Estrategias de producción de smolt en Chile

Oscar Garay KroghGerente de Farming de Salmones Magallanesogaray@salmonesmagallanes.cl

Publicado Última actualización

La fase de agua dulce de los peces anádromos como el salmón, es una de las más complejas en general, dado que es cuando el pez nace y debe desarrollarse en los ríos o lagos hasta que se produce una verdadera metamorfosis en su organismo y el pez se transforma estando adaptado para vivir en el mar. Esta etapa es la que se denomina esmoltificación.

La fase de agua dulce consta de distintas etapas como se aprecia en la siguiente tabla:

En el cultivo intensivo todas las etapas de la fase de agua dulce, desde el desove mismo, la incubación de las ovas, la primera alimentación, el alevinaje y la esmoltificación, incluso desde mucho antes con los reproductores, son etapas muy complejas e importantes para lograr un producto final de calidad (el smolt), dado que este tiene una influencia muy grande en la etapa de cultivo siguiente, que es la engorda en el mar, y puede determinar o influir en el éxito o fracaso de la producción.

Factores que influyen en la calidad de smolt

Entre la complejidad y diversidad de factores que influyen en la calidad del Smolt están los aspectos genéticos, el manejo de los reproductores, la nutrición, la calidad del agua, el estrés o estado de salud de los peces, la presencia de patógenos, entre otros.

Pero no podemos comenzar esta sección sin dar una definición de smolt, donde las más apropiadas serían:

• “Resultado de un gran número de procesos diferentes, que ocurren en agua dulce, y que traen como consecuencia, dramáticos cambios fisiológicos, morfológicos, funcionales y de comportamiento, con el objetivo de preparar y adaptar al pez a la vida en agua de mar.”

• “Verdadera metamorfosis o transformación de los salmones con el objetivo de ser apto para pasar de un medio hipoosmótico a uno hiperosmótico”.

Principales cambios en el Smolt

Este cambio o verdadera “metamorfosis” mencionada anteriormente, se aprecia en una serie de modificaciones físicas de los peces, las cuales comienzan desde unos meses antes que los peces estén listos para ser enviados al mar. Algunos autores sostienen que aproximadamente a los 10 gramos el pez toma la decisión de ser un S0 y comenzar el proceso, o sencillamente, esperar un tiempo y esmoltificar más tardíamente, como un S1. Eso es en la naturaleza, porque en cultivo, con la temperatura y fotoperiodo se puede manipular este proceso y hacer que los peces esmoltifiquen simultáneamente y que no se produzca ese comportamiento bimodal o de separación entre dos poblaciones.

Durante la esmoltificación el pez experimenta modificaciones externas e internas. Morfológicamente, cambia de color, la forma de su cuerpo, etc. Pero el cambio más importante es el que ocurre al interior, al prepararse para llegar al agua de mar, proceso que es denominado osmorregulación.

En agua dulce no hay muchos iones, pero en agua de mar existen en abundancia. Lo que el pez hace es tragar o tomar agua y excretar los iones y, en ese proceso, las enzimas juegan un rol muy importante. En este período, las hormonas luchan. En agua dulce la prolactina es la que actúa. La hormona del crecimiento es la que opera y con ello se producen cambios en el mucus. Hay numerosos cambios a nivel celular, ya que el pez está atravesando por una importante transformación.

En las tres especies que se cultivan en Chile, salmón Atlántico (Salmo salar), salmón coho (Oncorhynchus kisutch) y trucha arcoíris (O. mykiss), el proceso es similar, aunque en esta última es mucho más tenue y depende mucho del tamaño del pez. Y si bien es cierto, durante esta sección abordaremos aspectos diferenciales de las tres especies, nos centraremos fundamentalmente en el salmón Atlántico, dado que hoy en día, en particular en este último año, la producción de salmón coho y trucha arcoíris en nuestro país ha descendido radicalmente, en donde sólo el 30% de la producción corresponde a estas especies, siendo el salmón Atlántico, por lejos, la principal producción.

El salmón Atlántico necesita entre tres a diez semanas para cambiar de alevín a smolt y la ventana de esmoltificación es pequeña, en comparación con las otras especies. Ésta ventana debe establecerse con claridad, para evitar enviar al mar peces que aún no están preparados. La esmoltificación, dependiendo de la temperatura, dura entre una a cuatro semanas, lo que normalmente corresponde a 240- 250 grados día. La mayoría de los peces de mayor tamaño entran en esta ventana, antes que los más pequeños.

