El ingeniero acuícola Lucas Maglio, en el embalse de Piedra del Águila, con las balsas jaula detrás. Foto: Clarin.

Desarrollan revolucionario proyecto de cultivo de truchas en la Patagonia

Argentina: En el embalse de Piedra del Águila, en Neuquén, apuntan a producir en la próxima década 15 mil toneladas anuales de truchas plateadas de agua dulce, siendo un proyecto inédito en Argentina.

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La idea del proyecto que podría revolucionar la acuicultura argentina surgió en Perú, a 4.700 metros sobre el nivel del mar, donde puede faltar el oxígeno, pero no las ideas innovadoras.

Según lo publicado por el diario Clarín, es una historia que involucra a Chile, Perú, Argentina, Noruega y Dinamarca y se relaciona con una manera de producir truchas bajo un profundo compromiso con la sustentabilidad, bienestar animal y compromiso social. Un proyecto generador de divisas y el sueño del primer ingeniero acuícola argentino, Lucas Maglio.

Un grupo empresarial con 30 años de experiencia en acuicultura y con presencia en Chile y Perú, suma ahora a Argentina dentro de su plan de desarrollo acuícola regional, ya que desde hace cuatro años esta llevando adelante una inversión sin precedentes en el área de la producción acuícola en la zona del Comahue (Neuquén y Río Negro), con el objetivo de cultivar y cosechar más truchas allí que el total de lo que produce Argentina en todas las especies. Lo anterior, con tecnología de punta, genética de elite importada y lo mejor del mundo en manejo productivo: cámaras, software, microchips y seguimiento en tiempo real.

“A diferencia de Chile, Argentina no ha desarrollado la acuicultura según podría a partir de su potencial acuícola y ambiental. Será un punto de inflexión para la acuicultura argentina”, destacó el ingeniero acuícola argentino, Lucas Maglio, que desde hace varios años vive en Chile, pero soñó siempre con un proyecto de esta envergadura en su país.

“Todo empezó en octubre de 2017 cuando fuimos a instalar un equipo de nanoburbujas con oxígeno para mejorar la condición del agua en Perú, a 4.700 metros de altura, para una empresa que se había instalado allí a producir salmónidos sin antibióticos. Cuando me enteré de que tenían oficinas y planta de proceso en Puerto Montt, donde yo vivo, a solo 5 horas en auto de Piedra del Águila y los embalses del Limay, les propuse replicar el exitoso modelo de Perú en el embalse Piedra del Águila”, relató Maglio, Country Manager de Mar Andino.

Ovas de trucha importadas de Dinamarca. Foto: Clarin.

Después de lograr la aprobación y el apoyo del gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, y la gobernadora de Río Negro, Arabela Marisa Carrera, en mayo de 2019 se importó la primera tanda de ovas desde Dinamarca, se incubaron, se desarrollaron en excelentes condiciones. En paralelo con líneas de genética local, estos pescados ya fueron exportados a Japón en abril del 2020. Actualmente ya están próximo a la cosecha de los siguientes lotes a partir de febrero del 2022 con pesos de 2,8 a 3 kilos por cada trucha.

“Durante este período hemos seleccionado futuros reproductores para iniciar nuestro plan de desarrollo genético, esperamos en algún momento poder genotipificar estos peces, establecer la base genética e iniciar un programa de familias con marcaje vía pittag (microchips). Esto nos permitirá paulatinamente disminuir el ingreso de ovas importadas y apoyarnos en nuestra genética propia”, explicó Maglio.

Más pescado que toda Argentina

El proyecto en Piedra del Águila tiene como objetivo llegar en diez años a producir unas 15 mil toneladas de truchas plateadas de agua dulce con genética de punta, 100% libres de antibióticos y excelentes niveles de conversión.

“Pero hay que ir de a poco para ver cómo reacciona el ambiente. Así, para el 2022 se proyectan cosechar 1.700 toneladas para alcanzar unas 4 mil en el 2023, luego seguir incrementando los volúmenes de producción de manera sustentable. Actualmente en la operación en Perú y a más de 4500 metros de altura estamos cosechando unas 10.000 toneladas por año, logrando envío de pescado fresco todas las semanas a distintos mercados del mundo”, contó Maglio.

Las truchas alcanzan un peso de 2,8 a 3 kilos. Foto: Clarin.

Infraestructura

Para dimensionar el proyecto en cuando a infraestructura y capacidad de cultivo, se está transformando profundamente el estándar productivo en cuanto a las balsas jaulas utilizadas.

“Pasamos de las clásicas jaulas artesanales de 6x6 metros o 10x10 mts., a jaulas de 15x15 y 30x30 metros de tecnología noruega, el mismo estándar que se utiliza en ese país o en Chile. Pasamos de unidades de 180 metros cúbicos a unidades de 13.500 metros cúbicos, esto no sólo hace mas eficiente la inversión, sino que además mejora considerablemente las condiciones de cultivo, y el bienestar animal, nos permite mantener nuestros peces a bajas densidades de cultivo lo que repercute en peces más sanos, de excelentes crecimientos y con un bajo impacto ambiental”, destaca el profesional.

Planta de faena modelo

Todo el ciclo sucede en un radio de 3 kilómetros donde está concentrada la incubación, la primera etapa de juveniles, el engorde en jaulas en el lago y la planta de proceso que hizo la provincia de Neuquén, pues el desarrollo de la actividad acuícola se enmarca en el Plan Quinquenal 2019-2023 para la ampliación de la matriz productiva provincial.

“Esta distancia nos permite llegar con el pescado recién sacrificado a la planta de proceso logrando una calidad de filete superior”, remarcó Maglio.

La planta construida en Piedra del Águila de 900 metros cuadrados, es única en el país y tiene una capacidad actual de más de 5 mil toneladas en tres turnos. “Con esto estaríamos bien para los primeros años, pero después habría que pensar en ampliarla y dejar quizás una de valor agregado y otra de proceso primario”, apuntó el ingeniero acuícola.

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