Los desafíos de reducir el agua utilizada en sistemas RAS
Chile: Frédéric Gaumet, jefe de I+D e Innovación de Pure Salmon Kaldnes, manifestó que el propósito futuro de la salmonicultura es pasar de smolt a post-smolt en RAS, con más biomasa en los estanques.
“El cambio verde a la producción terrestre del salmón en etapa post-smolt: el difícil camino hacia la reducción del uso del agua” fue la temática que presentó Frédéric Gaumet, jefe de I+D e Innovación de Pure Salmon Kaldnes, en la reciente versión de Patagonic RAS, organizado por BioMar Chile.
El profesional se refirió a las tendencias en cultivo RAS que se están desarrollando en Noruega y que prontamente se comenzarán a implementar en Chile, principalmente con el foco en la reducción de uso de agua y la huella hídrica.
Pure Salmon Kaldnes es una unidad de negocio subsidiaria de Pure Salmon y actualmente se encuentra trabajando en dos grandes proyectos RAS en Japón y Estados Unidos. “En los últimos 15 años nos hemos especializado en RAS y hemos desarrollado 17 proyectos para smolt y post smolt y 21 proyectos de ciclo completo de salmón. Hemos realizado muchos proyectos y podría decir que uno de cada tres salmones que van al mercado proviene de las instalaciones que construimos”, detalló Gaumet.
A juicio del profesional, el propósito futuro de la salmonicultura es pasar de smolt a post-smolt en RAS, con más biomasa en los estanques y más generación de desechos. “Son muchos los desafíos, entre ellos como manejar, transportar, alimentar y vacunar a esta biomasa de peces. Por otra parte, se necesitan estanques más grandes, por lo que es muy importante contar con alta velocidad hidráulica ya que reduce el tiempo del gran flujo de agua necesario. También es necesario manejar los riesgos del estanque, como los sedimentos y las partículas, con grandes tuberías”.
Mientras más grande sea la instalación RAS, más agua y energía se necesitan, ya que se generan más desechos. “Por ello, estas instalaciones deben diseñarse según su funcionalidad y la logística asociada a todos los elementos que se utilizan dentro de una instalación RAS, como la energía, el agua, los gases, el alimento de los peces, el personal que trabaja. Un centro más grande de RAS también supone riesgos más grandes y mayores desafíos”, manifestó el biólogo marino.
Según lo planteado por Gaumet, al referirse a la sustentabilidad, esto se basa en la utilidad hídrica, el bienestar animal, la gestión de la energía y los desechos. “Por ejemplo, en un sistema de flujo abierto se pueden utilizar 50 mil litros de agua por kilo de alimento, lo que supone muchos desafíos en materia de bioseguridad y cobra relevancia la calidad de agua donde están los peces. Por otro lado, con sistemas de reutilización del agua, se utilizan 15 mil litros de agua por kilo de alimento, se pueden eliminar partículas y gases nocivos para los peces. Sin embargo, con la tecnología RAS, se utilizan 500 litros por kilo de alimento, reduciendo considerablemente la cantidad de agua utilizada”, comentó el profesional de Pure Salmon Kaldnes.
“Ahora bien, si se quiere reducir aun más la cantidad de agua utilizada y la huella hídrica, desde hace algunos años en Noruega se están utilizando sistemas RAS altamente cerrado, que utilizan 150 litros de agua por kilo de alimento, pero es un sistema más desafiante por la acumulación de nitrato”.
Según el profesional, al calcular la cantidad de agua que se necesita para un sistema RAS se debe tener en cuenta el equilibrio. “Aun estamos discutiendo cual es una buena calidad de agua en sistemas completamente cerrados, que utilizan 30 l/kg. Y si queremos hablar de sustentabilidad, mientras más se trate el agua utilizada, más energía se utilizará”.