Desinformación suele ser principal causa de intoxicaciones en Semana Santa

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El Dr. Víctor Alvarado Lacrampe, director de la mencionada Escuela y docente de la cátedra de microbiología, comentó que “los problemas sanitarios por consumo de productos del mar, especialmente mariscos y pescados de todo tipo, se producen en la mayoría de los casos como consecuencia de los malos hábitos de higiene de quiénes manipulan estos productos, a lo que se suma la pérdida de la cadena de frío y, por supuesto, el grado de frescura de los mismos, transformándose su consumo en muchos casos en un riesgo sanitario de gran importancia. Su verdadero impacto en la salud humana muchas veces es desconocido por la población, pudiendo ir desde un simple malestar digestivo a una diarrea o incluso en casos extremos, concluir con la muerte de quién los consume”.

En qué debe fijarse el consumidor al comprar pescados

El pescado fresco debe tener siempre un ligero y agradable olor a mar, ofrecerse completo (no fileteado), presentar branquias (agallas) rojizas y sin mucosidad abundante, escamas firmes en el caso de los pescados que las posean y ojos siempre brillantes. Al ejercer presión con el dedo sobre la piel y luego retirarlo, no debiera quedar la huella marcada.

Jamás debemos aceptar la venta de pescado fileteado, pues ello podría inducir a engaño al no poder revisar las características anteriormente señaladas. En el caso de estos filetes, que suelen ofrecerse a precios aparentemente atractivos, debemos ser cuidadosos en revisar que la carne esté dura y no se desprendan las espinas, pues en este caso, no hay duda que se trata de pescado que ha perdido la cadena de frio y tampoco está fresco.

Estos pescados deben adquirirse sólo en lugares autorizados (supermercados, mercados y ferias libres autorizadas) y evitar sectores de venta ambulante u otros. Importante es preocuparse que si el pescado es fileteado delante suyo, el agua que se utilice para su lavado posterior, sea solamente potable y jamás proveniente de baldes o receptáculos donde suele ser almacenada, lo que es muy común y carece obviamente de toda higiene.

Una vez adquirido el producto y siguiendo las recomendaciones anteriores, importante es que sea trasladado lo antes posible a la casa, evitando exponerlo a altas temperaturas ambientales. Una vez en el hogar debe evitarse la contaminación cruzada con otro tipo de alimentos, sean éstos crudos o cocidos.

La invitación es por lo tanto a disfrutar de estas fiestas de Semana Santa en familia o con nuestros amigos, con responsabilidad, siendo muy consecuentes y por sobretodo evitando consumir pescados y mariscos de dudosa procedencia, donde no se haya respetado la cadena de frío o con clara evidencia de no estar en buenas condiciones higiénicas y/o de frescura.