“La industria debiese hacer más difusión de su quehacer a los futuros estudiantes”
Chile: Según Sandra Bravo, las actuales generaciones que ingresan a la universidad tienen una muy negativa percepción de la salmonicultura. Sostiene que debiera formarse a profesionales para esta área.
“Dentro de las preferencias académicas o carreras prioritarias de las nuevas generaciones de estudiantes, no está estudiar Ingeniería en Acuicultura”. Así de enfática es Sandra Bravo, directora del Instituto de Acuicultura de la Universidad Austral de Chile, sede Puerto Montt, quien recuerda que la casa de estudios superiores tiene esta carrera descontinuada desde el 2011, debido al bajo número de alumnos matriculados, lo que no era rentable.
A su juicio, la triada Estado, industria y academia debiese hacer un mea culpa, debido a que la acuicultura y en particular la salmonicultura, es una de las actividades económicas relevantes para el país.
“La salmonicultura es un área productiva muy relevante, que requiere profesionales con conocimiento acabado para que la actividad sea sustentable. No basta solo en que la industria piense en ser sustentable, sino que, además, que tenga los profesionales con las competencias para poder contribuir a que esta actividad permanezca en el tiempo”, recalca la experta.
Para la docente, sí se ha visto preocupación por parte de las empresas productoras y proveedoras de estandarizar y actualizar los conocimientos entre sus colaboradores profesionales, con diplomados y cursos, debido a que la salmonicultura es una actividad muy dinámica.
“Esto, igualmente se relaciona con la diversidad de profesionales que están trabajando en las diferentes etapas de la producción y que no tienen todos los conocimientos requeridos. En esta industria se requieren personas que tengan competencias científicas, técnicas, ingenieriles y de administración, áreas en las que se forma un Ingeniero Acuícola, para entender todos los procesos que ocurren de trabajar con animales vivos y que están en el mar, que no se comportan igual que los animales terrestres”, apunta la investigadora.
Según recalca Bravo, igualmente incide la difusión de lo que hacen los profesionales en el área de la salmonicultura y la acuicultura. “Actualmente se requieren ingenierías duras dadas las nuevas tecnologías que se han ido adoptando en la industria, como pisciculturas RAS o acuicultura en zonas expuestas, donde se requieren de estos conocimientos. Además, lo profesionales igualmente deben tener competencias en economía, porque se trabaja con gente y con un producto de exportación, y también deben tener conocimientos de prevención de riesgos, RRHH y legislación, ya que la salmonicultura es una de las industrias más normadas en Chile”.
Calidad de vida
En cuanto a las remuneraciones, Bravo sostiene que, dentro de la industria, son muy buenas para los profesionales. “Sin embargo, inciden otras variables que se ven mucho en las nuevas generaciones de estudiantes, como priorizar la calidad de vida. Y muchas veces los ingenieros en acuicultura tienen trabajos sacrificados, en centros de cultivo aislados, donde no existe gran conectividad, tienen que trabajar en sistemas de turnos, el clima”.
Para la profesional, debiese hacerse un programa potente de difusión de lo que puede hacer un profesional de la acuicultura dentro de la industria, ya sea en pisciculturas, centros de cultivo y otras etapas de la cadena productiva. “Los alumnos, en el colegio, si bien saben mucho de la salmonicultura, la percepción que tienen de ella es muy negativa. Esto, porque no se han dado las instancias para explicarles que la industria salmonicultora es muy importante para el país en términos de exportaciones, ingresos, PIB, en el área geopolítica. Además, la información que manejan no es real o es muy desactualizada, y no se dan el tiempo de verificar o de investigar, porque no hay un real interés. Considero que la industria debiera hacer un trabajo acabado para ‘conquistar’ a los futuros estudiantes, entregando información sobre lo que hace, sus beneficios su relevancia nacional e internacional y las proyecciones profesionales que tienen quienes trabajan en este sector productivo”.