Chile lidera la batalla por la reducción de antimicrobianos en acuicultura

Expertos y líderes del sector destacaron innovadoras estrategias para disminuir el uso de antibióticos en la salmonicultura chilena, que a la fecha ha bajado 44%, cerca de la meta de la industria del 50%.

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Puerto Varas fue sede del primer congreso sobre “Gestión de enfermedades bacterianas en acuicultura: una mirada interdisciplinaria”, evento organizado por Intesal y Monterey Bay Aquarium y que durante tres días reúne a expertos de la industria, academia y autoridades para discutir soluciones frente a uno de los mayores desafíos sanitarios de la salmonicultura: el uso de antimicrobianos. A través de un enfoque colaborativo, se compartieron avances y estrategias innovadoras para reducir la dependencia de antibióticos, garantizar la inocuidad de los productos y promover la sostenibilidad de la industria.

Rolando Ibarra, Senior Fellow on Aquaculture Sustainability del Monterey Bay Aquarium (MBA), subrayó que la clave para reducir el uso de antibióticos radica en priorizar la prevención sobre el tratamiento. “Aunque la acuicultura supera actualmente a la pesca extractiva como principal fuente de proteína animal, este crecimiento implica desafíos sanitarios significativos que deben abordarse mediante estrategias proactivas”.

Ibarra destacó que Chile ha aprendido importantes lecciones de crisis pasadas, como la del virus ISA, que fortalecieron la colaboración entre ciencia, industria y gobierno. “Este enfoque coordinado ha permitido a Chile reducir un 42% el consumo de antibióticos, un logro sin precedentes en la salmonicultura mundial”.

El experto igualmente resaltó que la transparencia y el trabajo interdisciplinario son esenciales para liderar cambios globales en la acuicultura. “Chile tiene la responsabilidad de exportar conocimiento y prácticas sostenibles que beneficien tanto a la industria como al medio ambiente”.

Rolando Ibarra.
Javiera Cornejo.
Daniel Woywood.
Alicia Gallardo.

Por su parte, Wendy Norden, Directora de Programas Globales de Monterey Bay Aquarium, celebró el compromiso chileno de reducir en un 50% el uso de antibióticos para 2025. “Es un modelo que seguir, basado en la colaboración entre industria, academia y gobierno, que ha generado avances significativos en los últimos ocho años”, enfatizó.

En su intervención, Norden destacó la necesidad de explorar alternativas al uso de antimicrobianos, como vacunas y probióticos. “¿Qué más podemos hacer? La innovación en manejo sanitario es clave para garantizar la sostenibilidad de la industria y la seguridad alimentaria global”, señaló, haciendo un llamado a fortalecer las alianzas globales. “Ninguna institución puede resolver estos desafíos por sí sola. Necesitamos colaboraciones sólidas para construir un futuro sostenible para la acuicultura”.

En tanto, Mónica Rojas, subdirectora de acuicultura de Sernapesca, resaltó que las alianzas público-privadas son esenciales para enfrentar la resistencia antimicrobiana enfatizando en que el enfoque debe ser integral, considerando la salud animal, humana y ambiental en cada estrategia sanitaria.

“Aunque el SRS sigue siendo el mayor desafío de la salmonicultura chilena, se han implementado medidas efectivas que buscan controlar su impacto. Es nuestra responsabilidad avanzar hacia soluciones sostenibles que resguarden la salud pública y el medio ambiente”, afirmó la autoridad.

La profesional invitó actores de la industria a seguir colaborando en iniciativas que prioricen la prevención y reduzcan el uso de antimicrobianos ya que sólo mediante el trabajo conjunto se puede garantizar una acuicultura sostenible y competitiva.

A su vez, Arturo Clément, presidente de SalmonChile, enfatizó que la salmonicultura es el futuro de la alimentación mundial y que Chile tiene el desafío de liderar con prácticas responsables. “Nuestro compromiso de reducir un 50% el uso de antibióticos está muy cerca de cumplirse, con una disminución del 44% hasta la fecha”.