Los principales cambios que se puedenobservar en un smolt son los siguientes:

• Pérdida de manchas parr, apariencia plateada (depósito en las escamas de guanina e hipoxantina) y oscurecimiento de las aletas.

• Pez más largo y delgado.

• Agrandamiento de la vejiga natatoria.

• Aumento de células clorhídricas en las branquias.

• Baja la producción de orina.

• Cambian los pigmentos de la retina (mar es más azul).

• Se adopta comportamiento de cardumen

• Aumenta actividad de la glándula tiroides.

• Aumenta la producción de GH y de corticoides por la pituitaria y de TH por la tiroides.

• Comportamiento migratorio.

• Fácil pérdida de escamas.

Pero no solo existen cambios fisiológicos o fisicoquímicos, también los peces evidencian cambios de comportamiento que son indicadores muy claros que el proceso de esmoltificación ha comenzado. Entre los principales cambios de comportamiento entre el parr o alevín y el smolt tenemos los siguientes:

Comportamiento típico de un parr

• Permanece cerca del fondo.

• Agresivo. muerde las aletas.

• En cultivo algunas veces pueden ser territoriales, pero eso ocurre con mayor frecuencia cuando son salvajes.

• Orientados en contra de la corriente.

Comportamiento típico de un smolt

• Mayor presencia en la superficie. Nadando.

• Comportamiento de cardumen (en la naturaleza para evitar predadores).

• Pocas aletas mordidas.

• Orientados en la misma dirección de la corriente.

Cambios de comportamiento en el cultivo

• Comportamiento social puede fracasar si se tienen con alta densidad.

• El alimento no es un recurso escaso así que no compiten tanto por el.

• Pero agresividad persiste.

• Posición en el estanque.

• Orientado a la corriente o flujo.

Pero los cambios más significativos son los cambios internos, a nivel fisiológico, ya que el pez debe estar preparado para pasar de un ambiente hipoosmótico a uno hiperosmótico, o en otras palabras de un ambiente con muy poca sal en el agua a un ambiente salino, por lo que el pez debe mantener, en ambos ambientes, un equilibrio interno que se denomina técnicamente homeostasis. Vale decir, cuando está en agua dulce, debe deshacerse del exceso de agua del cuerpo y cuando está en el mar, debe ser capaz de retenerla y deshacerse del exceso de sales de su organismo.

Cambios fisiológicos

• Cambios conducentes a pre-adaptarlos a vivir en el mar.

• Son de origen endocrinos.

• Principal activador de hormonas es la pituitaria.

• Principales hormonas que jugarían un rol clave son: Hormona de crecimiento (GH), Tiroxina (TSH) y Cortisol (ACTH).

• Sus mayores efectos son sobre el crecimiento y el metabolismo de los peces.

Para una mayor comprensión, estudiaremos las hormonas más importantes para estos cambios fisiológicos. Ya que durante el proceso de esmoltificación hay un significativo incremento de la actividad endocrina. La actividad secretora del hipotálamo está regulado por ritmos endógenos y los factores ambientales que trabajan o se estimulan a través de los sentidos, es por eso que la temperatura y el fotoperiodo juegan un rol clave, como lo veremos más adelante. La liberación de hormonas del hipotálamo regula la secreción de hormonas de la glándula pituitaria (hipófisis), que controla además a otros órganos endocrinos o afecta directamente a los órganos de destino.

Entre las modificaciones hay modificaciones de excreción de las hormonas sexuales, la adrenalina / noradrenalina. En salmón coho hay hallazgos de un peak en la concentración plasmática de insulina a principios de su metamorfosis.

1.- Hormona del crecimiento

• Liberada a través de las células pituitarias.

• Actúa directamente sobre el hígado.

• Tiene efectos directos, rápidos y efectivos.

• Incrementa apetito de los peces.

• Aumenta pedúnculo caudal.

• Aumenta tamaño de los peces.

• Función anabólica: forma musculatura.

Esta hormona del crecimiento (GH) actúa directamente sobre el metabolismo de las grasas e indirectamente sobre el crecimiento de los peces, por lo tanto, como resultado se produce un incremento en el largo de los huesos, en la masa muscular y un aumento del alargamiento del cuerpo del pez, a la vez que hay pérdida de grasa, por lo que el pez toma su aspecto típico de Smolt con una reducción del factor de condición. Esto se explica de una manera más didáctica en la figura 3.

Hormona del crecimiento y osmoregulación

La GH tiene efectos directos sobre la morfología de la branquia, activa la bomba de iones para que esta pueda expulsar el exceso de sal del organismo, afecta las células de cloruros y ayuda en el proceso osmótico de la branquia.

2.- Tiroxina

• Es liberada desde las células tiroides.

