Eduardo Goycoolea. Foto: Archivo Salmonexpert.

Presidente de IFFO plantea que calidad de alimentos para salmónidos es menor que hace 20 años

Chile: El nuevo presidente de IFFO, Eduardo Goycoolea, aseguró a Salmonexpert que “la calidad de alimentos que tiene hoy la industria del salmón, comparada con la de hace 20 años, es inferior y por eso es que el negocio se comporta más complejo”.

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Desde el 1 de enero de 2018, Eduardo Goycoolea asumirá como nuevo presidente de IFFO, organización no gubernamental que representa y promueve la industria de harina y aceite de pescado y otros ingredientes de origen marino a nivel mundial. A su vez, se mantendrá como director ejecutivo de New World Currents, joint venture de salmonicultoras chilenas en China, por no existir incompatibilidad entre los cargos.

En entrevista con Salmonexpert, Goycolea afirmó que entre los temas principales que desarrollará a la cabeza IFFO durante los próximos dos años, está el “continuar demostrando que la harina de pescado es la mejor proteína existente, no solamente para el ser humano, sino que también para los peces de cultivo, los que crecen más y mejor mientras más ingredientes de origen marino tengan en su dieta. Este tema es muy importante para Chile”.

Ingredientes animales

Durante los últimos años, se ha observado un esfuerzo y tendencia por parte de las industrias elaboradoras de alimentos para peces, por reemplazar la harina y aceite de pescado por productos vegetales, esto justificado en la necesidad de disminuir la presión sobre la pesca pelágica especialmente.

Goycoolea comentó que “lo que ha ocurrido en los últimos años es que la harina y el aceite de pescado se han ido transformando en bienes más escasos, por tanto, aumentaron de precio”.

Además detalló que “la industria de alimento de salmones hace 20 años usaba entre 40% y 50% de harina de pescado en la dieta y hoy la cifra se encuentra en el rango 10%-15%. La excesiva sustitución ha sido con vegetales, pues los productores necesitan cumplir con la mayor demanda mundial y también ser competitivos en precios. Es una tendencia mundial y estaría llegando al límite”.

En este sentido, y respecto de la existencia de un punto de equilibrio para los productores de salmón, el especialista explicó queel equilibrio que tienen que encontrar los productores de salmón está entre el costo del alimento que compran y la calidad del mismo, y esto último se refleja en la velocidad con que crecen los peces, el peso al que llegan y el nivel de sanidad que tienen durante el ciclo específico”.

“Se ha visto que cuando los alimentos tienen muy poca proteína proveniente de alimentos marinos, los peces se enferman más, hay que darles más antibióticos, realizarles más tratamientos, obteniendo menores resultados que los esperados”, agregó.

Goycoolea argumentó que “existen productores de alimentos que indican que trabajan sin harina de pescado, y cualquiera puede hacerlo, sin embargo, se debe ver si es bueno para el salmón y el negocio de las empresas. Yo pienso que no es lo que uno quisiera para su operación”·.

Factores de enfermedad

Preguntado sobre las consecuencias que tiene la disminución de ingredientes marinos en la alimentación para peces, el futuro director de IFFO dijo que dentro de su experiencia, no le cabe la menor duda de que “si se disminuyen las principales proteínas y ácidos esenciales en la alimentación del salmón, el pescado que tuvo mayor consumo de productos vegetales no será tan bueno en términos de calidad”.

“Aunque no es posible definir una relación directa entre una y otra variable (alimento y enfermedades), tengo la convicción de que la calidad de alimentos que tiene hoy la industria del salmón, comparada con la de hace 20 años, es inferior y por eso es que el negocio se comporta más complejo”, expresó.

Detallando que, “hay un dicho estadounidense que señala que “los pescados comen pescados”, entonces, si se reemplaza el alimento con productos vegetales como la soya, al final no es el animal adecuado para entregarlo al consumidor. El comprar un alimento de más bajo costo generalmente tiene un efecto en el menor o más lento crecimiento del salmón y en la calidad sanitaria del mismo”.

En tanto, respecto del cómo afecta al consumidor de salmón el menor uso de harina y aceite de pescado en los alimentos para peces de consumo humano, dijo que “el contenido de EPA y DHA, que son aminoácidos esenciales transmitidos por el salmón a la población y que le son proporcionados por la harina y aceite de pescado a través del omega 3, es muy inferior al que poseía hace 20 años, por la alimentación que recibe actualmente. La calidad nutricional es menor”.

“De todos modos, cabe señalar que la industria del salmón tampoco podría alimentar hoy con entre el 40% y 50% de harina de pescado como antes, porque no existe suficiente cantidad. Es por eso que se ha reemplazado por productos vegetales, sin embargo, se está llegando a un límite”, dijo Goycoolea.

Finalmente, respecto de la existencia de un porcentaje ideal de harina y aceite de pescado en las dietas de salmón de cultivo, comentó que “no lo puedo decir técnicamente, pero sí tengo claro que, respecto al aceite de pescado, la utilización que tiene el salmón del mismo es alto, así que al ser un bien escaso, se deben encontrar alternativas en otras fuentes de alimento, como es el caso de las algas”.

“En cuanto a la harina de pescado, hay suficiente como para triplicar el actual uso en el sector, con lo que no existe la necesidad de seguir sustituyéndola a riesgo de generar una producción acuícola no adecuada. Además, los grandes ajustes al alza de su precio ya se concretaron, y veremos probablemente movimientos más acotados a futuro”, concluyó.