SVAR

Osvaldo Sandoval, jefe de Departamento de Salud Animal de Sernapesca presentó el Sistema de Vigilancia, Alerta y Respuesta (SVAR) como una herramienta clave para reducir el uso de antimicrobianos en la salmonicultura chilena. Este sistema tiene como objetivo prevenir, detectar y responder oportunamente a brotes de enfermedades bacterianas, minimizando su impacto en la producción y el medio ambiente.

Según Sandoval, la tecnología desempeñará un rol crucial en el SVAR. “La inteligencia artificial ayudará a identificar patrones de enfermedades y generar respuestas rápidas y efectivas, lo que posicionará a Chile como líder en innovación sanitaria”.

“La capacitación de personal será otro pilar del sistema. Todos los actores deben entender la importancia del uso prudente de antimicrobianos, promoviendo un enfoque multidisciplinario para mejorar las prácticas de manejo sanitario”, acotó la autoridad.

Igualmente, la transparencia será un componente clave del SVAR, ya que, a juicio del profesional, compartir información fortaleciendo la confianza entre la industria, las autoridades y la comunidad es esencial para el éxito del sistema.

El sistema también impulsará la investigación en alternativas a los antibióticos, como vacunas, probióticos y otras herramientas debido a que la innovación es la única vía para reducir la dependencia de los antimicrobianos.

“El SVAR requiere el compromiso de todos para alinear objetivos y garantizar su efectividad, consolidando un modelo de trabajo en equipo. La colaboración entre los actores de la industria será fundamental”, manifestó Sandoval.

El profesional comentó que el SVAR sentará las bases para una salmonicultura sostenible, siendo un sistema que sistema no solo beneficiará a la industria, sino que también contribuirá a la salud pública y a la protección del medio ambiente.

De acuerdo con lo planteado por Sandoval, el SVAR se estructurará en Working Packages (WP), diseñados para abordar diferentes aspectos de la vigilancia sanitaria.

El WP1 se centrará en la creación de una red de monitoreo integrada, involucrando a productores, investigadores y autoridades para recopilar datos en tiempo real. En este WP trabajará la Universidad de O’Higgins.

En el WP2, se implementará tecnología de inteligencia artificial para analizar grandes volúmenes de datos y detectar patrones de riesgo. En este WP estará involucrado el Centro Interdisciplinario para la Investigación Acuícola (Incar).

El WP3 estará enfocado en la capacitación de personal en prácticas de manejo sanitario y uso prudente de antimicrobianos. Este WP estará a cargo de la Universidad de O’Higgins y la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile (Favet).

El WP4 promoverá el desarrollo de alternativas a los antibióticos, como vacunas y probióticos, priorizando enfoques sostenibles. En este WP trabajará Sernapesca aprovechando las plataformas e información existentes.

El WP5 asegurará la transparencia en el sistema, mediante la publicación de reportes periódicos y la difusión de resultados a todos los actores involucrados. En este WP estarán involucrados la Universidad de O’Higgins y el Incar.

En el WP6, se evaluarán los impactos ambientales asociados al uso de antimicrobianos y se diseñarán estrategias para mitigar los riesgos. Este WP estará a cargo de la Universidad de Chile.

“Finalmente, el WP7 garantizará la colaboración internacional, estableciendo alianzas con otros países y organizaciones para compartir buenas prácticas y lecciones aprendidas. Chile debe liderar el camino hacia una acuicultura más responsable y sostenible”, concluyó el jefe de Salud Animal de Sernapesca.

Clément detalló los avances en el desarrollo de vacunas, dietas funcionales y manejo sanitario, que han permitido mejorar los estándares de la industria, haciendo hincapié en que Chile, junto con las Islas Feroe, lidera en sanidad acuícola a nivel mundial, gracias a la colaboración entre el sector privado, académico y gubernamental.

“La clave para enfrentar los retos futuros es el trabajo conjunto. La innovación y el aprendizaje continuo son esenciales para mantenernos competitivos y sostenibles”, precisó Clément.

Políticas públicas y regulaciones

En la primera sesión del Congreso, la Dra. Javiera Cornejo, académica de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias (Favet) de la Universidad de Chile (UChile) y Directora Ejecutiva del CASA, abordó la importancia del control de residuos de medicamentos veterinarios para garantizar la inocuidad alimentaria, explicando que los límites máximos residuales (LMR) son fundamentales para proteger la salud pública y cumplir con las exigencias de los mercados internacionales.