• Incrementa la actividad metabólica.

• Altera el metabolismo de las grasas.

• T4 (Tiroxina) es la forma más activa y presente en los peces.

• Incrementa sus niveles durante la esmoltificación.

• Ayuda a la adaptación al agua de mar.

• Contribuye a alterar el factor de condición (baja).

3.- Cortisol

• Hormona del “stress”.

• Libera las grasas.

• Cambia los combustibles del cuerpo.

• Se incrementa al ingreso de los peces al agua de mar.

• Cortisol suprime la respuesta inmune.

• El ingreso a mar es un tiempo crítico desde el punto de vista de enfermedades.

El primer y más importante desafío que enfrentan todos los peces en el mar es evitar la deshidratación del cuerpo, como consecuencia de una pérdida pasiva de agua por osmosis a través de la piel y branquias. La única fuente de agua, para reponer el agua perdida en el mar, es beber agua salada excretando el exceso de iones a través de órganos especializados, principalmente, branquias y riñón.

Después de la transferencia, el salmón inmediatamente empezará a beber agua de mar a una tasa de 2,5 ml/kg/h, aumentando a cerca de 8,0 ml/kg/h en un pez totalmente adaptado (Kjartansson y col., 2011). Entonces, los iones y el agua son absorbidos en el intestino para reemplazar la pérdida pasiva de agua, mientras que el exceso de iones es excretado desde la sangre (bombeado hacia fuera), a través de células especializadas (células cloradas) en las branquias. El resultado final es una red de absorción de agua para reemplazar el agua pérdida. Por otro lado, el agua requerida por el pez también depende de una regulación estricta de la cantidad de agua que se pierde vía orina.

Mientras el salmón en agua dulce usa la producción de una gran cantidad de orina diluida como un medio para excretar un exceso de agua, el salmón en agua salada debe concentrar la orina tanto como sea posible (menos agua en la orina) antes de ser excretada. En el agua dulce, los peces producen 0,3 - 1,0 ml/100g/h mientras que el volumen, en agua de mar, se reduce a cerca de 0,03 ml/100g/h , aproximadamente el 5 % del volumen excretado en el agua dulce.( Kjartansson y col., 2011; Baldisserotto y Mancera, 2007; Folmar y Dickhoff , 1980 )

Iones más comunes en los peces

(iones = sales):

Sodio: Na+

Potasio: K+

Calcio: Ca++

Magnesio: Mg++

Estos iones son importantes para un normal

crecimiento (Figura 7 y 8).

En los smolt, al momento del traslado y durante los primeros días en el mar, se produce una crisis en la osmorregulación. Los salmones trasladados deben ser capaces de resistir los fuertes cambios de salinidad en un lapso corto de tiempo. Desde el primer día en el agua de mar se inician una gran cantidad de adaptaciones y se activan importantes mecanismos para la excreción de sales. (Baldisserotto y Mancera , 2007).

Funciones osmoregulatorias de los distintos órganos en agua dulce vs agua de mar

Distintos órganos del pez como las branquias, la piel, la lamela nasal, riñón, vejiga urinaria, estómago e intestinos, cumplen una importante función en el proceso osmoregulatorio de los smolt, tanto en el agua dulce, como cuando están en el agua de mar, como se aprecia en las figuras 10 y 11.

Estrategias de producción de smolt en salmónidos

Hasta antes de la crisis del virus de la Anemia Infecciosa del Salmon (ISAv, por sus siglas en inglés), la industria chilena producía las tres especies en forma muy parecida, obviamente, con ciertas diferencias en cuanto a las características propias de cada una de ellas, en especial el salmón coho, que tiene una ventana de esmoltificación mucho más estacionaría que las otras dos especies. Pero las tres se producían fundamentalmente en los lagos, con una pequeña parte de la producción, en particular de salmón Atlántico, que se producía en estanques en tierra, mayoritariamente flujo abierto.

Posterior a la crisis, se incrementó drásticamente la producción en tierra, en pisciculturas de recirculación o flujo abierto, para el salmón Atlántico, mientras que en los lagos, se concentró la producción de coho y gran parte de la trucha, aunque un porcentaje también se produce en estanques en tierra.

Principales manejos asociados a la etapa de esmoltificación

Vacunación

Una vacuna es una sustancia que contiene partículas virales o bacterianas muertas o inactivadas y que se administra a los peces sin enfermarles. En otras palabras, en lugar de ser un medicamento en sí, una vacuna funciona mediante la activación del propio sistema inmune de los peces, haciendo que sean más capaces de producir anticuerpos contra infecciones de bacterias o virus.

