, el comportamiento del grupo expuesto a corrientes inicialmente evidenció una natación errática e incremento en el daño físico, sin embargo, en la semana 3 los peces se cohesionaron y formaron grupos en la profundidad de los estanques. Con respecto al welfare (estatus de escamas y cola), mostraron los científicos, ambos grupos fueron comparables, sólo existieron pequeñas diferencias. Así también, con relación a los parámetros sanguíneos (Cortisol-Glucosa) fueron similares en ambos grupos indicando la ausencia de estrés crónico en ambos.
En conclusión, los académicos indagaron la viabilidad del salmón del Atlántico en la acuicultura offshore, donde evidenciaron que la especie puede adaptarse a condiciones correntosas o turbulentas, sin comprometer el bienestar animal o el crecimiento en grandes términos.
Para esto, dado que países como Chile están interesados en la acuicultura offshore, algunas de las recomendaciones son: debe haber una aclimatación de los peces y también sistemas innovadores de alimentación de los salmones.
Finalmente, el salmón del Atlántico exhibió resiliencia a la turbulencia crónica, haciéndolo un candidato para el sistema offshore y mantener la sustentabilidad de la acuicultura.
Lea el estudio completo titulado “Atlantic salmon in chronic turbulence: Effects on growth, behaviour, welfare, and stress) aquí.
LandbasedAQ
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