Alerta disminución en la sensibilidad de Caligus a algunos antiparasitarios

Ayer, el IFOP realizó el taller de difusión convenio de desempeño 2023-2024 en donde se dieron a conocer los resultados de dos sus programas permanentes: “Evaluación y seguimiento de la situación sanitaria de peces silvestres en agua dulce y mar, 2023-2024” y “Determinación y vigilancia de la resistencia de Caligus rogercresseyi a antiparasitarios aplicados en la salmonicultura nacional, etapa VII, 2023-2024”.

Sobre este último, el encargado de dar a conocer los avances del programa en su más reciente etapa fue Jaiber Solano, investigador senior del IFOP, donde, a grandes rasgos, en base a cinco parámetros de susceptibilidad y bioensayos se determina finalmente si las poblaciones de piojos muestreadas son susceptibles, moderadamente susceptibles, o no susceptibles a los antiparasitarios evaluados.

Sobre las novedades de esta etapa el investigador dio a conocer que se comenzó el diseño piloto para conectividad de poblaciones de Caligus, la consolidación de bases de datos biológicos de poblaciones de Caligus y también se iniciaron los ensayos para validación de intervalos de confianza.

Desde el inicio del programa en 2017 se han realizado 81 muestreos, 216 bioensayos válidos y con muestras de 24 ACS. En esta etapa se incluyeron muestreos en 3 nuevas ACS, la 10A en la Región de Los Lagos y la 26B y 31A en la Región de Aysén.

Disminución de la susceptibilidad

De manera general, para azametifos, en esta etapa continúa la tendencia de años anteriores de una pérdida de sensibilidad de los piojos al antiparasitario. Evaluado bajo el concepto de EC50% (concentración necesaria del antiparasitario para afectar al 50% de los parásitos), el experto señaló que la variación de la EC50% en el tiempo es una pendiente positiva, no significativa, pero que de todas maneras muestra una tendencia a que en la actualidad se necesitan concentraciones más altas de azametifos, “lo que es una respuesta de la baja sensibilidad que hoy día están presentando los tratamientos”.

Para Deltametrina, el escenario es similar, a pesar de que su uso en la actualidad es bajo, tendencia que se ha hecho más evidente en las etapas VI y VII del presente programa.

Caso contrario es el de cipermetrina, donde se observa una leve diminución de los valores de EC50% en el tiempo que, según el experto del IFOP, puede deberse en respuesta a la disminución de la frecuencia del uso de este antiparasitario.

Resumiendo la información anterior en los perfiles de susceptibilidad (integración de 5 parámetros) para azametifos se observa el número perfiles susceptibles es solo un 9%, en contraste con un 32,8% de perfiles no susceptibles.

Deltametrina y cipermetrina muestran un 40% y 49,1% de perfiles susceptibles, respectivamente y un 26,1% y 7,3% de perfiles no susceptibles.

Tratamientos no farmacológicos

El programa también evalúa los perfiles de susceptibilidad y bioensayos para el peróxido de hidrógeno, Lyptus plus y agua dulce. Para el caso del primer tratamiento, Jaiber Solano expuso que se evidencia una tendencia generalizada estadísticamente significativa de una disminución importante de la eficacia del compuesto.

En el caso de Lyptus plus, los resultados de los bioensayos arrojaron que todavía existe una eficacia del compuesto sobre el parásito, mismo caso para el agua dulce.

A modo de conclusión, el investigador sostuvo que “existe un aumento de la EC50% en el tiempo para azametifós y deltametrina, no así para cipermetrina. Evidenciado de esta manera, el aumento en el tiempo de la proporción de perfiles resistentes para los dos primeros fármacos mencionados. Este escenario representa una oportunidad importante para ahondar la reversibilidad de la evolución de la resistencia”.

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