Determinación de la sensibilidad de la técnica de qPCR en la electroforesis vertical en un gel de agarosa 2%. Foto: Dr. Ruben Avendaño.

Chilenos desarrollan nuevo qPCR para la detección de Tenacibaculum

Chile: Un reciente estudio científico muestra el desarrollo y validación de un nuevo protocolo para el diagnóstico específico de dos especies del patógeno emergente que produce la Tenacibaculosis, Tenacibaculum dicentrarchi y "T. finnmarkense”.

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Comúnmente, los brotes de Tenacibaculosis se pueden dividir entre los que están asociados a Tenacibaculum maritimum y otras bacterias del género Tenacibaculum reconocidas en la actualidad como patógenos emergentes. En salmón Atlántico, las especies no relacionadas con T. maritimum, son T. dicentrarchi y "T. finnmarkense".

El diagnóstico presuntivo de la Tenacibaculosis causada por estas dos últimas especies se sustentan en los signos clínicos externos y la identificación microscópica de la bacteria. Otra herramienta diagnóstica es la histopatología, la cual permite visualizar infecciones y mejorar la detección de la enfermedad.

Sin embargo, el diagnóstico definitivo no puede hacerse a través de signos clínicos, ya que pueden ser el resultado de otras causas o infecciones bacterianas, específicamente en coinfecciones con Piscirickettsia salmonis u otros patógenos.

Por lo tanto, el diagnóstico definitivo requiere del aislamiento de colonias de T. dicentrarchi o “T. finnmarkense” en medios de cultivo específicos, asociado a una técnica molecular como el PCR o su variante qPCR. Sin embargo, la confirmación del agente debe realizarse al menos con un número limitado de rasgos morfológicos y bioquímicos.

Ante esta inquietud, el Dr. Ruben Avendaño, investigador de la Universidad Andrés Bello y del Centro Incar, y su equipo de investigación analizaron la pareja de oligos descritos para un PCR convencional previamente descrito para T. dicentrarchi, pero hasta ese momento no evaluados con “T. finnmarkense”.

Taxonomía

El nombre de “T. finnmarkense”  se encuentra entre comillas debido a que fue publicado en una revista que no valida su nombre científico. En este contexto, la ortografía y nombre de una bacteria debe seguir la normativa de la Approved Lists of Bacterial Names (Amended) & Index of Bacterial and Yeast Nomenclature Changes. En este caso no se cumplió, ya que se publicó en la revista Antonie van Leeuwenhock. Por tanto, falta que sea aprobado el nombre, que es validado cuando es publicado en la revista International Journal of Systematic and Evolutionary Microbiology.

Por tanto, se desarrolló y validó el uso de este set de oligonucleotidos para proponer un nuevo protocolo de qPCR para detectar ambas especies.

Respondiendo a la necesidad de un método diagnóstico rápido, sensible y específico para la industria, “nuestro qPCR es una excelente herramienta para los laboratorios de diagnóstico que que prestan servicios a la salmonicultura, una industria que prioriza la rápida detección de T. dicentrarchi o "T. finnmarkense" a través de métodos moleculares específicos basados ​​en ADN y la determinación de la progresión de la enfermedad”, señalaron los investigadores en cuanto a la utilidad de la nueva herramienta.

Sin embargo, los científicos recomiendan que también debe complementarse el diagnóstico con cultivos microbiológicos para obtener colonias bacterianas y así poder visualizar no solamente su morfología sino también realizar otros estudios de relevancia para el control de la bacteria.

“El aislamiento bacteriano y la purificación de colonias proporciona la ventaja de identificar específicamente el estado taxonómico. Obtener cada aislado facilitará futuros estudios antigénicos/genéticos e investigaciones sobre autovacunas, además de basar los tratamientos antimicrobianos en resultados de laboratorio de la Concentraciones Mínima Inhibitoria (CMI)”, expusieron.

“En conclusión, nuestro protocolo de qPCR podría servir para la detección y el diagnóstico no sólo de T. dicentrarchi sino que también de "T. finnmarkense”; no obstante, recomendamos que el diagnóstico se realice junto con el aislamiento bacteriano y la caracterización bioquímica y fenotípica”, concluyeron los científicos.

Lea el estudio realizado donde se valida el protocolo aquí.