Salmonicultores magallánicos descartan efectos en Chile tras prohibición argentina
Chile: Carlos Odebret afirmó que la decisión de prohibir el cultivo de salmón en Tierra del Fuego, aparentemente está basada en la intensa campaña de organizaciones no gubernamentales, como Greenpeace.
El presidente de la Asociación de Salmonicultores de Magallanes, Carlos Odebret, descartó mayores repercusiones para el sector acuícola en la región luego que en Argentina se legislara en contra del desarrollo de cultivos de peces en Tierra del Fuego y advirtió que la industria en Chile tiene más de 30 años de experiencia y que no es igualable a lo que pasa al otro lado de la frontera.
Odebret, al evaluar la prohibición del desarrollo acuícola en Argentina, expresó que “actualmente, no hay cultivo de salmones en el canal Beagle, ni del lado chileno ni argentino. Se trata de una norma aprobada por la legislatura fueguina, que aplica específicamente en esa provincia”, de acuerdo con La Prensa Austral.
Luego afirmó que aparentemente la decisión está basada en la intensa campaña que organizaciones no gubernamentales, como Greenpeace, llevan hace al menos tres años en Argentina y Chile. “Con todo, no es posible igualar un país con el otro. Chile tiene más de 100 años desde la introducción del salmón, hace 35 años desde que el país impulsó la acuicultura en el sur y en los últimos 30 ha desarrollado toda una institucionalidad para la actividad y la ha fortalecido significativamente en los últimos 10 años. En Argentina, en tanto, no hay salmonicultura de gran escala ni tampoco una institucionalidad sólida como la nuestra”.
Consultado de qué manera esta decisión puede repercutir negativa o positivamente para el sector en Magallanes, recordó que la demanda mundial de salmón crece al ritmo del 5 a 7% anual. Se prevé que para el 2050 el mundo tendrá 9 mil millones de habitantes que necesitarán consumir proteínas y las principales pesquerías están en el límite de la explotación.
Agregó que el cultivo es la forma de alimentar esa población creciente con productos del mar sin afectar la biomasa existente. Estados Unidos, Japón, China, están impulsando el desarrollo de la actividad usando tecnologías para el cultivo oceánico o en recirculación en tierra, es decir, ven en la salmonicultura una oportunidad no como una amenaza.
“Nuestro país tiene un camino recorrido que nos da ventaja, sabemos cultivar, tenemos la tecnología, hemos aprendido de los errores y hemos sido capaces de crear reglas y certificaciones. Creo que esta medida en Argentina va en contra sentido de las oportunidades que ofrece el cultivo de salmón. Respecto a nuestro país, tengo confianza que después de tantos años de esfuerzo por mejorar y avanzar, no vamos a retroceder, pues se trata de una actividad que genera oportunidades a muchas personas: emprendedores, mujeres, inmigrantes, magallánicos”, afirmó Odebret.
Asimismo, reiteró que el salmón es el principal producto de exportación de la región y el segundo del país, considerando a 3.500 familias que están vinculadas a la actividad de manera directa en Magallanes, generando trabajo en zonas alejadas de los principales centros urbanos. “Creo que somos un país maduro que cuando algo está mal, se arregla y se crean normas para mejorar. No soy amigo de las medidas binarias, las cosas no son blanco o negro como algunos intentan instalar a través de campañas publicitarias”, recalcó el presidente de la Asociación de Salmonicultores de Magallanes.