“La gente que critica a la industria salmonicultora igualmente consume salmón”
Chile: Con más de tres décadas de experiencia acuícola alrededor del mundo y especialización en hatcheries, tecnologías de engorda en tierra y aguas abiertas de peces, el Dr. Daniel Benetti destacó la labor de la industria salmonicultora a nivel global.
“La salmonicultura es una industria extraordinaria, por la cual siento una gran admiración”. Así de enfático se mostró el Dr. Daniel Benetti, director de Acuicultura de la Escuela de Ciencias Marinas y Atmosféricas de la Universidad de Miami, quien brindó una clase magistral en el marco de la realización del VI Congreso Nacional de Acuicultura. Según el investigador, la salmonicultura, aun cuando es severamente criticada, la misma gente que la critica, come salmón o trabaja para la industria.
“Como toda actividad productiva se puede mejorar, pero hay un interés muy grande de los productores de mejorar. Esto, porque la eficiencia ecológica, social y económica van de la mano, porque el costo más alto del alimento es el aceite y harina de pescado, entonces, obviamente hay un drive para disminuir y buscar alternativas, ellos son los más interesados. Como toda actividad humana, tiene sus complejidades, pero si se evalúa el costo/beneficio de la salmonicultura, pocas industrias son tan productivas, ya que genera beneficios socioeconómicos mayores y elabora un producto que es de primera calidad. Además, deja una huella ecológica mínima”, recalcó.
Benetti, quien dirige proyectos científicos y de I+D sobre desarrollo tecnológico, optimización de la producción y aspectos ambientales relacionados con la acuicultura, destacó que, actualmente, las proteínas de origen animal que posee el alimento para salmónidos, están siendo reemplazadas por proteínas vegetales, pero a la vez el salmón está presentado una reducción en sus niveles de omega 3.
“Los problemas en la salmonicultura tienen puntos cruciales controversiales como el alimento, la obtención de aceite y harina de pescado, el uso de antibióticos, la genética y la polución. En estos puntos se debe trabajar, y la industria salmonicultora debiese enfocarse en trabajar en conjunto con el gobierno y las universidades, para construir una agenda de I+D y resolver estas problemáticas desde el punto de vista científico, mejorar los alimentos, hacer lo posible por tornarse más ecológicamente eficiente, disminuir los riesgos y utilizar formas más amigables para disminuir los problemas. Un ejemplo de ello, es aminorar el uso de químicos para tratar el piojo de mar, y para ello, porque no, utilizar agua dulce, porque la tecnología existe y tendría un impacto muy importante en el ámbito sanitario”, recalcó el profesional.
Otra opción, a juicio del Dr. Benetti, es tomar los ejemplos de Noruega y Escocia, donde ya existen importantes proyectos de investigación del Gobierno relacionados con peces limpiadores, que sin duda es una alternativa sustentable e inocua para el normal ciclo productivo del salmón.