"Hay que mirar el mar tomando en cuenta la capacidad de carga ambiental y social"
Chile: Luego de realizar estas actividades en siete regiones del país, (Tarapacá, Atacama, Coquimbo, Valparaíso, Los Lagos, Aysén y Magallanes), se sintetizará la información, para presentar un informe final en marzo de 2018.
Con la presencia de representantes de la dirección zonal de Subpesca, Corfo, Ifop, Superintendencia de Medio Ambiente, asociaciones gremiales de mitilicultores, Autoridad Marítima, consultores en acuicultura y la academia, se realizó en Puerto Montt el taller regional “Política Nacional de Acuicultura para las próximas dos décadas”, correspondiente a la cuarta etapa del Proyecto FIPA 2017-17, ejecutado en conjunto por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) y la Universidad de Concepción (UdeC).
El objetivo del taller presentar a los actores de la acuicultura regional la situación actual de la actividad, tanto a nivel nacional como regional, identificar los principales problemas o brechas de la acuicultura regional y plantear soluciones por ámbito de preocupación.
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Ricardo Norambuena, director de Divulgación y Transferencia del Centro Copas Sur-Austral de la Universidad de Concepción (UdeC) e Investigador del Proyecto FIPA 2017-17, planteó que los puntos relevantes, tratados en el taller, fue en primer lugar el funcionamiento de normativa, y en segunda instancia, la coordinación de los sectores públicos.
“Siendo esta región la capital de la acuicultura a nivel nacional, una de las temáticas transversales que ha tomado más fuerza en el último tiempo es la aceptación de la acuicultura por parte de la comunidad. Sin embargo, se ha trabajado poco en ello, si bien esporádicamente hay señales, no solo se relaciona con la capacidad de cultivar, invertir, incorporar tecnología, sino que como se hace la repartición en el sistema local. Ahora bien, esto ha ido de menos a más, porque cada vez la gente se ha involucrado más en la acuicultura y debe seguirse discutiendo, porque no solo hay que mirar al mar tomando solo en cuenta la capacidad de carga ambiental, sino que también hay una capacidad de carga social”, comentó Norambuena.
Política nacional
La política nacional de acuicultura vigente data del año 2003 y es administrada por el Estado, y en la cual interactúan actores públicos y sociales.
“Es importante destacar la voluntad del Gobierno de actualizar esta Política Nacional y que trascienda, independiente del gobierno de turno. Y el compromiso debe ser con todo el proceso, no solo con traducir las propuestas a un documento, sino que a un instrumento visible”, recalcó el investigador.
A juicio de Norambuena, tomando en cuenta, hasta ahora, las opiniones vertidas en los diversos talleres apuntan al desarrollo de una agenda, formulación de la propuesta de política nacional que será revisada y validad por los asistentes a los talleres. “Cuesta mucho obtener una política para un sector en particular y el monitoreo es complejo, por lo tanto, esto se relaciona con el fortalecimiento institucional, actualización del marco legal y el financiamiento”, explicó.
Según comentó el investigador de la UdeC, la política nacional de acuicultura partió con un instrumento de participación que se ha ido perfeccionando, a pesar de las críticas hacia como funciona. Esta es la Comisión Nacional de Acuicultura en la cual están todos los actores de la acuicultura representados, con más de 20 miembros del ámbito público y privado. “Sin embargo, una crítica transversal e histórica es que siempre la discusión del tema acuícola se ha centrado en salmones, y se analiza poco la acuicultura de pequeña escala, de mitilicultura, de diversificación, de comercio justo, entre otros”, argumentó.
En los últimos 15 años, se ha registrado un promedio de 13 especies cultivadas, entre peces, moluscos y algas, de las cuales 4 de ellas (salmón Atlántico, salmón coho, trucha arcoíris y choritos) explican el 98% de toda la cosecha a nivel nacional.
“En términos de enfermedades, desde 1997 a la fecha se ha descrito la presencia de importantes enfermedades en acuicultura, particularmente en la salmonicultura, asociadas al volumen de cosecha ya que existe mayor riesgo de enfermedades que han permanecido y se han debido controlar con distintos métodos como antibióticos, baños, antiparasitarios, etc”, comentó Norambuena.
Programa estratégico
El Programa Estratégico Nacional de Acuicultura (PEAN)”, el cual fue financiado por Corfo y elaborado por la Fundación para la Transferencia Tecnológica (Untec), de la Universidad de Chile, estableció la visión del sector para el 2035.
“La industria acuícola debe altos niveles de desarrollo y crecimiento productivo, ser el segundo exportador de la economía nacional, con un capital humano altamente calificado en la cadena de valor, con una industria secundaria de servicio y tecnología con un alto valor en inversión I+D+i, y ser líder y referente a nivel global, co-evolucionando con la acuicultura mundial”, expuso el investigador.