Restricciones logísticas en Chiloé marcan desarrollo de proyecto de acuicultura oceánica
Chile: El mayor impacto para la iniciativa en tiempos de covid-19 ha sido la demora en instalar el extractor de mortalidad y la postergación de dos seminarios.
A fines de agosto de 2019 se sembraron los 50 mil smolts de salmón Atlántico en el centro de cultivo Traiguén II, en la Isla de Quinchao, Chiloé, pertenecientes al Programa de Desarrollo de Acuicultura Oceánica que lidera EcoSea Farming SpA, con el apoyo de Corfo y distintos organismos y empresas co-ejecutoras.
Desde esa fecha, el programa se encuentra en la etapa de engorda de peces y la iniciativa sigue su curso a pesar de ciertas restricciones y limitaciones impuestas por la emergencia sanitaria, las cuales han tenido que ver principalmente con la dificultad de la llegada al centro tanto de personas, como de insumos.
El gerente de I+D de EcoSea Farming SpA y director del Programa Acuicultura Oceánica, Álex Brown, entregó a Salmonexpert mayores detalles de cómo ha ido avanzando el proyecto durante estos meses de crisis sanitaria producto del covid-19.
Desde febrero a la fecha, ¿cuáles son los avances que ha presentado el proyecto en sus diversos ámbitos?
El programa de acuicultura oceánica continúa con su desarrollo, tal como lo planificado. Los peces están en proceso de engorda desde agosto 2019 y se estima que serán cosechados durante el próximo mes de septiembre.
El sistema de hundimiento está instalado y estamos en espera de concluir algunos trabajos, los que se han visto un poco retrasados por las dificultades logísticas para operar en Chiloé en el marco de la pandemia covid-19 y, una vez concluidos, realizar pruebas programadas.
¿Cómo ha afectado el desarrollo del proyecto la emergencia sanitaria?, ¿se han presentado problemas de movilización hacia el centro, por ejemplo?
Efectivamente hemos tenido restricciones de movimientos para el acceso al centro Traiguén II, ya que el centro se localiza en Chiloé y existen limitaciones al desplazamiento de las personas y materiales, pero nada que afecte mayormente el avance del Programa. El mayor impacto lo hemos visto en la demora en instalar el extractor de mortalidad y en la postergación de dos seminarios que estaban programados, y que probablemente se desarrollarán de manera online.
¿Cuáles son los pasos a seguir en el desarrollo de la iniciativa?
Estamos evaluando algunos componentes relacionados con sistemas de manejo de peces, tomando datos oceanográficos y manteniendo un estricto control sobre el crecimiento de los peces. Nuestro cronograma no está mayormente afectado, por lo que nuestras actividades continúan de acuerdo a lo planificado. En ese sentido, contamos con una muy buena colaboración de las empresas co-ejecutoras y asociadas, las que han colaborado adaptándose a las nuevas necesidades, de manera rápida y eficiente.
Por último, ¿cuáles son los puntos críticos en términos de tecnología que se han detectado durante estos meses?
Para nosotros es relevante contar con un sistema que nos permita alimentar peces con las balsas sumergidas. Y es allí donde nos hemos concentrado bastante en las últimas semanas.