El aprendizaje de Salmones Camanchaca tras caso en piscicultura Petrohué

Ayer se desarrolló un nuevo espacio de diálogo con el conversatorio “Innovación + Sostenibilidad” Centro de Innovación UC, TriCiclos y la Red Innovación Chile, junto al grupo de instituciones que trabaja de forma colaborativa para solucionar problemáticas del país, con encuentros que se enfocan en áreas del conocimiento o una tendencia de alto impacto para relevar oportunidades de innovación.

En el evento virtual se presentaron expositores de la construcción, el mercado financiero, la logística y el medio ambiente, contexto en el que el gerente de Sostenibilidad de Salmones Camanchaca, Alfredo Tello, habló de “Sostenibilidad medioambiental: Innovación en procesos productivos”, donde además de conversar acerca de los pilares de la empresa, enseñó un caso de estudio que involucró un conflicto social surgido desde una problemática medioambiental en uno de sus centros de operaciones.

Tello explicó a los asistentes las características ambientales en las que se desarrolla la salmonicultura, hablando específicamente del sur de Chile, “porque para producir salmón necesito zonas de canales y fiordos con aguas oceánicas relativamente quietas, aguas limpias con buena oxigenación y libres de contaminación, es decir, condiciones bastante particulares”.

Sin embargo, el ejecutivo recalcó que, como toda industria, “la salmonicultura tiene desafíos, riesgos e impactos que deben ser abordados. La sostenibilidad la trabajamos bajo un modelo que básicamente tiene objetivos como entregar un marco conceptual para abordar los desafíos ambientales y sociales, estructura de prioridades y comunicaciones interna y externa y fomento al cambio cultural de los trabajadores de la compañía”.

Uno de esos desafíos tuvo que ver con el pilar de comunidades prósperas del modelo de sustentabilidad de la empresa, el que de acuerdo con el representante de Camanchaca ocurrió en abril del 2019, producto de una denuncia ciudadana sobre la descarga de Riles en el río Petrohué, comuna de Puerto Varas, región de Los Lagos, donde según la comunidad, no estaba cumpliendo con la normativa medioambiental vigente.

En esa línea, Tello relató que para la solución del conflicto tuvieron que recurrir a entes externos “porque estando convencidos de que cumplíamos con la normativa, con todos los muestreos que indicaban que el sistema estaba funcionando, no lográbamos la respuesta que buscábamos de la comunidad, por lo que vimos que ésto -que se estaba transformando en un conflicto socioambiental- nos estaba quedando grande”.

Por ello, pidieron ayuda al Consensus Building Institute (CBI), centro especializado en mediar conflictos, quien los instó a generar un espacio de diálogo y pedir disculpas a la comunidad “por cualquier problema que nosotros pudiésemos haber generado y por cualquier deficiencia que nuestro sistema de Riles pudo haber tenido. Lo reconocimos públicamente y decidimos sentarnos en una instancia participativa en un proceso que comenzó entre abril y julio de 2019, y que duró hasta noviembre  de ese año con la firma de un acuerdo en Ensenada”.

Finalmente, Tello valoró el aprendizaje de este conflicto que pasó de lo ambiental a lo social, detallando que el acuerdo incluyó la definición de un estándar de calidad de agua de descarga por encima de la norma; implementación de un sistema de monitoreo de la calidad de agua de descarga, que incluye la medición de múltiples puntos de tratamiento y alerta en línea; la creación de un cargo exclusivo para la operación de tratamientos; canales formales de información de los resultados de los muestreos y la contratación de un laboratorio independiente para monitoreo ciudadano, con lo que hoy “en nuestra piscicultura cualquier persona de la comunidad se puede poner en contacto para ir a tomar muestras el día que quiera y a la hora quiera”.