Pymes de la acuicultura y pago a 30 días
*Columna de opinión para Salmonexpert de Marcelo Campos, socio director de Acuasesorías.
Hasta hace pocas semanas, se consideraba que la globalización era un proceso prácticamente carente de peligros y amenazas. Hoy, con estupor, podemos constatar que esa comunicación e interdependencia entre los distintos países, constituyen un enorme riesgo. En pocas semanas, un virus se ha propagado por el mundo generando incertidumbres y muerte.
Considerando que lo primordial es velar por la salud humana mediante prácticas de prevención, en nuestro país -como todos sabemos- las medidas sanitarias para enfrentar la pandemia a consecuencias del coronavirus o covid-19, han sido bastante drásticas, manteniéndonos con toque de queda, cordones sanitarios, cuarentenas y confinamiento. La aplicación y los efectos de estas acciones, sin lugar a duda, son muy distintos a los que habríamos tenido de no mediar los conflictos sociales acaecidos durante el último trimestre del año pasado.
Así, como resultado de las movilizaciones sociales y la pandemia, en los últimos días, hemos visto como muchas empresas grandes, medianas y pequeñas, han debido poner término a numerosos contratos de trabajo y por ende generando mayores niveles de cesantía. A diferencia de crisis anteriores, ésta afecta principalmente a profesionales independientes y Pymes, integrantes de la clase media, que han debido disminuir e incluso suspender sus prestaciones de servicios.
En este contexto, cabe tener especial preocupación por las Pymes y profesionales prestadores de servicios para la acuicultura, todos los cuales son la base para que Chile sea un referente mundial en la producción de recursos hidrobiológicos.
En estas condiciones de fuerza mayor, es prácticamente imposible planificar, sin embargo, teniendo presente que cada zona geográfica tiene realidades distintas, es preciso revisar las cadenas logísticas, la situación productiva y el escenario laboral. También es necesario analizar los sistemas de teletrabajo y el hecho de que la tecnología está permitiendo la digitalización de muchas actividades, todo lo cual podría incrementar la cantidad de cesantes.
Nadie sabe cuánto durará esta crisis. El futuro no se vislumbra como algo fácil y evidentemente la actividad económica se verá resentida. Las empresas de pequeño tamaño tienen muy baja capacidad de ahorro y por ello les resulta muy difícil soportar esta situación. Los paquetes de ayuda generados por el Gobierno consistentes en créditos no son una solución definitiva, pues son precisamente de ayuda para posponer los pagos y no de exención o condonación de estos. El no pago de las deudas, como bien sabemos, puede conllevar a embargos, quiebras y pérdida de fuentes laborales.
Los problemas en el flujo de caja son bastantes comunes en las empresas de servicio de la acuicultura, debido principalmente a los plazos de crédito que deben otorgar a las empresas de mayor tamaño. Esto, hace complejo afrontar de manera adecuada sus gastos fijos mensuales. Es esencial practicar y hacer conciencia sobre la ética y políticas de pago al contado o que a lo más no superen los 30 días desde la emisión de los cobros. La emisión de las órdenes de compra o de servicios, tienen que ser emitidas con la misma celeridad con la cual se requieren los servicios.
Es primordial que las empresas más grandes se preocupen de ayudar y proteger a las más pequeñas prestadoras de servicios, pues sin estas últimas la acuicultura nacional corre grandes riesgos no sólo económicos, sino también comerciales. Lo mismo ocurre si no hay solidaridad entre las empresas ante situaciones de emergencia, pues los problemas sanitarios y ambientales de algunas, pueden provocar una debacle generalizada.
La existencia y crecimiento de este potente sector de servicios es lo que asegurará la sustentabilidad de la acuicultura. Los emprendedores, conscientes de la adversidad, necesariamente deben hacer esfuerzos para encontrar nuevas oportunidades de tal modo de vender servicios y concretar nuevos negocios en base a alianzas comerciales más sólidas, compartiendo experiencias y oportunidades
Esta pandemia generará además una recesión mundial, pero es una oportunidad para potenciar el crecimiento de la acuicultura, siendo fundamental el rol de los proveedores de un servicio confiable y de alta calidad. Se requiere que todos quienes conformamos el clúster de la acuicultura, sin excepción, dejemos de lado las eventuales y humanas diferencias que puedan existir y dispongamos todas nuestras energías, auxilio y comprensión, para salir airosos de esta crisis.
Chile aún tiene buena capacidad de endeudamiento, no obstante, no sabemos si podrá acceder a créditos internacionales, por lo tanto, es tarea de la comunidad toda y especialmente de los grandes inversionistas, evitar encontrarnos con una clase media desempleada que provoque agitación social.