“Sernapesca lidera programas de monitoreo rigurosos que aseguran el cumplimiento de estos estándares. El control siempre se realiza según el mercado más estricto, reforzando la calidad de los productos acuícolas chilenos”, afirmó Cornejo.

La académica enfatizó que la colaboración entre academia, industria y organismos reguladores es clave para mantener la confianza de los consumidores. “Es esencial seguir innovando en herramientas de control y fortaleciendo la transparencia en nuestras prácticas”.

En tanto, Daniel Woywood, gerente técnico de Aquabench, con su charla “Yelcho, un compromiso de la industria salmonera a una nueva forma de relacionarse con el sector de salud animal”, presentó una estrategia innovadora para combatir el SRS, basada en el modelo utilizado para el manejo del Covid-19. “Nuestro objetivo es desarrollar herramientas eficaces que reduzcan significativamente el uso de antibióticos en la salmonicultura chilena”.

El proyecto incluye la implementación de nuevas plataformas tecnológicas para vacunas y estrategias integradas de manejo sanitario. Según lo planteado por Woywood se están probando cinco tecnologías innovadoras que prometen mejorar la prevención y el control del SRS.

“Es de gran importancia la transparencia y la estandarización en las pruebas de campo. La colaboración entre industria y academia es crucial para garantizar resultados efectivos y sostenibles”, concluyó Woywood.

Herramientas de la OMSA

En su charla magistral "Una salud, una acuicultura. Herramientas de la OMSA para prevenir RAM", Alicia Gallardo, presidenta de la Comisión de Estándares de animales Acuáticos de la Organización Mundial de la Salud (OMSA), remarcó que el concepto de “Una Salud” implica un enfoque integrado para abordar la salud humana, animal y ambiental, promoviendo una visión unificadora.

Apuntó que este paradigma busca la sostenibilidad de la salud de las personas a través de acciones coordinadas que también beneficien al medio ambiente y los ecosistemas acuáticos, subrayando la necesidad de superar enfoques sectoriales para avanzar hacia estrategias alineadas y efectivas. “Queremos mejor calidad de vida, un ambiente sano y agua limpia, evitando que los antimicrobianos fallen en casos básicos como una amigdalitis”.

La resistencia a los antimicrobianos (RAM) fue presentada como una de las mayores amenazas para la salud pública y la estabilidad económica global. Según la profesional, este problema cuesta dinero en atención médica y sistemas productivos, además de muertes, mencionando que aproximadamente 5 millones de personas murieron en 2019 debido a infecciones resistentes, y que la estrategia debe dirigirse hacia los antimicrobianos de mayor relevancia, priorizando su uso prudente.

“El Plan de Acción Mundial contra la RAM, adoptado en 2015, incluye cinco objetivos fundamentales: concienciar sobre la RAM, reforzar la vigilancia e investigación, reducir la incidencia de infecciones, optimizar el uso de medicamentos y promover inversiones sostenibles. Es muy importante que estos planes se traduzcan en acciones nacionales pues se necesitan planes operativos sectoriales que respalden los marcos estratégicos en el marco de una cooperación público-privada”, indicó Gallardo.

Entre las herramientas mencionadas por la OMSA, se encuentran iniciativas como ANIMUSE, para rastrear el uso de antimicrobianos. Gallardo también mostró el uso de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial y las vacunas autógenas para mejorar la detección temprana y la prevención de enfermedades. “Se comprobó que el uso de la inteligencia artificial puede mejorar la detección temprana de las enfermedades y disminuir el uso de antimicrobianos”.

Finalmente, la profesional enfatizó que la solución al problema de la RAM requiere “un comportamiento de cardumen, es decir, esfuerzos colectivos y coordinados entre sectores. Es importante priorizar acciones de mayor impacto y trabajar bajo el paraguas de “Una Salud”, promoviendo estrategias integradas que incluyan educación, sensibilización y monitoreo. Los esfuerzos individuales no bastan; tenemos que trabajar todos juntos por la resistencia a los antimicrobianos".