La vacunación en la etapa de esmoltificación es básicamente por inyección, la cual es común para las tres especies, pero en donde hay variaciones respecto a los antígenos o la protección contra las enfermedades que se realizan para una u otra especie. En el caso del salmón coho, Atlántico y trucha lo más relevante es la protección contra una enfermedad llamada Septicemia Rickettsial del Salmón (SRS), en general, la vacuna incorpora varios antígenos, dentro de los cuales los más importantes son el ISAv, el SRS y el Vibrio (Vibrio ordalii), pero la decisión final es de cada empresa contra qué enfermedades los quiere proteger. La tendencia es en el caso del salmón Atlántico es dar la mayor protección posible (hasta cinco componentes en una vacuna) y en el caso de la trucha y el coho, usualmente son dos.

Hay varios métodos para vacunar a los peces, en general, vacunas por inmersión, vacunación oral (adicionada en el alimento) e inyectable, e incluso dentro de estas últimas, el proceso se puede hacer en forma Manual o mediante máquinas automatizadas, las que tienen distintas necesidades en cuanto a equipamiento, costo y requerimientos de mano de obra, así también, entregarán resultados muy dispares. En consecuencia, es muy importante la participación del equipo veterinario para asegurarse que la elección de la vacuna y tipo de vacunación sean las correctas y que las instrucciones del fabricante sean cumplidas a cabalidad. Para todas las vacunas, es importante que los peces están en buenas condiciones y muestren un buen crecimiento antes que sean inoculados. Para el caso de la etapa de la que estamos hablando, se realiza solo vacunación inyectable. Los otros tipos de vacunas orales y por inmersión se realizan en las etapas previas, cuando los peces son más pequeños, o también en la etapa de agua de mar se puede dar un booster oral (en el alimento).

En general, vacunar en la época de esmoltificación no es recomendable, porque los peces están pasando por grandes cambios fisiológicos y hormonales. La vacunación dentro de este período puede conducir a resultados de vacunación menos eficaces e interferir con el crecimiento y la esmoltificación. Para salmones, se recomienda vacunar cuando las temperaturas son menores a 10 ?C y suficiente tiempo antes de que el proceso de esmoltificación comience. Lo de la temperatura no siempre o más bien casi nunca se puede cumplir, por lo que en la realidad los peces se vacunan con temperaturas bastante más altas. Lo que si se puede cumplir a cabalidad es vacunar los peces antes que comiencen su proceso de esmoltificación, o a más tardar cuando recién lo están iniciando, ya que además se debe cumplir un cierto período de carencia entre que se vacunan los peces y estos son expuestos en el mar a los diferentes patógenos. Generalmente, dependiendo del tipo de vacuna se habla de 600 grados días.

Para este manejo, se recomienda un peso mínimo de 35 gramos, además, los peces deben tener un tamaño que sea lo más homogéneo posible. Esto, para facilitar la selección de longitud y calibre (grosor) de la aguja, así como la dosis de vacuna. Además, los peces deben estar en ayuno por un tiempo, que garantice que su tracto digestivo estará libre de restos de alimento, período que puede variar entre 3 días a 24 horas dependiendo de la temperatura del agua, antes de la vacunación.

El punto de inyección recomendado para la administración de vacunas es la línea media del abdomen. La vacuna debe ser entregada en la cavidad abdominal (inyección intraperitoneal). La longitud de la aguja debe ser ajustada según el tamaño de los peces: la aguja debe traspasar la pared abdominal en 1 a 2 mm, ingresando en la cavidad abdominal sin dañar los órganos internos circundantes. Si la aguja es demasiado corta, puede depositar el producto en la musculatura o entre la musculatura y la cavidad abdominal. Vacunar en el lugar incorrecto puede conducir a una vacunación incompleta y a una pobre respuesta inmune, así como causar inflamación y una peor condición al llegar a cosecha. En el peor de los casos, puede causar la muerte.

Graduación

Otro manejo importante son las graduaciones, para separar a los peces por tamaño, a objeto que lleguen al mar lo más homogéneos posible. Estas graduaciones se dan en el caso del salmón Atlántico en la etapa anterior, cuando los peces son parr o alevines para reducir el estrés lo más posible en la etapa de esmoltificación o se hace junto con la vacunación, cuando el pez va a iniciar su proceso de esmoltificación propiamente tal. En el caso del salmón coho y la trucha arcoíris, generalmente se realiza una última graduación poco antes que los peces se trasladen al mar.

