¿Son eficientes las acciones sociales de la industria salmonicultora?
Chile: La gerente de Recursos Humanos y Asuntos Corporativos de Australis, Josefina Moreno, considera que hay poner el tema de la vinculación social como un pilar estratégico en el desarrollo de la industria salmonicultora.
Tomando en cuenta la pregunta hecha a nuestros lectores a través de redes sociales durante la semana pasada, “¿Son eficientes las acciones sociales realizadas por la industria salmonicultora?”, el 80% de quienes participaron respondieron que no, versus un 20% que respondió que sí.
Precisamente a fines de abril de este año, nueve empresas del sector firmaron un decálogo de trabajo en pos de mejorar los estándares sociales y ambientales con los que opera la industria salmonicultora, a través de una labor conjunta basado en un nuevo modelo de relación con la comunidad.
Una de las empresas participantes de esta iniciativa es Australis Seafoods. La gerente de Recursos Humanos y Asuntos Corporativos, Josefina Moreno, se explaya aquí acerca de la eficacia de estas acciones y de la relevancia que tienen en cuanto a generar espacios de vinculación.
¿Son eficientes las acciones sociales realizadas por la industria salmonicultora?
Creo que las acciones sociales nunca son 100% eficientes ni suficientes. Estas son dinámicas, cada cierto tiempo van surgiendo nuevos grupos, intereses y preocupaciones sociales y, en esa medida, tenemos que ser capaces de responder a tiempo y con la seriedad que se merecen todas las personas que interactúan con nuestra industria. Hay que trabajar duro para ser cada vez más proactivos y menos reactivos y poner el tema de la vinculación social como un pilar estratégico del desarrollo del sector.
¿Estas acciones incluyen un compromiso de largo plazo?
A mi juicio, las acciones de vinculación tienen que considerar el factor largo plazo si queremos que la relación sea real, de confianza y permanente. Vincularse significa conocer al otro, sus preocupaciones, sus proyecciones, cómo impacto yo en el otro y su grupo social y cómo podemos trabajar juntos en un futuro armónico. Eso solamente se logra con vinculaciones que van más allá de una acción puntual. La confianza y el respeto mutuo sólo se puede obtener con un trabajo a largo plazo.
¿Cómo se mide el impacto que estas acciones puedan tener?
El mejor indicador del impacto de estas acciones es cuán conectado o desconectado estás del medio donde te encuentras instalado. Y eso lo puedes ir midiendo según el número y nivel de relacionamiento que tienes, cuántos proyectos en conjunto has sacado adelante, cuántas reuniones de coordinación, de diálogo y trabajo has podido desarrollar, cuánto conocen tus vecinos y juntas de vecinos, por ejemplo, a tu empresa y lo que desarrolla. Esto último incluye tanto los riesgos como tus acciones para mitigarlos. En este sentido nos falta mucho aún.
¿Cómo se ha ido desarrollando el trabajo impulsado a través del decálogo de buenas prácticas?
Se ha ido avanzando como estaba programado, ya lograr ponernos de acuerdo en un decálogo es un hecho inédito. Cada una de las empresas tenía su punto de vista y fue gratificante poder llevar adelante un diálogo crítico y de confianza entre los que estábamos sentados en la mesa. De este trabajo, ya hay dos pilotos comunitarios conjuntos, uno en Calbuco y otro en Melinka, donde la diferencia es que se están llevando a cabo por un grupo de productores con un grupo de comunidades, no es una empresa, sino que es un desafío que tomamos todos.