Claves para combatir la cuarta causa de mortalidad infecciosa de salmónidos en Chile
Chile: Destacadas científicas y el equipo de Salmofood, afirman que tratamientos con agua dulce, probióticos y aditivos en alimento para peces, son las principales estrategias contra Amebiasis Branquial (AGD).
Durante la jornada de ayer, se realizó una nueva jornada de Conecta Sanitario, enfocado en salud branquial de peces y probióticos. Los expositores presentaron experiencias en torno a la Amebiasis Branquial (AGD), la cuarta causa de mortalidad infecciosa del salmón Atlántico en Chile.
En el encuentro, la subdecana de la Facultad de Ciencias e Ingeniería de Investigación de la Universidad de Tasmania y Doctora en ciencias con especialidad en toxicología y branquias, Bárbara Nowak, se enfocó en definir este patógeno que significa grandes costos para las industrias salmonicultoras de Noruega, Escocia, Irlanda, Tasmania y Chile.
Actualmente, “vemos que el calentamiento global, la presencia de piojos de mar, la salinidad y la intensificación de la salmonicultura son factores de riesgo que pueden aumentar la presencia de AGD”, dijo Nowak.
En cuanto a los tratamientos para manejar esta enfermedad, la especialista aseguró que existen una serie de opciones, entre ellas, baños con agua dulce, uso de peróxido de hidrógeno y jaulas snorkel, desarrollo de herramientas de selección genética, administración de alimentos funcionales, investigación de vacunas, además de tratamientos experimentales con químicos tóxicos para la ameba (bithionol y Chlotamine T) y mucolíticos en base a L. cysteine.
Block recover
En tanto, el jefe de nutrición de Vitapro Chile, Sergio Castillo, comentó acerca de los fundamentos del aditivo Block Recover que ofrece Salmofood desde diciembre del 2020.
“El aditivo ha sido utilizado por tres de nuestros clientes; en un número de centros de cultivo que representa el 30% de los centros alimentados por Salmofood. Se ha utilizado previo o posterior a desafíos ambientales. Se ve una muy clara mejora de la condición branquial de los peces a nivel histologico y macroscópico, se incrementa la expresión de proteínas formadoras del mucus y favorece procesos de detoxificación y fortalece la respuesta inmune ante desafíos de estrés”, especificó Castillo.
“Las bacterias adecuadas en el lugar correcto”
Luego, la doctora en nutrición con un Máster en toxicología, Fanny Giudicelli, profundizó en el uso de probióticos como una relevante alternativa que otorga beneficios inmunológicos y metabólicos en el pez.
“Los probióticos más usados son levaduras vivas, microalgas y bacterias, siendo la mayoría de origen terrestre. De acuerdo con una reciente investigación realizada en Noruega, se observó que durante la suplementación de salmones el probiótico terrestre no persiste en la microbiota del salmón después de la transferencia al mar”, comentó la especialista.
Es por esto que en Marine Akwa, compañía donde Guidicelli es fundadora, propone el uso de probióticos marinos, “ya que son nativos/endémicos y muy adaptados al entorno acuático, no tienen impacto en el medio ambiente y muestran una mejor proliferación/crecimiento, colonización y actividades metabólicas (secreción de sustancias activas) en comparación a las bacterias terrestres”.
Efectos
En el probiótico desarrollado por la empresa, se utilizan varias cepas de bacterias marinas con perfil complementario, capaces de colonizar y multiplicarse en el tracto, secretando varias sustancias activas en base a una tecnología de encapsulación única en algas.
Marine Akwa ya ha realizado pruebas de su producto en camarón y tilapia, asegurando obtener buenos resultados, mayores pesos y beneficios en ambas especies que apoyan una mejor productividad: “En base a pruebas en trucha, detectamos un aumento de peso y crecimiento de los alevines del 33%, lo mismo a nivel de juveniles, además de reducirse el factor de crecimiento alimenticio. En Chile, apoyados por la estación experimental de Salmofood, observamos que el uso de probióticos marinos en salmón aumenta significativamente el peso, en 3,2%”, detalló la representante de la empresa.
“El uso de probióticos marinos encapsulados en algas disminuyen la producción de cortisol y glucosa debido al estrés por respectivamente. Además, poseen varios beneficios para los animales acuáticos, tales como la producción de sustancias inhibitorias; mejoras en la respuesta inmunitaria, por ende, mejor sobrevivencia; mejoras de la morfología gástrica; ayudan a la función de digestión; y modulan la microbiota para una relación beneficiosa entre bacterias buenas y malas, impulsando un mejor crecimiento”, finalizó Guidicelli.