Como mencionamos anteriormente, el salmón coho tiene un período de salida bastante más acotado que el salmón Atlántico y la trucha, estos se ingresan al mar entre octubre a abril, siendo el mayor porcentaje trasladado en los meses de diciembre a febrero. En cambio, el salmón Atlántico y la trucha pueden ser trasladados durante todo el año, dependiendo de los distintos grupos que se manejen o acondicionen para ello, pero también presentan un leve peak o un mayor ingreso en los meses de primavera, en comparación con el resto de los meses del año.

Este manejo para sacar salmón Atlántico y/o trucha arcoíris durante todo el año comienza con el manejo de los desoves, de las temperaturas de incubación y con manejos de fotoperiodo, de los cuales todos ellos se realizan mucho antes de esta etapa, a excepción del fotoperiodo del cual hablaremos a continuación.

Métodos de graduación

Actualmente, este proceso se encuentra totalmente automatizado en casi el 100% de los centros o pisciculturas de agua dulce, se realiza mediante graduadoras de rieles o de rodillo. Existiendo varios modelos y marcas que son, en general, útiles para las tres especies. La elección del graduador debe basarse en la exactitud, rapidez y fluidez del proceso, simple de ajustar, fácil de usar, que el proceso sea lo menos estresante posible para el pez, seguro, larga vida útil y buena relación costo-beneficio. Idealmente que separe en 4 tamaños a los peces.

La graduación en si puede entregar información en cuanto al proceso de esmoltificación, en cuanto uno puede apreciar el factor de condición, o la relación peso-longitud del pez, pero muchas veces cuando se realiza, especialmente en el caso del salar, todavía no es relevante, ya que el proceso está iniciándose.

Biotecnologías asociadas a la esmoltificación

a.- Fotoperiodo

Para las especies salmonídeas, la modificación de la relación entre la duración del día y la noche (horas luz, horas de oscuridad) es el factor más importante para sincronizar modificaciones estacionales, como la maduración sexual, el crecimiento, esmoltificación y la migración.

La sincronización del fotoperiodo se produce enviando información acerca de los niveles de luz en el exterior o en la periferia de estructuras fotosensibles como la retina y la glándula pineal hacia el hipotálamo a través de la estimulación de oscuridad y luz que inhibe la liberación de la melatonina. Estos están induciendo las reacciones fisiológicas de las modificaciones de luz a través de la hipófisis.

La velocidad de crecimiento, capacidad de regulación hipo-osmótica y tendencia a la migración se ven como los procesos más sensibles de la manipulación del fotoperiodo entre los diferentes procesos envueltos en la esmoltificación, mientras que la capacidad de platearse de los peces se ve más independiente de esta estimulación.

Mediante la manipulación del fotoperiodo, el momento de la esmoltificación puede ser modificado, atrasado o acelerado. Un periodo de días cortos (“periodo de invierno”) antes de un incremento del periodo de horas luz diarias es necesario para sincronizar los diferentes procesos durante la esmoltificación. Normalmente en los sistemas de producción intensivo, los peces pasan por dos veranos (fotoperiodos largos) y un invierno (fotoperiodo corto). El primer verano es aplicado a peces en estado de alevín, enfocado principalmente a proveer un rápido crecimiento.

Una vez que alcanzan la talla deseada por el productor y de acuerdo con los tiempos de entrega a mar, los peces en estado parr son sometidos a la señal de invierno, con la cual se da inicio al proceso de esmoltificación. Posteriormente los peces son sometidos al segundo verano con el cual se desencadena la culminación de la etapa de esmoltificación: la ventana de esmoltificación, la cual se denomina así al intervalo de tiempo en el cual los peces pueden ser transferidos al mar teniendo una alta tasa de sobrevivencia y buen crecimiento La duración de esta ventana de esmoltificación depende de la temperatura del agua, de la “edad” de los peces y de la especie. La temperatura es un controlador de la velocidad de la esmoltificación y también coopera con la sincronización del fotoperiodo a través del control de la velocidad de la respuesta del fotoperiodo. Un incremento en la temperatura acelera el proceso de esmoltificación, pero también implica una rápida desmoltificación, ya que hace que la ventana de es esmoltificación sea más corta.

El incremento de la temperatura es mucho más estimulante, tanto desde el punto de vista fisiológico de la esmoltificación como del comportamiento migratorio de los peces, que mantener una temperatura constante. Especialmente para el salmón coho.

