Foto: Dr. Ruben Avendaño.

Tenacibaculosis: Una enfermedad emergente

Chile: El número de nuevos agentes bacterianos está aumentando y pueden transformarse en un desafío sanitario serio, a corto o mediano plazo. Recientes hallazgos indican que la distribución geográfica y la distribución del hospedador de T. dicentrarchi es más amplia que la previamente establecida y que esta bacteria puede tener impactos negativos en el cultivo de salmónidos en Chile, permitiendo reconocerla como causante de una enfermedad emergente.

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Actualmente, están descritas, al menos, 17 enfermedades de peces asociadas con bacterias que causan importantes pérdidas económicas en el cultivo de peces en el medio marino. No obstante, el número de agentes bacterianos asociados específicamente con enfermedades de peces continúa creciendo, incorporándose nuevas especies, como es el caso de bacterias filamentosas Tenacibaculum dicentrarchi o, incrementando su incidencia los patógenos existentes, como por ejemplo, Tenacibaculum maritimum.

La Tenacibaculosis marina es una enfermedad ulcerativa producida por la bacteria filamentosa Tenacibaculum maritimum (antes denominado Flexibacter maritimus). Los síntomas clínicos de la infección por T. maritimum a nivel externo han sido descritos en detalle por diferentes autores, destacándose erosiones en la superficie de los peces, particularmente, hemorragias en la mandíbula y degradación de los tejidos inter-radiales de las aletas caudal y marginal, así como la presencia de úlceras en la piel en diferentes zonas del cuerpo. En el hemisferio sur, T. maritimum ha sido identificado como patógeno en diversos cultivos de peces de Tasmania (Australia), incluyendo salmón Atlántico, trucha arcoíris, “greenback flounder”, trompeta rayada (Latris lineata), “yellow eye-mullet” (Aldrichetta forsteri) y besugo negro (Acanthopagrus butcheri). Otra área geográfica es Chile, en donde se ha sospechado que la bacteria causante de la Tenacibaculosis puede ser responsable de epizootias ocurridas en centros de cultivo de salmón Atlántico y turbot. Sin embargo, hasta la fecha no han sido obtenidos aislados de T. maritimum.

Sin embargo, a comienzos del año 2016 se describió T. dicentrarchi como agente de brotes graves de salmón Atlántico (Avendaño-Herrera y col. 2016), demostrando que el patógeno presenta una distribución geográfica mucho más amplia de lo estimado previamente. Es importante señalar que esta bacteria patógena sólo había sido descrita asociado con mortalidades en la dorada española (Dicentrarchus labrax L), motivo por el cual recibió su nombre taxonómico.

Ver nota relacionada: https://www.salmonexpert.cl/noticias/identifican-y-caracterizan-aislados-virulentos-de-tenacibaculum-dicentrarchi/

En Chile, los primeros brotes se remontan a octubre del año 2010, en donde se produjeron mortalidades de peces en un población de 1.200 salmones Atlántico (peso promedio de 25-30 g) criados cerca de Puerto Montt. Aunque la mortalidad acumulada alcanzó el 50-60%, sólo el 40% de los peces muertos mostró signos clínicos, tales como descomposición severa de la aleta caudal, aletas deshilachadas y, en ocasiones, daños en las branquias. Los peces se cultivaron en tanques de fibra de vidrio con una densidad de 15 kg / m3, en el agua sin tratar, y a 18 ±1 °C.

Esta misma instalación tuvo otro brote en octubre de 2014, afectando a una población de 1.000 salmones Atlántico (480-520 g) y los signos clínicos fueron similares a la epidemia del 2010, alcanzando una mortalidad acumulada de 60%. El análisis microbiológico de los tejidos de branquia y de aleta caudal de peces moribundos permitieron aislar colonias en cultivo puro, identificándose seis aislados bacterianos y que fueron caracterizados como T. dicentrarchi usando pruebas morfológicas, fisiológicas y bioquímicas. Todos los aislados han sido identificados como T. dicentrarchi a través de un estudio taxonómico polifásico, que incluyeron la secuenciación del gen 16S rRNA y tipificación multilocus de secuencias (MLST). De hecho, este último método reveló una estrecha relación del genotipo chileno con un tipo de cepa de T. dicentrarchi y con dos aislados del bacalao del Atlántico (Gadus morhua) obtenidos por investigadores noruegos.

Recientes estudios, realizados por el director del Laboratorio de Patología de Organismos Acuáticos y Biotecnología Acuícola, de la Facultad de Ciencias Biológicas, de la Universidad Andrés Bello, Dr. Ruben Avendaño-Herrera, con distintos aislados de este microorganismo generan una preocupación. “Todas las características de los aislados chilenos de T. dicentrarchi permiten reconocerlo como un causante de una enfermedad emergente”, aseguró el investigador.

