Dosis de tiamulina podrían ser hasta 10 veces menores que florfenicol
Chile: Estos serían datos empíricos, pero son las empresas farmacéuticas las que deben realizar estudios con salmónidos para definir dosis y períodos de tratamiento y carencia, señala el Dr. Ruben Avendaño.
Una reciente investigación realizada por científicos de la línea “Salud animal en estadios de vida de agua dulce de salmónidos” del Centro Incar y de la Universidad Andrés Bello (Unab), analizó la susceptibilidad in vitro y CMI del antibiótico tiamulina frente a Tenacibaculum dicentrarchi.
Los resultados sugieren que el fármaco sería una alternativa viable al florfenicol, específicamente porque la tiamulina requiere concentraciones comparativamente más bajas para inhibir T. dicentrarchi, y además se necesitaría menos cantidad del antibiótico en el alimento para controlar brotes de la enfermedad.
“No se trata si la tiamulina es peor o mejor que el florfenicol”, aclara a Salmonexpert el Dr. Ruben Avendaño, uno de los autores del estudio, “de hecho, el florfenicol es una herramienta terapéutica esencial para la salmonicultura en Chile y su uso se enmarca en el cumplimiento de la normativa”.
Sin embargo, lo que el experto señala como importante son las cantidades empleadas en la actualidad, lo que plantea la incógnita de si el florfenicol podrá mantener su eficacia de campo en el futuro, siendo necesario también prevenir el riesgo de la liberación de residuos al medio ambiente acuático.
Bajo este escenario es que los autores del estudio decidieron estudiar la tiamulina, un antimicrobiano producido naturalmente por el basidiomiceto Pleurotus mutilis, el cual también es diterpénico semisintético derivado de la pleuromutilina que inhibe la síntesis de proteínas bacterianas uniéndose a la sub-unidad ribosomal 50S bacteriana.
“Además, la tiamulina es un antimicrobiano de uso exclusivo médico veterinario, al igual que el florfenicol, por lo que no se usa en terapia humana. También, está clasificado como "menos importante" por la OMS y hasta ahora no ha resultado en el desarrollo de resistencia bacteriana. Sin embargo, en Chile se encuentra registrado en el SAG sólo para su para administración en cerdos, pollos de engorde, pavos y aves de corral”, explica el Dr. Avendaño.
Dosis correcta
La investigación se realizó con 32 aislados chilenos y 17 de ellos presentaron un valor de MIC de 0,250 ug/mL, valores muy por debajo de los 2 ug/mL reportados para una población de 17 de 33 aislados de T. dicentrarchi sometidos a florfenicol.
A la luz de estos resultados, el experto del Centro Incar calcula que la dosis medicamentosa adecuada de tiamulina sería unas 10 veces menor que florfenicol.
“Si consideramos una relación farmacocinética/farmacodinámica (PK/PD) empírica que denota que para dosificar deberíamos considerar el valor de MIC multiplicado por 10, para tiamulina la dosis adecuada sería 2,5 mg/kg, mientras que para florfenicol 20 mg/kg, o sea casi 10 veces más de antimicrobiano”, declara Avendaño.
Lo que quedaría por evaluar ahora, de acuerdo con el científico, es que las empresas farmacéuticas que tienen registrada la tiamulina en el SAG realicen estudios con salmónidos, específicamente para cada una de las especies de salmónidos, para así poder definir dosis, períodos de tratamiento y carencia.
¿Estos resultados serían aplicables a otras especies de tenacibaculum? “Son estudios que requieren realizarse, por ejemplo, los resultados de la tiamulina con R. salmoninarum denotan valores cercanos a 11 ug/mL, concentración muy por sobre los 0,250 ug del 50% de la población de T. dicentrarchi analizada. Nosotros hemos realizados estudio con aislados de T. finnmarkense y los valores de MIC son también bajos. Nuestro estudio es el quinto o sexto para patógenos acuícolas, pero se están comenzando a realizar estudios con este antimicrobiano”, responde el investigador de la Unab.
En el caso de una infección conjunta con, por ejemplo, P. salmonis, ¿la tiamulina tendría efecto en ambos patógenos? “En una primera instancia realizamos los ensayos con P. salmonis, pero se incluyeron los controles que validen los resultados obtenidos, ya que en este tipo de estudio de laboratorio es imprescindible contar con las cepas bacterianas de referencia o también llamadas control de calidad que nos aseguren que todos los insumos y procedimientos han sido realizados de manera correcta y reproducible. Por otro lado, este tipo de estudios requiere de algunas premisas como tener el aislamiento de las bacterias causantes de los brotes y que sean recientes, en lo posible”, concluye Avendaño.