Astaxantina natural y su homólogo sintético en la balanza
Unión Europea: El pigmento es empleado, en gran parte, por la industria salmonicultura para dar la tonalidad anaranjada característica de su carne y tiene un mercado potencial de US$ 120 millones.
La preocupación creciente por llevar una vida saludable y la curiosidad por probar nuevos productos naturales están cambiando la forma de ver los nuevos alimentos marinos y se están cambiando los hábitos de consumo hacia productos ecológicos, zumos detox, dietas alcalinas o nutracéuticos. Estas nuevas tendencias de consumo, puede convertirse en una oportunidad para que nuevas empresas de acuicultura se lancen a la producción de microalgas y sus derivados.
Dentro de esta línea de productos saludables, derivados de las microalgas, se encuentra la astaxantina, que, a pesar de ser un pigmento empleado en salmonicultura para dar la tonalidad anaranjada característica de su carne y tener un mercado potencial de US$ 120 millones, está controlado por las grandes empresas químicas que lo producen de manera sintética, incluso para producción ecológica.
Pero la astaxantina es más que un simple colorante, ya que posee una alta capacidad antioxidante, pues es 65 veces más potente que la vitamina C, 54 veces más potente que el betacaroteno y 14 veces más potente que la vitamina E. Además, se le atribuyen efectos beneficiosos en la prevención de enfermedades cardiovasculares, mejora de la salud ocular, efectos fotoprotectores, y como protección neurológica.
Actualmente la obtención de astaxantina natural se realiza a través del cultivo de la microalga verde de agua dulce Haematoccocus pluvialis, usada actualmente para obtener este ingrediente. Sin embargo, y al contrario de lo que inicialmente podría parecer, no es un mercado ganado ya que existe un equivalente sintético más barato y abundante que le hace la competencia.
El mercado está poco regulado y es por ello que el kilo de astaxantina para consumo humano obtenido de la microalga puede oscilar entre US$ 1.200 a 8.000. Este alto rango de precios depende de la calidad del producto elaborado, y la concentración de astaxantina pura, que suele ser entre 1 a 2%, por kilogramo de biomasa de microalga. Solo en el caso de la salmonicultura, el empleo de este pigmento representa un mercado de US$ 120 millones.
Es por eso que con objeto de defender los intereses de los productores de astaxantina a partir de la microalga Haematoccocus se ha creado NAXA (Natural Algae Astaxanthin Association). En NAXA defienden que su producto es diferente a pesar de tratarse de la misma molécula, ya que la forma natural está esterificada en más de un 95% frente a la sintética que está en forma libre. Con la esterificación, los ácidos grasos naturales de la astaxantina están unidos a uno o ambos extremos de la molécula. Por el contrario, la sintética está en forma libre, o no esterificada.
A pesar de la controversia, la astaxantina sintética viene avalada por un Dictamen Científico llevado a cabo por la Autoridad Sanitaria Europea como aditivo en el alimento de salmón, trucha y otros animales.
Según el citado Dictamen elaborado por el Panel de Expertos sobre Aditivos y Sustancias Usadas en Alimentos para Peces (Feedap), “la astaxantina sintética es segura para los salmónidos en concentraciones de hasta 100 mg/kg en la dieta completa, una conclusión que se puede extrapolar a otros peces y peces ornamentales”.
Para llegar a estas conclusiones, el panel de expertos estudió durante 21 meses a 260 salmones estabulados en lotes, a los que se le suministraron dietas experimentales que contenían 10, 20, 40, 60, 80, 100, 150 o 200 mg de astaxantina por kilo de alimento.
Pigmentación de los salmónidos
Desde hace más de 20 años se conocen los efectos beneficiosos del uso de astaxantina en la nutrición de salmónidos como la trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss) o el salmón Atlántico (Salmo salar).
Lo más importante en este momento para poder utilizar la astaxantina natural es conseguir un proceso de producción y extracción rentable económicamente. Para ello, los investigadores se han centrado en encontrar una técnica física de obtención del pigmento a través de la Haematoccocus pluvialis, pues abriría una posibilidad de incluir este carotenoide a la producción ecológica, que todavía sigue empleando la forma sintética.
Con este objetivo, investigadores británicos de la School of Natural Sciences and Psychology de la Universidad de Liverpool, evaluaron recientemente una serie de técnicas físicas de disrupción celular para ayudar al procesamiento de células de la microalga Haematococcus pluvialis para extraer astaxantina y la han probado en dietas comerciales de trucha arcoíris.
Según los resultados, el almacenamiento de las células interrumpidas fue óptimo a -20º centígrados en la oscuridad bajo nitrógeno. Las células obtenidas se secaron por pulverización, se incorporaron a las dietas de trucha arcoíris y se obtuvo un nivel comercial de pigmentación en el músculo de los peces después de una suplementación dietética de 10 semanas.
“La composición geométrica de la astaxantina, depositada en el músculo, fue casi idéntica a la observada en Haematococcus. Se observaron cambios en la quiralidad (propiedad de un objeto de no ser superponible con su imagen especular) de la astaxantina depositada en la piel, en comparación con aquella aislada tanto del músculo blanco como de la microalga”, indicaron.
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