El 90% de las pesquerías de calidad alimentaria no se destina a consumo humano

Canadá: Un nuevo estudio realizado por Sea Around Us reveló que entre 1950 y 2010, el 27% de los desembarques comerciales marinos fueron desviados a usos distintos del consumo humano directo. Al respecto, el director general de IFFO comentó los principales cuestionamientos de dicho artículo.

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Según el estudio “Most fish destined for fishmeal production are food-grade fish”, publicado en la revista Fish and Fisheries por investigadores del proyecto Sea Around Us -del Instituto para los Océanos y las Pesquerías de la Universidad de Columbia Británica, Canadá- desde 1950 al 2010, el 27% (~ 20 millones de toneladas anuales) de desembarques de pesquerías marinas reconstruidos a nivel mundial, fueron destinados a usos distintos de consumo humano directo (CHD). En este contexto, el estudio destacó que el 90% de los peces destinados a usos distintos del CHD son de calidad alimentaria o de primera categoría, mientras que los peces sin un mercado listo para CHD, representan una proporción mucho menor.

El análisis se basa en información extraída de la base de datos global Sea Around Us, específicamente, sobre los datos de desembarques comerciales (industriales y artesanales) reconstruidos por taxón para cada país pesquero, para cada año desde 1950-2010.

Según los autores, estos hallazgos tienen implicancias en la forma en que estamos usando los peces para alimentarnos o, más apropiadamente, cómo no estamos usando los peces para alimentarnos.

Además, sostienen que esta tendencia no ha cambiado en los últimos años y plantea serias cuestiones relativas a la seguridad alimentaria, ya que la mayor parte de los peces desviados se clasifican como de calidad alimentaria o primaria.

La visión de IFFO

Andrew es licenciado en Ciencias pesqueras por la Universidad de Plymouth. Se unió a IFFO en 2011 como director general. Anteriormente fue director en el Marine Stewardship Council (MSC) donde fue responsable de los estándares y licencias, gestionó el abastecimiento global de pescados y mariscos de la cadena de supermercados británica Marks and Spencer y fue asesor a ministros del gobierno. Fuente: IFFO.

En este escenario, Andrew Mallison, director general de la organización no gubernamental que representa y promueve la industria de harina y aceite de pescado y otros ingredientes de origen marino a nivel mundial (IFFO), expresó en un comunicado que las fuerzas del libre mercado regulan la proporción entre los usos.

“Las ganancias para los pescadores suelen ser mayores cuando se vende al CHD y esta tendencia se reconoce en el documento, que cita que el 30% de la captura en la década de 1990 se destinó a la harina y aceite de pescado (HPAP), en comparación con alrededor de 18% en 2010, una tendencia que esperamos que continúe”, precisó el ejecutivo de IFFO.

Asimismo, destacó que la disminución del pescado entero que ingresa en la producción de HPAP se ha visto compensada por una mayor recuperación de los subproductos de procesamiento, al punto que alrededor del 35% de la materia prima total utilizada para producir HPAP, proviene, actualmente, de productos de desecho reciclados. “Muchas empresas que procesan HPAP también producen productos para el CHD cuando es posible, lo que permite una capacidad de respuesta rápida para desviar la materia prima al CHD a medida que surgen los mercados”, explicó Mallison.

Los mercados de CHD también pueden disminuir

“El arenque del Atlántico del Norte era un alimento básico de la dieta británica en la posguerra, pero cayó en desgracia cuando otras opciones más convenientes de proteína se volvieron disponibles. Luego, los desembarques se utilizaron para la producción de harina de pescado hasta que otro mercado abrió alrededor del año 2000, cuando los mercados de África Occidental, Europa Oriental y Rusia se abrieron y los desembarques regresaron nuevamente a la producción de CHD”, reveló el ejecutivo.

Sin embargo, Mallison añadió que la experiencia ha demostrado que, incluso con subsidios u otras distorsiones del mercado, las muchas opciones de proteínas convenientes actualmente disponibles, tanto de pescado como de otras fuentes, hacen que sea excepcionalmente difícil persuadir a los consumidores a cambiar sus hábitos alimenticios en favor de esos pequeños pescados utilizados principalmente para la producción de HPAP.

“Después de muchos años y mucha inversión para promover el consumo de la anchoveta en Perú, y además, tomando en cuenta que las comunidades locales necesitan de una buena nutrición, el porcentaje de captura utilizado para el CHD es todavía inferior al 3%, alrededor de 150 mil toneladas. Sería interesante saber cuánta anchoveta, arenque o lanzón es consumido por los autores del documento”, expresó.

Estacionalidad de las pesquerías

Asimismo, para el director general de IFFO, un factor significativo que no fue considerado por el artículo, es la capacidad del mercado para absorber los volúmenes altos y máximos de captura. “En Perú, la pesquería de la anchoveta está bien gestionada, pero por naturaleza es estacional, con desembarques de millones de toneladas en dos temporadas, cada una de aproximadamente tres meses. El mercado de CHD local es incapaz de absorber esta cantidad fresca, y preservarla, por ejemplo, a través de la congelación, añade costos y requisitos de distribución que hacen que esta opción no sea viable. Esta situación es similar en otras pesquerías de pequeños peces pelágicos que son estacionales, donde el costo del pescado desembarcado es bajo, el costo relativo de conservación es alto y la conversión en aceite y proteínas secas y ambientalmente estables es la única opción”, señaló Mallison.

Finalmente, el ejecutivo de la organización de ingredientes marinos dijo que la posición de IFFO y de sus miembros, es que los productos marinos como la harina de pescado y el aceite de pescado tienen un papel importante en la nutrición humana, ya sea directamente a través de suplementos de aceite de pescado o, indirectamente, a través de su uso en alimentos balanceados para producir animales de granja para los que existe una clara demanda.

“Creemos que se debe permitir que los mercados operen libremente para asignar las materias primas para su procesamiento a los mercados que ofrecen las mejores rentabilidades para el productor, ya sea para el CHD o uso indirecto”, concluyó.