Escape MOWI: Informe de IFOP supone daño ambiental
Chile: Un documento preparado por el Instituto de Fomento Pesquero, detalla que los salmones fugados, por distintas razones, podrían generar efectos a corto, mediano y largo plazo al ecosistema marino, y en una escala espacial mediana a alta.
A los informes técnicos presentados antes la SMA sobre la condicion sanitaria y el contenido estomacal de los peces escapados del centro de cultivo Punta Redonda de MOWI Chile, en el marco del procedimiento sancionatorio contra la empresa, se suma un documento exhibido por el IFOP llamado “Efectos y consecuencias ambientales del escape de salmónidos ocurrido en el CES Punta redonda, isla Huar, durante julio de 2018”, donde se argumenta un posible daño ambiental.
Primero, según señala el informe del Instituto de Fomento Pesquero, y basado en la Resolución Exenta Nº 4821 26/10/2018 de Subpesca, solamente se lograron recapturar 38.286 salmones equivalentes al 5,54% del total de ejemplares fugados, inferior al 10% establecido por la ley, lo que muestra “alta incertidumbre sobre el estado actual de los individuos no recuperados”.
Bajo esta información y de acuerdo con una revisión bibliográfica de antecedentes generales sobre escapes a nivel mundial, el informe señala efectos de la fuga masiva de salmón Atlántico de MOWI Chile en el corto plazo (días o semanas transcurridas desde el escape) y en el mediano y largo plazo (meses o años transcurridos desde el escape).
Corto plazo
Asumiendo que una parte importante del remanente de los salmones habría muerto por distintas causas, se indica en el reporte que los daños de corto plazo provendrían principalmente del depósito masivo de fecas de lobo de mar que se pudieron alimentar de dichos individuos, “y de los ejemplares muertos en el fondo marino, lo que conllevaría a la incorporación de distintos elementos -específicamente fósforo, nitrógeno y antiparasitarios-, alterando el funcionamiento de las comunidades bentónicas y las características físicas y químicas del hábitat”, y también por “la depredación de peces nativos marinos y estuarinos”.
Largo plazo
Teniendo en consideración que el salmón Atlántico permanecería en las cercanías de las jaulas cuando escapa, de todos modos, posiblemente podría migrar fuera de su rango de distribución nativo produciendo efectos a largo plazo, plantea el informe.
“Los individuos sobrevivientes podrían continuar depredando peces e invertebrados en el ecosistema (…) y también desplazarse en la búsqueda de recursos y hábitats compatibles con los requerimientos ecológicos de los distintos estadios de su ciclo de vida”, aclara el escrito, donde además estos salmones fugados alcanzarían su madurez sexual y desovarían.
También, si es que no vuelven al mar después de desovar, estos peces escapados mueren en el río suponiendo “un aporte importante de nutrientes, especialmente fósforo y compuestos comtaminantes”, según el IFOP.
Sumado a lo anterior, el informe asegura que los estadios tempranos de salmón Atlántico en ríos “generarían efectos directos e indirectos sobre las especies nativas de peces”, como por ejemplo la peladilla (Aplochiton zebra), y podrían incrementar las poblaciones de trucha arcoíris. Consecuencias también se verían en el puye grande (Galaxias platei), “que ha disminuido un 99% su tamaño poblacional en el último siglo debido a la introducción de especies exóticas, especificamente, los salmónidos”.
Conclusión
Declarado por el reporte como “el tercer escape de salmónidos de mayor envergadura” en Chile, y aun cuando los antecedentes para determinar las consecuencias ambientales son escasos, el IFOP advierte que “es posible dilucidar ciertos efectos potenciales de este evento” de MOWI.
De esta manera, el documento entregado a la SMA concluye que “es posible presumir daño ambiental dentro de un corto período” y también “de mediano y largo plazo y en una escala espacial mediana a alta (ecosistemas estuarinos y dulceacuícolas)”, con algunos efectos de mayor complejidad para el ecosistema marino local.
Descargue el informe completo aquí.