Imagen referencial del proyecto. Foto: UDA.

Proyecto sobre sistema de acuaponía apuesta a la comercialización

Chile: La iniciativa fue financiada por los Fondos de Innovación para la Competitividad, FIC, del Gobierno Regional de Atacama y con el apoyo de la empresa Mantos Copper con su faena Mantoverde, y busca diversificar la matriz productiva de Chañaral.

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Por un año y medio se extendió la ejecución de la primera etapa del proyecto “Desarrollo de un sistema de cultivo mixto sustentable de peces y hortalizas utilizando agua de atrapa-niebla y energías limpias en sector Falda Verde, comuna de Chañaral – III región de Atacama”, el cual finalizó de manera exitosa, con resultados comprobados y con el desafío inmediato de darle continuidad a un plan de trabajo que se proyecta con ambiciones económicas y lograr situar en el mercado al producto estrella de este proyecto: las truchas.

Si bien las primeras etapas de este desafío se mostraron complejas, haciendo incluso dudar a muchos de la viabilidad del proyecto, hoy los resultados están a la vista, pues la cosecha de truchas fue positiva. Esto, porque los ejemplares traídos desde la Región de Valparaíso alcanzaran su peso y tamaño esperado, concretando también la reproducción de la especie, la que se mantuvo durante todos estos meses en piscinas abastecidas con agua de los sistemas atrapa-niebla que se ubican en las alturas de los cerros en el sector de Falda Verde en Chañaral.

Este proyecto que fue financiado por los Fondos de Innovación para la Competitividad, FIC, del Gobierno Regional de Atacama y con el apoyo de la empresa Mantos Copper con su faena Mantoverde, busca diversificar la matriz productiva de Chañaral y se hace único en el mundo en lograr el cultivo de peces y de hortalizas a través de agua obtenida de un sistema atrapa-nieblas. Como su nombre lo dice, se abastece de la niebla que se genera en el sector, su agua es conducida a través de mangueras y genera estos asombrosos resultados que hoy le dan luz verde a este proyecto para seguir con la segunda etapa.

Transferencia tecnológica

La Universidad de Atacama, a través del Centro Regional de Investigación y Desarrollo Sustentable de Atacama (Cridesat), logró poner en valor conceptos como transferencia tecnológica, optimización de recursos, trabajo en equipo, acuicultura, agua de nieblas, escasez, oportunidad y logros, todas palabras que hoy se hacen familiares en la comunidad de Chañaral y principalmente en las personas y organizaciones que están ligadas a Falda Verde y han visto en estos meses como el proyecto fue avanzando paso a paso hasta lograr los resultados que hoy se pueden apreciar.

Para Osvaldo Pavez, director del Cridesat de la Universidad de Atacama, “con este cierre de la primera etapa estamos abriendo una puerta muy importante para la comuna de Chañaral porque hemos visto que nuestra apuesta rindió sus frutos. La acuaponía es un proceso muy interesante donde sabemos que no muchos lo creían posible, pero gracias al trabajo de los investigadores y al apoyo de las organizaciones de atrapa-nieblas que funcionan en la zona y al tesón que le pusieron en sacar adelante este proyecto, hoy podemos decir que los resultados son positivos y tenemos más desafíos por delante”.

Este proyecto, que tuvo un costo de $210 millones, muestra resultados que podrían ser muy auspiciosos durante los próximos meses, ya que el interés por cultivar especies como las truchas, y el hacerlo con agua de atrapa-nieblas lo hace aún más cotizado por los consumidores. Si hoy se piensa en su comercialización, más adelante se podría ampliar el horizonte a la exportación del mismo a mercados de otros países.

Segunda etapa

Los desafíos están enfocados tanto en mantener la funcionalidad de la primera etapa, como también lograr estandarizar un sistema único de captación de agua dulce por atrapa-nieblas, para dar continuidad al cultivo productivo acuapónico de peces y hortalizas en el sector Falda Verde, lo que permitirá aportar con una estrategia para el desarrollo sustentable a la Provincia de Chañaral. Para lograr lo anterior, hay varios desafíos y entre ellos, mejorar el suministro energético para el cultivo por medio de energías renovables no convencionales, asegurando así el abastecimiento y disponibilidad de juveniles de trucha producidos en la Región de Atacama, y poner en análisis la capacidad real de productividad de truchas y hortalizas una vez que se implementen las nuevas medidas, con lo que se tendrá una idea más clara de cuánto es lo que se puede comercializar en una primera etapa.

Pablo Ávalos, jefe Técnico del proyecto, señala que en esta segunda etapa “es esencial implementar un sistema de generación de energía solar que permita mantener el sistema de bombas y el requerimiento energético del proyecto. Otro de los desafíos es ampliar la instalación de mallas atrapa-nieblas sumando 20 más, lo que permitirá aumentar la producción del caudal de agua”. Esta última implementación se podría realizar en los meses de enero y febrero del 2017, lo que permitiría en abril del mismo año iniciar con el nuevo stock de peces de cultivo.

Con la recirculación de las aguas, y el abono que las mismas truchas dejan en sus deposiciones se obtiene muy buen resultado en el cultivo de especies como el Aloe Vera, producto que también está siendo altamente cotizado por el mercado para la producción de productos cosméticos y alimentarios, lo que podría abrir una nueva ventana comercial para el proyecto de Falda Verde. Hoy se cultivan especies como acelgas, aloe vera y salicornia y podrían agregarse otros de hoja verde en los próximos meses.