Estrategias de fotoperiodo en Chile

Lo más común es mantener a los alevines con 24 horas luz y de ahí someterlos a un invierno de 6 a 8 semanas (mínimo 4 semanas, dependiendo del peso de los alevines), con 8 a 10 horas luz como máximo, y posteriormente aplicar 24 horas luz. Los peces estarán esmoltificados a partir de la 4 o 5 semana de luz. Esto es fácil de hacer en pisciculturas. En Los lagos, se aplica luz, pero no se puede dar oscuridad artificial, por lo que se trabaja con fotoperiodo natural (que simula el invierno) y se les da luz para simular los días largos.

Ventana de esmoltificación

Como explicamos anteriormente, la ventana de esmoltificación puede ser bastante variable, dependiendo de la especie, de la temperatura, del tamaño de los peces, de la época del año en la cual se siembran, de la edad cronológica de los peces, el nivel de estrés de los mismos, etc.

Pero podemos hablar que la ventana de esmoltificación tiene una duración de aproximadamente 300 a 400 grados/día para el caso del salmón atlántico, dos meses para el caso del coho y para la trucha es mucho más indeterminado, el peso juega un papel mucho más relevante.

b.- Alimento y nutrición

Importancia de la nutrición

Una adecuada nutrición es muy importante para los salmones en todas las etapas de cultivo, pero en la esmoltificación su rol es mucho más relevante aún, ya que no solo debe asegurar un adecuado crecimiento de los peces, proveer la energía necesaria para sus actividades metabólicas y contribuir al estado de la salud del pez, sino que además asegurar el adecuado balance de proteínas, lípidos, vitaminas y minerales que contribuyan a que el pez enfrente de mejor manera los cambios fisiológicos y el estrés al que se verán sometidos.

Un nivel adecuado y equilibrado de minerales, por ejemplo, contribuirá a una menor incidencia de deformidades y protegerá de mejor manera al pez de las enfermedades. En general, peces bien alimentados, son una buena base para obtener buenos resultados productivos, tanto de crecimiento, supervivencia y eficiencia de conversión. Por esta razón, es conveniente alimentar los peces a saciedad y por ningún motivo restringir la alimentación, a menos que exista un manejo que amerite un periodo de ayuno, pero este debe ser lo más acotado posible, ya que al alimentar los peces adecuadamente y evitando la subalimentación se obtendrá:

- Un mayor crecimiento

- Mayor actividad ATPasa Na+, K+

- Mejor osmoregulación

- Mayor sobrevivencia post-traslado

Y así como es relevante mantener a los Smolt con una adecuada alimentación, también es relevante la composición de la dieta que se le entregue a los peces. En esta etapa tan crítica no solo se debe suministrar nutrientes de alto valor biológico y dietas de alta digestibilidad, también es conveniente suministrar en el alimento algunos componentes que ayuden al organismo del pez a prepararse para la ambientación al ambiente marino. Hoy en día, todas las empresas de alimento tienen dietas especiales para esta etapa de pre y post transferencia al mar que ayudan al pez a sobrellevar de mejor manera este shock osmótico al que se ven enfrentados al ingreso al mar, adicionándole algunos compuestos como la Betaína (que ayuda en la osmoregulación), inmunoestimulantes, pack vitamínicos adicionales e incluso sal, ya que esta ayuda en la actividad de la Na+-K+ ATPasa en las branquias.

En la etapa de agua dulce, tener altos niveles de proteínas en la dieta es fundamental, ya que las proteínas son el componente más importante para el crecimiento, formación de tejidos y proveer de energía al pez en esta etapa. Cuando se tiene deficiencia de proteínas, o más bien de los aminoácidos esenciales que la componen los efectos en el pez son los siguientes:

• Reducción en la ganancia de peso

• Menor eficiencia alimenticia

• Menor resistencia a enfermedades

• Posibles aparición de deformidades

Por ejemplo, una deficiencia del AA Triptófano incide en la aparición de escoliosis y una deficiencia de Metionina en la aparición de cataratas en los peces.

Y si bien mencionamos a la Proteína como un elemento fundamental, los ácidos grasos, especialmente los esenciales también son muy importantes en la nutrición del pez. Especialmente el omega 3, el cual tiene un comprobado rol antiinflamatorio, además de jugar un papel muy importante en el crecimiento.

Deficiencias de ácidos grasos esenciales:

• Menor crecimiento

• Despigmentación

• Erosión de aletas

• Miopatías cardiacas

• Infiltración de grasa hepática

Por supuesto que las vitaminas y minerales también son muy importantes en la dieta. Cada vez hay más estudios que demuestran que no solo las deficiencias de vitaminas pueden afectar el crecimiento y la condición sanitaria del pez, sino que minerales y especialmente microminerales ayudan en la síntesis proteica y en la creación de nuevos tejidos.

