Salmonicultores y acuicultores describen sus desafíos para mejorar relación con comunidades
Chile: Mientras que la industria del salmón creará Comités Territoriales en zonas como Chiloé, el sector acuícola impulsará una diversificación sustentable y abierta comunicacionalmente al país.
Hay una serie de temas tecnológicos que constituyen desafíos relevantes en materia acuícola y que tienen objetivos por cumplir para sacar adelante la diversificación de este sector chileno, pero a su vez existen otros más también importantes que no son de ese carácter.
Convivencia adecuada
Uno de ellos es que a nivel nacional la acuicultura está muy ligada a la salmonicultura, donde esta última industria “afecta a la primera por la mala imagen que ha tomado en la población por eventos de crisis sanitarias y ambientales”, admitió a Salmonexpert Patricio Bustos, gerente general de ADL Diagnostic Chile.
Por ejemplo, según el ejecutivo, “cuando se coloca una jaula con peces de corvina frente a la playa de Iquique, se toma lo mejor de la salmonicultura en cuanto a innovación, pero a su vez, se debe hacer todo un trabajo respecto de potenciar la imagen del proyecto respectivo”.
“Tenemos una labor país que desarrollar, que no representa exclusivamente una actividad de los gremios ni de las instituciones gubernamentales, sino que es a todo nivel. Porque Chile es el único que cultiva a gran escala salmones, siendo el segundo productor más importante del mundo, que tiene una mala imagen nacional de dicho sector”, afirmó Bustos.
A juicio del gerente general de ADL Diagnostic Chile, el desafío es hacer las cosas correctamente y mostrar lo bueno que realiza la industria del salmón. “Muchas veces existe una desinformación de la gente, que termina achacando a este mercado prácticas nocivas que no necesariamente son así”, por lo que “sus retos mayores son trabajar positivamente con las comunidades y convivir adecuadamente con los diferentes actores del mar, que siguen aumentando”.
Por su parte, Antonio Vélez, director de AVM Consultores Acuícolas, consejero del Programa Estratégico Nacional Acuicultura y Pesca Sustentable, y presidente de la Sociedad Chilena de la Acuicultura, expresó que mientras en el extranjero ven como un ejemplo a la salmonicultura chilena, en el país las comunidades la observan con desconfianza, lo que “es en parte responsabilidad de los medios que informan mayoritariamente acerca de las externalidades negativas de esta actividad, y también de la propia industria que no ha sabido difundir los logros sociales y económicos, ni entender la importancia de comunicarse permanentemente y no sólo en tiempos de crisis”.
Comités territoriales
Por lo mismo, el presidente de Salmonchile, Arturo Clément, contó que “vamos a fortalecer los Comités Territoriales pues a través de ellos trabajaremos con cada comunidad en particular, detectando así las necesidades específicas y analizando cómo las apoyaremos para que mejore la relación con nuestra industria”.
Clément indicó que, a la fecha, existen Comités Territoriales en las regiones de Aysén, Araucanía y Magallanes. “Implementaremos uno en Chiloé, que se hará cargo desde Ancud hasta Quellón, y crearemos otros en lugares que nos encontramos estudiando”, dijo. Justamente, esta zona vivió a mediados de 2016 tres semanas de protestas a causa del factor “Marea roja”.
Mostrar beneficios
Asimismo, Vélez manifestó que es necesario, paralelo al inicio tecnológico de un proyecto, un acercamiento con la comunidad en general para informar objetivamente de la iniciativa, mostrando los beneficios que busca generar, así como las estrategias de sustentabilidad ambiental.
“Para que en la zona norte del país no suceda lo mismo que en el sur, en cuanto al divorcio y desinformación que se ha observado históricamente entre un exitoso sector salmonicultor, que ha permitido un importante desarrollo social, y una comunidad poco empoderada o poco empática con su propia industria”, recalcó.
El directivo apuntó que, de cada cinco pescados que se comen en el mundo, tres provienen de la acuicultura, lo que continuará aumentando por la escasez de recursos marinos silvestres. Así que la diversificación llegó para quedarse y expandirse frente a un mercado local pobremente abastecido por el sector y a precios muy altos, siendo restrictivo para muchos consumidores.
Por lo que no solamente se tendrá que pensar en exportar, “sino que debemos preocuparnos primeramente del mercado local, del beneficio de consumir nuestros productos del mar, haciéndolos accesibles a los niños, pero encargándonos de los impactos de los proyectos, ya que, como toda actividad productiva moderna, la acuicultura tiene que comprometerse fuertemente con elementos de sustentabilidad, tanto ambientales, como sociales, así como económicos”.
En ese sentido, el gerente general de ADL Diagnostic Chile comentó que “como estamos trabajando en la diversificación acuícola, tenemos que abordar el aspecto de la opinión pública, para mejorar la imagen de la salmonicultura chilena y, además, no permitir que la mala visión acerca de este último sector incluya también a las nuevas especies que se desarrollan”.
Con todo, el presidente de la Sociedad Chilena de la Acuicultura opina que, dependiendo de la especie, los cultivos en la zona centro norte del país, tienen una gran posibilidad de desarrollarse en tierra, en sistemas cerrados y controlados, así como en sistemas abiertos o balsas jaulas, por lo desafiante que es el mar en algunas áreas del extremo norte de Chile, por lo que sus retos serán en gran medida no muy distintos a los de la salmonicultura, de cara a las comunidades ribereñas.