Plumas de pollo se podrían utilizar como alimento para peces
Noruega: La llamada “materia prima residual” podría convertirse en comida o alimento para peces. Es difícil, pero ahora los científicos saben cómo lograrlo.
Actualmente, las plumas de pollo en su mayoría no se usan para nada, siendo desechadas en vertederos.
“La industria no denomina a esto desperdicio. Lo llaman materia prima residual”, comenta Volha Shapaval, profesora asociada en NMBU y que trabaja para convertir las plumas en una materia prima útil.
Difícil de romper
El problema es que los resortes son difíciles de romper. “Hay materiales proteicos muy duros en las plumas. Se basan en queratina, que también se encuentra en el cabello y la piel”, manifiesta el profesor de NMBU Vincent Eijsink.
“Se encuentra en grandes cantidades en la naturaleza, pero no existe una buena tecnología para utilizarlo con métodos ecológicos. Por lo tanto, iremos en busca de microbios que sean capaces de descomponer las plumas y encontraremos las enzimas que utilizan estos microbios”, recalca Eijsink.
Shapaval argumenta que para ello, la respuesta puede estar en la Antártida. “Encontramos una bacteria que puede comer plumas y que puede descomponer la queratina en las plumas en materiales ricos en nitrógeno en una forma que puede usarse para un poco de todo”, puntualiza.
Sopa de plumas
En la práctica, esto significa que las plumas se convierten en una sopa. Dentro de tres a cinco días, las bacterias pueden disolverlos para que se vuelvan líquidos.
“La idea es que esta sopa se pueda utilizar para hacer nuevos productos, por ejemplo, a través de la fermentación. Pero también analizaremos la composición química y veremos si hay sustancias de alta calidad que se puedan usar directamente”, agrega la investigadora.
Combustible y alimento para peces
“Estamos interesados en utilizar estos componentes básicos para cultivar hongos, levaduras y microalgas que produzcan valiosos ácidos grasos, proteínas y pigmentos. Pero esa es solo una de las muchas cosas que puede hacer. Si descomponemos correctamente la sopa de plumas, podemos usarla como combustible, alimento para peces o muchos otros productos biotecnológicos”, explicó Eijsink.
El investigador comentó cómo los científicos han estado tratando de encontrar los microbios y enzimas correctos durante décadas sin mucho éxito.
“Lo nuevo ahora es que tenemos una caja de herramientas biotecnológicas ampliada y métodos mucho mejores. Podemos buscar con mucha más precisión y, por lo tanto, vale la pena buscar de nuevo”, detalló.
Lo más difícil
En la investigación de las plumas participa Norilia, la empresa que trata de aprovechar al máximo lo que la industria de la carne y los huevos ha tenido que desechar anteriormente.
“Las plumas no son un recurso enorme, pero son una de las cosas más difíciles de explotar. Norilia dice que si puedes hacer plumas, puedes hacer todo”, recalca Eijsink.
De esta manera, lo que los investigadores descubran sobre las plumas se puede adaptar para que también sea posible utilizar tendones, piel, cartílagos y todo lo demás que no se come de la carne y el pescado.
La investigación de plumas es solo uno de los muchos temas en los que NMBU trabaja junto con colegas en institutos de investigación y empresas.
“Este es un SFI, un centro para la innovación impulsada por la investigación, donde NMBU está involucrado precisamente por su gran experiencia en enzimología y el uso industrial de enzimas. En lo que generalmente trabajamos en el SFI es precisamente en desarrollar nuevas mezclas de enzimas y materias primas más eficientes para que todo lo que tenemos se utilice de manera más completa y nada se desperdicie. La madera y las conchas de los camarones son otros ejemplos de materias primas que los investigadores de NMBU utilizamos para crear sustancias nuevas y valiosas”, destacó Vincent Eijsink.