La langosta cultivada vive en el fondo del mar, pero sus larvas son pelágicas: se mueven libremente en la columna de agua. Foto: Erlend A. Lorentzen / Instituto de Investigaciones Marinas.

"Deltametrina es altamente tóxica para las larvas de langosta"

Noruega: Científicos afirman que los resultados para la deltametrina fueron sorprendentes, con una dosis mortal para larvas de langosta tras una hora de exposición, 800 veces más débil que la concentración en la que se baña el salmón.

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Cuando investigadores simularon tratamientos contra piojos de mar con deltametrina, la nube de sustancias químicas que pueden ser peligrosas para las larvas de langosta, se extendió de 5 a 15 kilómetros mientras se diluía.

Los hallazgos se han presentado en un nuevo artículo científico basado en un estudio de dos partes, de acuerdo con lo comunicado desde el Instituto Noruego de Investigación Marina (IMR). Los científicos documentaron cuán tóxicos son los pesticidas azametifos y deltametrina, contra los piojos de mar para las larvas de langosta en experimentos de laboratorio.

Posteriormente, utilizaron simulaciones de datos avanzados para estimar la propagación máxima de estos tratamientos de baño alrededor de los centros de cultivo que los habían utilizado en 2017 y 2018.

Ambos productos químicos fueron extremadamente tóxicos en dosis bajas

“Los agentes antiparasitarios azametifos y deltametrina son sumamente tóxicos para las larvas de langosta incluso en pequeñas concentraciones”, dice la científica marina de IMR Aoife Parsons.

“Los resultados para la deltametrina fueron particularmente sorprendentes, con una dosis mortal después de una hora de exposición, siendo 800 veces más débil que la concentración en la que se baña el salmón”, agrega.

Los investigadores consideran que una hora es un período corto de exposición. “La dosis efectiva, que es la dosis que paraliza las larvas en términos prácticos y conduce a su muerte, es 4.000 veces más débil que la dosis utilizada para tratar el salmón”, afirma Parsons.

Uso de azametifos y deltametrina ha bajado en Noruega - IMR

  • Los tratamientos de baño contra piojos de mar en salmón se agregan al agua. Ambos componentes fueron ampliamente utilizado en el período 2010-2015, cuando los piojos de mar desarrollaron resistencia a agentes utilizados anteriormente.
  • En 2019 se utilizaron 154 kg de azametifos y 10 kg de deltametrina en Noruega, lo que equivale a 38 y 56 tratamientos prescritos, respectivamente.
  • El uso de agentes está disminuyendo, en paralelo con el aumento de la sistemas antiparasitarios mecánicos y el uso de peces limpiadores. Estos enfoques no medicinales también tienen desventajas, “como un menor bienestar animal”, dicen desde IMR. Si su uso o disponibilidad fuera limitado, los agentes antiparasitarios podrían "regresar". En tales casos, los investigadores deben comprender cómo los diferentes tipos afectan la vida marina.

Simulación

“Nuevos métodos y computadoras cada vez más potentes permitieron a los investigadores ejecutar modelos avanzados para simular la propagación de sustancias químicas. Este tipo de herramientas también se utilizan para simular la propagación de piojos del salmón a lo largo de la costa. Se utilizan herramientas similares en la previsión meteorológica”, detallaron desde IMR.

“Los químicos se mezclan con el agua del mar. Eventualmente se diluyen tanto que apenas son perceptibles. Queríamos saber cuándo y a qué distancia de la fuente de emisión se produce”, explica Pål Næverlid Sævik, matemático de la IMR.

Los investigadores seleccionaron 23 centros de cultivo de peces que han utilizado uno de los dos agentes en el pasado. Luego, simularon la distribución de una dosis de tratamiento en cuatro momentos diferentes cada día.“Eso nos permite detectar variaciones en las corrientes y las condiciones de las mareas”, dice Sævik.

Se generaron mapas de todos los escenarios de emisiones: 28 simulaciones por centro de cultivo, o casi 800 en total.

Difusión de los agentes de baño variada

“Azametifos sólo se extiende a una distancia relativamente pequeña alrededor de los centros de cultivo. En las simulaciones, una pluma de la dosis que es peligrosa para las larvas de langosta podría desplazarse hasta 5 kilómetros, pero rara vez viajó más de 1 kilómetro”, expresaron los científicos.

“La deltametrina es peor. Las dosis peligrosas normalmente se desplazaban entre 5 y 15 kilómetros. En casos raros, el agente antipiojos de mar podía viajar de 20 a 30 kilómetros antes de que estuviera lo suficientemente diluido como para no representar ningún riesgo para las larvas de langosta”, sostiene Sævik.

La dilución es la clave

Hoy en día existen reglas sobre el uso de agentes de baño y distancias a áreas vulnerables, como los caladeros de camarón conocidos. Los investigadores han sacado algunas conclusiones nuevas de su estudio.

“Nuestras simulaciones muestran que el tiempo es mucho más importante que la distancia para la dilución de los agentes de baño. Para un wellboat, esto significa liberar los productos químicos gradualmente mientras el barco está en movimiento. En una jaula para salmones, es difícil liberar el agua utilizada para el tratamiento del baño de forma gradual, pero si fuera técnicamente posible, sería una gran ventaja”, indica Sævik.

Este nuevo estudio sobre deltametrina y azametifos es parte del esfuerzo del IMR para comprender el impacto de los pesticidas contra los piojos de mar en las especies de vida silvestre fuera de los centros de cultivo de peces.

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