Equipo de investigadores del Laboratorio de Patología de Organismos Acuáticos y Biotecnología Acuícola: Matías Poblete Morales, Rute Irgang, Diana Tapia-Cammas y Dr. Ruben Avendaño-Herrera.

“Esta categoría se otorga a la enfermedad que ha aparecido en la población acuícola en la última década siendo capaz de expandirse y que es causada por: a) un nuevo agente etiológico, b) nuevo hospedador de un patógeno conocido, c) nuevo serotipo o genogrupo de una especie descrita previamente y/o d) un patógeno conocido en una nueva área geográfica”, detalló Avendaño-Herrera.

Además, el potencial patogénico de los aislados recuperados de T. dicentrarchi ha sido confirmado usando la cepa chilena TdChD05. En Avendaño-Herrera y col. (2016) se desafió ejemplares de salmón Atlántico y trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss) durante una hora de inmersión con el patógeno, lo que resultó en tasas medias acumulativas de mortalidad de 65% y 93%, respectivamente. Además, los peces presentaron los signos clínicos similares a los observados en los brotes. Cabe destacar que aunque el desafió realizado en idénticas condiciones a las anteriores con salmón coho (Oncorhynchus kisutch) no provoco mortalidad ni signos clínicos de infección.

“Recientemente, hemos recibido información de casos ocurridos en esta especie y confirmado mediante un protocolo de PCR desarrollado en nuestro laboratorio y que ha sido sometido a evaluación en un artículo científico. Por lo tanto, esperamos prontamente poner a disposición de los laboratorios nacionales de este método y permita diagnosticar un mayor número de casos asociados con infecciones por T. dicentrarchi y mixtas con otros patógenos endémicos nacionales”, reveló el investigador.

No cabe duda que el gran problema de la industria salmonera nacional es Piscirickettsia salmonis, pero cada vez es más común observar lesiones externas en salmón Atlántico, específicamente, úlceras, descomposición severa de la aleta caudal, aletas deshilachadas y, en ocasiones, daños en el hocico y las branquias. Incluso, en casos severos lesiones en el cráneo de los ejemplares. Hasta ahora, se desconoce el impacto de este patógeno para la industria salmonera chilena, aunque los reportes del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura asociado a los diagnósticos del año 2014 indican diagnósticos de Tenacibaculum spp.

El Dr. Avendaño-Herrera, indicó que, de acuerdo con antecedentes de campo, están ocurriendo numerosos eventos de Tenacibaculosis por T. dicentrarchi, “lo que nos preocupa por las consecuencias que pueden provocar este grupo de microorganismos en especies como salmón Atlántico. Incluso, hemos identificado y caracterizado diversos aislados recuperados de especies marinas nativas, lo que esperamos prontamente sea confirmado por el mundo científico”.

Es importante señalar que el Dr. Avendaño-Herrera tiene una amplia experiencia en este grupo de patógenos y es considerado un experto mundial en la Tenacibaculosis. El conocimiento obtenido de su Tesis de Doctorado “Avances en el conocimiento del patógeno de peces Tenacibaculum maritimum: implicaciones en el diagnóstico y prevención de la enfermedad” permitió desarrollar la única vacuna para prevenir la Tenacibaculosis y que es comercializada por la empresa Hipra como Icthivac TM. Su aporte fue reconocido con el Premio Extraordinario de Doctorado, por la Universidad de Santiago de Compostela, reconocimiento a la mejor tesis de doctorado de la Facultad de Biología del año 2006.

Además, recientemente ha sido invitado a participar en un proyecto Internacional de Ministerio de Economía y Competitividad del Programa Estatal de I+D+i Orientada a los Retos de la Sociedad en España para estudiar nuevos aislados de Tenacibaculum maritimum, obtenidos de brotes en los cultivos de salmones, el cual es dirigido por la Dra. Beatriz Magariños y Dra. Alicia E. Toranzo de la Universidad de Santiago de Compostela. “El trabajo está estructurado desde un punto de vista multidisciplinar, integrando conocimientos de microbiología y biología molecular con el objeto de actualizar el conocimiento existente y avanzar en el conocimiento de sus mecanismos de virulencia con el fin de establecer y/o mejorar las medidas preventivas frente a las infecciones que causan importantes brotes de mortalidades con un impacto económico negativo en la acuicultura marina”, explicó el investigador.

En cuanto a T. dicentrarchi, el equipo de investigadores del Laboratorio de Patología de Organismos Acuáticos y Biotecnología Acuícola, se encuentran estudiando de manera muy profunda y cuentan con una colección de aislados que les permitirá conocer su diversidad, factores de virulencia y desarrollar medidas de prevención. Para ello, actualmente, se encuentran colaborando con investigadores de Francia y esperamos prontamente establecer colaboración con empresas salmonicultoras.