Estrategias de alimentación

El productor debe diseñar una adecuada política de alimentación, es decir, establecer de forma explícita, clara y precisa cual será la forma en que se alimentarán los peces y cuáles serán los instrumentos para controlar su ejecución. En este diseño de políticas o estrategias de alimentación se deben considerar al menos los siguientes factores:

• En que horarios se alimentará

• La forma de entrega del alimento

• Las frecuencias de la alimentación (raciones)

• Sistemas de control

• La cantidad a suministrar (empleará tabla o será a saciedad)

• La especie

En general, la recomendación es alimentar a saciedad a los cohos y salares y emplear tabla para las truchas, pero eso depende de distintos factores que cada empresa debe evaluar en su minuto. Hoy en día, en prácticamente todos los centros de esmoltificación, sean pisciculturas o lagos, se alimenta con alimentadores automáticos o semiautomáticos. Estos pueden ser de distintos tipos, centralizados o individuales estanque por estanque o balsa por balsa. En esta etapa de alimentación se recomienda entregar el alimento con la mayor frecuencia posible y en bajas dosis para asegurar que toda la población, con su inherente distribución modal, tenga acceso al alimento sin privilegiar a los grupos dominantes.

Factores que afectan la alimentación en los estanques:

• Tipo alimentación (manual-equipo), distribución, frecuencia, cantidad

• Luz

• Flujo de agua

• Pez (tamaño, especie, cepa)

• Calidad agua (T°, O2, CO2, pH, Salinidad, variaciones, etc.)

• Alimento (tamaño de la partícula, flotabilidad, sabor, etc.)

• Profundidad del estanque

c.- Genética

El desarrollo de las mejoras genéticas en salmónidos comenzó en conjunto con la domesticación de los peces, desde el comienzo de la industria, primero mejorando las características más obvias y visibles, como crecimiento y forma corporal, hasta después pasar a cosas algo más complejas, como la maduración. En los últimos años, la tendencia o el foco ha estado en el desarrollo de resistencia a enfermedades.

La evolución que ha tenido la genética en los salmones ha sido considerable, de pasar a selecciones meramente fenotípicas, vale decir lo que se veía del pez, hasta actualmente la utilización de marcadores moleculares que permiten seguir la pista a una característica específica del pez y ahorrar mucho tiempo en el desarrollo de las mejoras que se quieren obtener. Los programas de mejoramiento genético han permitido aumentar el retorno económico de las explotaciones agropecuarias. El objetivo del mejoramiento debe ser definido para cada especie y para cada población.

En general, todas aquellas características de importancia económica deberían estar incluidas en el objetivo de mejoramiento. Por esto, en salmones se incluyen caracteres relacionados con el crecimiento corporal, color y textura de la carne, así como también la resistencia genética a enfermedades de tipo viral y bacteriano (Gjedrem, 2000). Hasta el momento, los programas de mejoramiento genético han incluido la resistencia a enfermedades solamente en base a la información de parientes, lo cual afecta el grado de progreso genético realizable en cada generación. Lo anterior se debe a que la precisión con la cual se predicen los valores genéticos utilizando información familiar es menor comparada con la que se obtiene al utilizar la información de los propios candidatos a reproductores (Falconer y Mackay, 1996).

Además, la selección familiar no permite utilizar la variación del muestreo mendeliano y, al mismo tiempo, es complicado manejar las tasas de consanguinidad a niveles aceptables cuando el número de familias es relativamente bajo (Martínez, 2007).

Los marcadores de ADN son variaciones en la secuencia de esta molécula, que permiten la identificación de genotipos mediante ensayos de laboratorio. Estos marcadores han sido utilizados en la identificación de loci de efecto cuantitativo (QTL) en distintas especies, es decir, en la búsqueda de regiones genómicas que expliquen una proporción relativamente alta de la variación genética para una determinada característica.

La información de marcadores moleculares ligados a estos QTL y a genes de efecto mayor puede ser incluida en los programas de mejoramiento genético, en lo que se ha denominado selección asistida por marcadores (MAS) o genes (GAS). Estas metodologías pueden ser de gran utilidad en programas que incluyen caracteres complicados de medir en el propio candidato a la selección, como es el caso de la resistencia a enfermedades infecciosas (Meuwissen, 2003). Para poder implementar programas de MAS o GAS que incluyan la resistencia a enfermedades dentro del objetivo de mejoramiento, en primer lugar se deben conocer los factores genéticos que explican la variación cuantitativa para esta característica.

