Chilenos identifican bacterias potencialmente patógenas en microbiota de Caligus
Chile: De todas las bacterias identificadas, los investigadores chilenos encontraron un total de siete géneros, los cuales incluyen 30 especies potencialmente patógenas para los peces.
Algunos ectoparásitos marinos como Zeuxapta seriolae, Caligus lalandei y Lepeophtheirus salmonis han demostrado ser vectores de patógenos bacterianos para los peces de cultivo.
En Chile, se han hecho avances para dilucidar si esto mismo estaría ocurriendo o podría ocurrir entre salmones y Caligus rogercresseyi. Investigadores ya han identificado algunos patógenos como parte de la microbiota del piojo de mar.
Entre las bacterias potencialmente patógenas identificadas por distintas investigaciones se encuentran las del género Tenacibaculum sp., Vibrio sp., Aeromonas sp. y Dokdonia sp.
Con el objetivo de seguir profundizando en este tema, científicos del Centro Incar y la Universidad de Concepción (Udec) realizaron un estudio en donde recolectaron piojos de las tres regiones productivas y secuenciaron el gen 16S ARNr de las bacterias asociadas al parásito mediante la tecnología Oxford Nanopore Technology.
Los expertos muestrearon piojos de un total de siete centros de cultivo seleccionándolos en base a si los peces llevaban más de ocho meses de producción y priorizando los que tuvieran menos tratamientos antimicrobianos o antiparasitarios.
Tenacibaculum y Vibrio
De todas las bacterias identificadas, los investigadores encontraron un total de siete géneros, los cuales incluyen 30 especies potencialmente patógenas para los peces.
Estas especies incluyen: Vibrio sp., Tenacibaculum sp., Aliivibrio sp., Pseudoalteromonas sp., Moritella sp. Pseudomonas sp. y Acinetobacter sp.
“Los resultados evidencian patógenos bacterianos emergentes y prevalentes en la salmonicultura mundial. Entre ellos, se identificaron diferentes especies de Vibrio. La especie de Vibrio más predominante encontrada en C. rogercresseyi fue V. splenditus, que pertenece al clado Splendidus, una de las bacterias más predominantes en las especies de cultivo”, destacaron los científicos.
Esta bacteria ha sido identificada en centros de cultivo, afectando a truchas arcoíris y peces limpiadores, pero principalmente a otras especies marinas cultivables como el bacalao del Atlántico, el rodaballo, la lubina, entre otras.
En relación a las distintas zonas geográficas los autores informaron que el mayor número de ADN bacteriano se encontró en Los Lagos (hasta un 23,6%), seguido de Aysén (1,8%) y Magallanes (0,3%).
Los resultados de los especialistas también proponen que la microbiota de los piojos de mar puede albergar especies de Tenacibaculum como T. maritimum, T ovolyticum, T. discolor y T. dicentrarchi, sugiriendo incluso la presencia de Tenacibaculum gallaicum y T. soleae, que no han sido previamente reportadas en Chile.
“Según nuestros hallazgos, los piojos de mar emergen como un reservorio de enfermedades para los peces en la industria del salmón. Sin embargo, el papel de los mismos como vector de transmisión y su contribución en coinfecciones no está claro.
Se llevarán a cabo estudios futuros para identificar los factores de virulencia en la microbiota asociada a los piojos de mar y los genes putativos de resistencia a los antibióticos a nivel molecular”, concluyeron los científicos.
Lea el abstract del estudio “Nanopore sequencing evidenced the presence of fish bacterial pathogens in the sea louse (Caligus rogercresseyi) microbiota collected from distant salmon farms in Chile” aquí.