
El consumo de salmón durante el embarazo
El trabajo premiado ha sido realizado por un equipo de cuatro investigadores de la Universidad de Granada, liderado por Cruz Erika García. Dicho estudio analiza los beneficios saludables del consumo de salmón en mujeres embarazadas y en sus recién nacidos y forma parte, a su vez, del proyecto de investigación “The Salmon in Pregnancy Study” financiado por el VI Programa Marco de la Unión Europea.
Cruz Erika García dijo: “El premio me ayudará en el desarrollo de mi carrera investigadora para impulsar las ideas que quiero llevar a cabo y creer en que se pueden conseguir”.
El sitio español Aquahoy, informó que el premio de investigación INESMA cumple este año su IV edición, y otorga un aporte económico principal de 6.000 euros, y otro, de 3.000 euros para el segundo lugar.
El trabajo premiado lleva por título: “Evaluación del efecto del consumo de salmón sobre el estado de ácidos grasos omega-3, estrés oxidativo, sistema de defensa antioxidante y biomarcadores de inflamación y de homeostasis vascular durante el embarazo”.
De acuerdo a éste, en mujeres embarazadas, el aporte de ácidos grasos esenciales (omega-3 y omega-6), en cantidades adecuadas, es fundamental para el desarrollo de la placenta, del feto y, en último lugar, para el resultado exitoso del embarazo. Sin embargo, estos ácidos grasos también son susceptibles a la oxidación por radicales libres, lo que podría resultar en un aumento del estrés oxidativo.
Dada la importancia de estos ácidos grasos durante el embarazo, la dieta de las mujeres embarazadas se convierte en un factor relevante para el feto y su futuro. El salmón, es uno de los principales alimentos que contiene estos ácidos, y además aporta otros importantes nutrientes, como proteínas de gran calidad, vitaminas antioxidantes, minerales y oligoelementos.
A pesar de todos estos beneficios, el pescado puede acumular contaminantes en sus tejidos, que tienen la capacidad de afectar el desarrollo del feto. Así, como alternativa al salmón silvestre está el de cultivo, sin embargo, éste suele ser alimentado con harinas de origen animal, de tal forma que contendría más omega-6 que omega-3 y se perderían sus propiedades beneficiosas sobre el organismo.
Aquí es donde entra el proyecto “The Salmon in Pregnancy Study” (SiPS), que ha descrito por primera vez una investigación interventiva durante el embarazo, utilizando un salmón de cultivo, rico en ácidos grasos omega-3 de origen vegetal y mínimamente contaminado.
El consumo regular de este pescado por parte de mujeres embarazadas permitió aumentar, tanto en ellas como en sus recién nacidos, el nivel de ácidos grasos omega-3, sin embargo, aunque estas mujeres incrementaron su consumo de salmón a dos porciones semanales, no se afectó el nivel de estrés oxidativo en su organismo. Además, las defensas antioxidantes de las embarazadas y sus recién nacidos mejoraron en cuanto a los niveles de selenio y retinol, contenidos en el pescado.
En definitiva, el consumo de pescado rico en ácidos grasos omega-3 y con bajos niveles de contaminantes, como el salmón usado en este trabajo, ofrece una solución ideal para aumentar el consumo de estos productos durante el embarazo y mantener un buen estado de ácidos grasos omega-3, de gran importancia para el desarrollo adecuado del nuevo ser, sin afectar al equilibrio oxidativo o inflamatorio del organismo.