Dueños de Australis Seafoods se querellan contra Isidoro Quiroga
Chile: La arremetida penal por presunta administración desleal, dirigida al ex controlador de la salmonicultora y su grupo cercano, se da en medio de las acusaciones por ocultamiento de información.
Según declaración pública emitida, la evidencia reunida y presentada en la querella del grupo chino Joyvio, dueño de Australis Seafoods, a través de los abogados Jorge Bofill y César Ramos, por administración desleal reiterada “es abrumadora y demuestra que Isidoro Quiroga Moreno, junto a sus hijos y a los ejecutivos de su círculo de hierro, urdieron un plan criminal con el cual delinquieron y dañaron seriamente el patrimonio de la compañía”, presuntamente ocultando información en la venta de la empresa.
“Quiroga Moreno fue director de Australis hasta octubre de 2020, es decir, se mantuvo en esa instancia clave de la compañía casi dos años después de haber comprometido la venta a un tercero. Y en esa posición de poder, actuó fraudulentamente en coordinación con sus hijos y sus ejecutivos más estrechos, algunos de los cuales se mantuvieron en la compañía por recomendación de Quiroga al nuevo controlador”, detallaron en la acción judicial.
Desde 2018, “Quiroga Moreno, junto con los restantes querellados -entre ellos dos de sus hijos que también eran directores de Australis- y el gerente general de la empresa en esa época, idearon y comenzaron a ejecutar un plan productivo de salmones con conocimiento de que su puesta en marcha violaría la normativa medioambiental, pues dicho plan preveía que, en cada uno de los Centros de Engorda de Salmones, la producción excedería largamente los volúmenes máximos permitidos por la autoridad medioambiental, exponiendo en consecuencia a Australis a sanciones por cada ciclo productivo y en cada una de las concesiones utilizadas”, explica César Ramos, socio de BES abogados.
Y dicho plan, perpetrado de acuerdo con la denuncia, en coordinación entre los querellados, “implicó la planificación, siembra y cosecha de salmones en 38 concesiones y 56 ciclos productivos, en los cuales el volumen de cosecha superó largamente lo autorizado”.
“Muchas de estas siembras fueron realizadas cuando el directorio era controlado por Isidoro Quiroga, mientras que otras fueron realizadas durante el tiempo en que Isidoro Quiroga permaneció como director y ya no como controlador. Durante ambos períodos Quiroga fue director de la compañía, por lo que es responsable de estas decisiones de siembra y cosecha que afectaron el patrimonio de Australis”, aseguraron.
Ramos afirma que “los hechos dan cuenta de un plan criminal con una reiteración sistemática del delito de administración desleal, lo que según la ley implica un aumento de las penas, por lo que los querellados arriesgan penas de cárcel entre 15 y 20 años”.
En el marco de ese gobierno corporativo controlado por Quiroga Moreno, éste llevó a cabo, apuntaron en la querella, “junto a su círculo de hierro la creación de un plan productivo completamente inédito en la compañía, con el propósito de mostrar un volumen de cosecha que permitiera incrementar el precio en la posible venta, con pleno conocimiento de que ello importaría graves y reiterados incumplimientos de la normativa medioambiental”.
“La querella por administración desleal se basa en que los querellados fueron parte de la administración de Australis, dentro del período febrero de 2019 y julio de 2022, tiempo en el cual, siendo directores y ejecutivos de la compañía, tomaron decisiones que la perjudicaron”, asegura César Ramos, socio de BES Abogados. “Isidoro Quiroga Moreno continuó en Australis hasta octubre de 2020, mientras que Santiago Garretón continuó siendo Gerente de Administración y Finanzas hasta septiembre de 2022”.
Y la ejecución del plan de sobreproducción, relatan en la querella, “supuso sucesivas decisiones de siembra y cosecha de los diferentes centros de engorda, las que al margen de constituir infracciones a la normativa medioambiental, fueron decisiones intencionalmente perjudiciales para Australis, por cuanto cada una de ellas hizo incurrir a la empresa en gastos innecesarios, exponiéndola a severas sanciones y multas, y a la obligación de compensar la producción excesiva con cargo a los máximos autorizados”.