Cuatro soluciones innovadoras buscan conectarse con la industria salmonicultora
Chile: Interesantes emprendimientos ligados a robótica, limpieza de redes de cultivo, disuasión de plagas aviarias y antiparasitario natural, son finalistas del programa Inmersión Acuicultura.
Ayer, junto a autoridades regionales y ejecutivos de la industria salmonicultora, se realizó la presentación de las cuatro soluciones innovadoras que fueron finalistas en la segunda versión del programa “Inmersión Acuicultura”, finalistas que fueron escogidos entre 65 postulantes. Esta iniciativa fue organizada por Sinergiame, en conjunto con ProChile, SalmonChile, Salmones Camanchaca y el apoyo de Corfo.
Inmersión en un programa que a través de prácticas de innovación abierta y transformación digital se puede conectar startups y proyectos tecnológicos con las industrias líderes del territorio. “Esto, para que a través de esta iniciativa se logren conectar ideas y proyectos con alto componente de innovación con los principales desafíos que presentan industrias tan importantes como la salmonicultura”, destacó al respecto Julio Brintrup director de Inmersión y presidente de Sinergiame.
Los cuatro proyectos finalistas –Innovaengine, Tegnonaval, Rapaces Nahuelbuta y GreenLice- que fueron parte del proceso 2021/2022, apuntan a resolver problemáticas de la salmonicultura y que dentro de esta actividad, presentaron su propuesta de valor, con el objetivo de conectarse con la industria y que estas innovaciones puedas ser piloteadas y llevadas a cabo en el sector
Claudio Gacitúa, director de nuevos negocios de Innovaengine presentó su proyecto Rovie, que es un sistema de inteligencia artificial para la detección de anomalías subacuáticas en centro de cultivo. “El sistema detecta anomalías como roturas de mallas, escape de peces, mortalidad, análisis de fondo marino. Todo lo anterior, a través de un desarrollo en donde hicimos nuestro propio ROV, incorporándole nuevas tecnologías”.
Según el ejecutivo de Innovaengine, Rovie tiene una serie de ventajas sobre otros sistemas ROV. “Es diseñado 100% en Chile, desarrollado por nuestro equipo de ingenieros con la colaboración de varias empresas tecnológicas. Rovie facilita las actividades de monitoreo y control de los elementos que afectan los centros de cultivo, disminuyendo el tiempo y el costo de la captura y procesamiento de la información. Esto, porque analiza de forma autónoma la información audiovisual recopilada durante la inspección, ya que cuenta con una interfaz que almacena el historial de inspecciones realizadas anteriormente, lo que permite llevar un seguimiento y comparación de los eventos detectados”.
En tanto, Carlos Cobos, gerente comercial de Tegnonaval, destacó que su empresa es pionera en la tecnología de cavitación, siendo representantes de Caviblaster, con fuerte presencia de este servicio en la industria naviera, donde se ofrece el servicio de limpieza de cascos de las embarcaciones para la eliminación de materia orgánica.
“La cavitación no daña ni estresa los cultivos, utiliza sólo agua de mar para la limpieza, es totalmente seguro en comparación a otro tipo de limpiezas con alta presión, y se utiliza a través de sistemas automatizados por ROVs, por lo que no requiere de buzos para su implementación. Además, la limpieza se hace en menor tiempo, no se dañan las superficies y es muy rentable”, acotó Cobos.
Según lo planteado por el profesional, la solución de Tegnonaval consta de un disco de 3,5 kg de HDPE soldable para la limpieza de redes de cultivo. “Nuestro sistema se compone de la unión de un ROV inteligente con el disco, donde el equipo CaviBlaster es vital para entregar cavitación a este mismo, pensando en la limpiezas de las paredes de las mallas y los fondos”.
Control biológico y parasitario
Rapaces Nahuelbuta fue otra de las iniciativas finalistas del programa. Wladimir Gatica, fundador de la empresa, explicó que Rapaces Nahuelbuta es una empresa chilena especializada en la disuasión de plagas aviarias, mediante el empleo de aves rapaces adiestradas, utilizando un método 100% natural y amigable con el medio ambiente, siendo la primera empresa en el sur de Chile en prestar este servicio.
“Nuestro servicio de control biológico aviar replica lo que sucede en la naturaleza, pues llevamos el depredador natural al lugar donde se presenta el problema. Esto no genera impacto ambiental, es 100% efectivo, con resultado garantizados y recuperamos el 99% de las mermas producto del impacto generado por las plagas aviarias. Lo que ofrecemos consta de realizar vuelos controlados de nuestras aves rapaces a cargo de personal especializado, puesto que el ave problema al detectar a su depredador natural huye de forma natural, motivado por su instinto de supervivencia”, indicó Gatica.
El fundador de la compañía expresó que ya están prestando soluciones a la industria salmonicultora, atacando el problema producido principalmente por las gaviotas, que generan un vector de contaminación, merma de productos, además de todo lo asociado a las fecas que estas aves producen.
GreenLice, la solución verde contra el piojo de mar, es la innovación que presentó Lorena Cataldo, médico veterinario, quien investigó sobre las propiedades antiparasitarias de una planta. “GreenLice es un antiparasitario natural, elaborado a partir de extractos naturales. Es de uso oral por lo que se adiciona al alimento, otorgando una protección sistémica afectando todos los estadios del parásito, pero además tiene propiedad antisépticas y antifúngicas, y es amigable con el medio ambiente”.
Según la investigadora, el componente activo principal del antiparasitario tiene dos acciones. “En primer lugar, el componente natural inhibe la ecdisoma, es decir, la hormona de la muda, inhibiendo el desarrollo de larvas y pupas y evitando su adultez. Una segunda acción es el efecto en el sistema nervioso central, que provoca anorexia en el parásito, debilitándolo y provocando su muerte por inanición”.
Las principales ventajas de GreenLice, a diferencia de otras alternativas antiparasitarias existentes en el mercado, es que su acción es contra todos los estadios del parásito, puede ser aplicado en cualquier momento del ciclo productivo del pez, no requiere costos adicionales y, por ser natural, no presenta una resistencia ecológica acreditada. La médico veterinario comentó además que durante abril el proyecto estará en proceso de patentamiento y propiedad intelectual del producto.