En los últimos años, se ha progresado en la disección del componente genético implicado en la respuesta del hospedero frente a ciertos patógenos, principalmente, utilizando modelos animales como pollo y ratón (Qureshi y col., 1999). En salmónidos existe reducida información sobre la arquitectura genética de la resistencia a enfermedades, pero es de esperar que, con el actual desarrollo y disponibilidad de recursos genómicos en estas especies y el mayor conocimiento sobre la biología de la respuesta inmune en teleósteos, se disponga en el futuro de mayores antecedentes sobre los QTL o genes involucrados en la variación del carácter.

Pese a todos los avances, no se ha focalizado el esfuerzo en mejorar el proceso de esmoltificación propiamente tal o en obtener un smolt más robusto mediante una mejora genética, es de esperar que en el futuro se haga, dada la importancia de la calidad del smolt para la etapa que le sigue, la engorda en el mar.

d.- Tamaño ingreso al mar de los peces

Si bien es cierto que si un pez está debidamente esmoltificado, independientemente de su tamaño, no tendría por qué tener algún problema de adaptación, en la práctica se ha visto que entre más grande es el smolt, su adaptación, nivel de tolerancia al estrés y capacidad de respuesta inmune es mejor. Por otra parte, si el pez es grande, significa que fue de los más grandes dentro del batch de origen y, por lo tanto, per se es un pez más robusto.

Es por esto que la tendencia es de ingresar peces más grandes al mar, alrededor de 200 gramos para la trucha, 140 gramos para el salmón Atlántico y 170 gramos para el salmón coho como promedio industria. Pero el ideal para la mayoría de los productores hoy en día, siempre y cuando tengan la disponibilidad de pisciculturas y sitios de lago, es sembrar con pesos cercanos a los 200 gramos en las tres especies. Y hay algunas empresas que están haciendo inversiones para sembrar peces, en el corto plazo, de 400 e incluso de 800 grs. Para así acortar los tiempos de cultivo en el mar, exponer los peces menor tiempo a patógenos como el SRS, asegurarse que estén lo suficientemente fuertes para que el caligus no los afecte tanto y disminuir al mínimo o eliminar la necesidad de dar tratamientos o emplear antibióticos en el periodo de cultivo.

Referencias

Baldisserotto, B. and Mancera J.M. .2007. Fish Osmoregulation. Science Publishers. 527 páginas.

Bilton, H.T., 1978. Returns of adult cono salmon in relation to mean size and time at release of juveniles. Fish. Mar. Serv. Tech. Rep. 832: 27pp.

Björnsson, B., Thorarensen, H., Hirano, T., Ogasawara, T., Kristinsson, J. 1989. Photoperiod and temperatura aff ect plasma growth hormone levels, growth, condition factor and hypoosmoregulatory ability of juvenile Atlantic salmon (Salmo salar) during parr-smolt transformation. Aquaculture. Volume 82, Issues 1-4. Pages 77-91.

Boeuf, G. 1993. Seawater adaptation strategies in salmonids. pp: 61-80 In: E. Kristensen, R. R. Haese and J. E. Kostka (Ed). Coastal and estuarine studies. American Geophysical Union. Washington, DC, USA.

Castro, E. 1992. II Taller Regional sobre Nutrición y Alimentación en Acuicultura Mazatlán, Sinaloa, México, 8–11 de diciembre.

Cech Jr, J.J., M. McEnroe and D.J. Randall. 2004. Coho salmon haematological, metabolic and acid-base changes during exercise and recovery in sea water. J. Fish Biol. 65: 1223-1232.

Folmar, L., and Dickhoff , W. 1980. The parr – smolt transformation (smoltification) and seawater adaptation in salmonids: A review of selected literature. Aquaculture. Volume 21, Issue 1. Pages 1-37.

Gjedrem, T. 2000. Genetic improvement of cold water fish species. Aquaculture Research 31, 25-33.

Kjartansson A., Våge K., Handeland, S., Stefansson, S. 2011. Growth and osmoregulation in Atlantic salmon (Salmo salar ) smolts in response to diff erent feeding frequencies and salinities. Aquaculture Research. Volume 42, Issue 4, pages 469–479.7.- Falconer DS, TFC Mackay. 1996. Introduction to Quantitative Genetics. 4th ed. Essex, UK.

Meuwissen THE. 2003. Genomic selection the future of marker-assisted selection and animal breeding. In: Marker-assisted selection: a fast track to increase genetic gain in plant and animal breeding? FAO, Rome, Italy.

Qureshi ST, E Skamene, D Malo. 1999. Comparative genomics and host resistance against infectious diseases. Emerging Infect Dis. 5, 36-47. Aprendiendo Acuicultura