La industria chilena del salmón sigue ampliando el uso de tratamientos distintos a los farmacológicos. Foto: Kuntur Servicios Acuícolas.

Salmonicultura chilena refuerza estrategia conjunta para disminuir uso de fármacos

Chile: La industria chilena del salmón determinará indicadores que le permitirán reducir en 50% su uso de antibióticos y desarrollará un programa de optimización en la utilización de antiparasitarios.

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El primer gran acuerdo de la industria chilena del salmón en su conjunto con una ONG, en este caso Monterey Bay Aquarium (MBA), sigue cosechando frutos. Al respecto, Esteban Ramírez, gerente general de Intesal, cuenta a Salmonexpert que en la primera etapa se ha trabajado en recolectar información abierta en detalle sobre uso de antibióticos, para que la organización la analice transparentemente y se puedan entonces determinar de manera concreta los indicadores (KPI) que establecerán si se está avanzando o no hacia la meta propuesta: una reducción del 50% el consumo de estos fármacos en el 2025, en comparación al 2017. 

“Esto parece simple, pero no lo es, puesto que la comparación, para que sea válida, debe ser por ejemplo a ciclo cerrado y de ciclos comparables. Este hecho lleva a un procesamiento de datos más complejo que sólo mirar el consumo de antibióticos en el año, ya que, si bien esto sirve como un indicador de tendencia, no es una buena vía para identificar mejores prácticas”, admite el ejecutivo.

De acuerdo con Ramírez, este trabajo ya está terminado y se ha logrado analizar transparentemente la información de más del 97% de la biomasa de salmón producida en Chile. Así, MBA emitirá a fines de julio o agosto próximo un informe que incluirá la evaluación de uso de antibióticos en la industria nacional desde el 2017 al 2019, el cual estará disponible en una web del programa que será lanzada con ocasión de ese reporte. “Luego de este cierre, a la luz de los datos, comenzarán los análisis de causa que llevan a tener mayores o menores consumos, para traspasar así las mejores prácticas”.

Respecto del programa Seafood Watch de MBA y su medición estilo semáforo, Chile se encuentra en color rojo que significa Evitar consumir su salmón. “Nuestro objetivo es migrar a las posiciones que recomiendan su consumo, primero como Buena Alternativa y luego como Mejor Opción (verde).  Cuando se revisan los diez parámetros que determinan el ranking, nuestro país está muy cerca de ser una Buena Alternativa (amarillo), donde avanzar en la reducción de utilización de antibióticos y en el trabajo de optimización de uso de antiparasitarios, permitirá cumplir el objetivo”.

Esteban Ramírez, gerente general de Intesal. Foto: Archivo Salmonexpert.

Considerando este último aspecto, el gerente general de Intesal sostiene que, si bien la aparición de cierta resistencia a los antiparasitarios actuales pone una dificultad adicional, el surgimiento de nuevas alternativas como Lufenuron y Hexaflumuron han logrado controlar las cargas de Caligus en el salmón, mejorar la rotación de tratamientos y reducir el número de baños. “A esto se suman los esfuerzos para avanzar en alternativas no farmacológicas que, aunque están en etapas preliminares, sí abren nuevas posibilidades de control parasitario”.  

Pero eso no es todo, ya que a la fecha está en desarrollo un plan de monitoreo de impactos de los antiparasitarios, el que se espera pueda llevar a un programa de optimización, “que estamos elaborando desde Intesal, junto con la reducción de desinfectantes, donde estos dos últimos puntos son parte de iniciativas levantadas gracias al trabajo colaborativo con la Dirección de Intereses Marítimos y Medio Ambiente Acuático (Dirinmar) y su orientación”, revela el ejecutivo. 

Otro tema indirecto, pero que ayudará a la percepción acerca de la salmonicultura chilena, “trata de evaluar de mejor manera los nuevos sistemas para minimizar aún más los impactos en los fondos marinos, para lo cual esperamos pronto tener protocolos que hemos solicitado al Centro Incar. En mi opinión, todo lo que está haciendo la industria de manera decidida, desde el trabajo colaborativo como las innumerables iniciativas individuales en pro de una actividad más sustentable, de a poco serán reconocidas no sólo por el Seafood Watch, sino que por los clientes, las comunidades con las que compartimos el territorio y la sociedad en su conjunto”, asegura Ramírez.