Chileno cuenta cómo la salmonicultura escocesa se adapta a la pandemia

Jaime Santana es Médico Veterinario de la Universidad Católica de Temuco con un Diplomado en Gestión y Liderazgo Ejecutivo de la Universidad de Chile. Se inició como alumno en práctica en Marine Harvest Chile (hoy Mowi) durante el 2004, luego fue Veterinario de Terreno y en el 2012, lo ascendieron a Jefe de Salud de la salmonicultora. 

A fines del año 2015 asumió un nuevo desafío fuera de Mowi Chile: en Salmones Camanchaca como Gerente de Salud & Nutrición, cargo que desempeñó por tres años para posteriormente tomar la decisión de regresar a la ex Marine Harvest y mudarse con su familia a Reino Unido. 

“Mi posición en Mowi Escocia es gerente de Salud. Tengo a cargo actualmente un equipo de ocho veterinarios en terreno más un laboratorio de apoyo que nos da soporte técnico y diagnóstico”, da a conocer Santana a Salmonexpert.

¿Por qué decidió salir de Chile para continuar su carrera profesional en la salmonicultura?
Trabajar fuera de Chile fue algo que siempre quise hacer, el desafiarte fuera de tu zona de confort es una de las cosas que me motivó a tomar esta decisión acompañado por el apoyo incondicional de mi familia. Tuve varias oportunidades antes que, por diversos motivos, no se concretaron. Así que finalmente cuando tuve la oportunidad de volver a Mowi en Escocia, no tuve mucho que pensar. Adicionalmente, te puedo comentar que siempre están las ganas de aprender y aportar en un nuevo ambiente, con otras costumbres y conocimientos.

¿Cómo se está manejando la crisis del Covid-19 en Mowi Escocia, para el equilibrio entre resguardo de la salud de los trabajadores y de la producción? 
Primero que todo, el Gobierno ha otorgado el estatus de “trabajador clave" para el personal que trabaja en la industria del salmón o servicios de apoyo que necesitan salir y asegurar la producción de alimentos. Tenemos la responsabilidad de seguir produciendo alimentos para el país en estos tiempos difíciles. Esta declaración la considero muy importante dado que nos entrega los lineamientos para las medidas que hemos ido tomando como compañía. 

Nuestro propósito es mantener a nuestros colaboradores seguros y a nuestros peces saludables. La comunicación es una prioridad en todo momento entre los equipos de trabajo y con las visitas esenciales a los centros de cultivo. Para esto, los jefes de centro juegan un rol muy importante. Hemos puesto en marcha encuestas Covid-19 (para detección temprana de síntomas y personas que han estado en riesgo), cuarentenas para los que regresan del extranjero, turnos, reuniones no presenciales, distanciamiento social en las operaciones diarias, escalonar los horarios de entrada y de descanso para que las personas no se acumulen en los vestidores o áreas comunes, protocolos de limpieza y bioseguridad en áreas comunes, entre otras medidas.
  
¿Piensa que la industria del salmón es de los sectores más resilientes ante esta pandemia?
 Creo que como industria tenemos una tremenda capacidad de adaptarnos a los cambios y a las diferentes situaciones que hemos vivido. Los problemas nos golpean cada cierto tiempo en una industria que es dinámica, dependiente del medio ambiente en el que trabajamos, que es desafiante per se. Nos hemos reinventado muchas veces con excelentes resultados y aprendizajes de las crisis y hemos salido fortalecidos, desde mi perspectiva personal. Hoy en día bajo esta anormal situación, estamos aprendiendo una vez más a adaptarnos y a seguir adelante con nuestra actividad, más allá de los impedimentos y usando los avances tecnológicos a nuestro favor.

¿Cuáles son las diferencias entre la industria chilena del salmón y la escocesa?
Creo que no existen grandes diferencias, es más, la industria chilena no tiene nada que envidiar a otros países productores de salmón. A Chile se le ve con muy buenos ojos desde acá, se valoran los avances y la posición de Chile en los niveles de producción, resultados productivos y regulación. La producción y las prácticas son parecidas y apuntan al mismo objetivo: queremos una industria más sustentable, responsable con el entorno, basada en buenas prácticas y bienestar animal. Los desafíos sanitarios son levemente distintos por las diferentes enfermedades de los peces, pero el abordaje, prevención y control van en la misma línea.