“Somos en principio contrarios a las restricciones absolutas contra la acuicultura”
Chile: “Nuestro enfoque siempre va a ser resguardar las áreas protegidas, sin embargo, la fuerza laboral -de la salmonicultura- no puede estar sin estabilidad”, afirmó el diputado Miguel Ángel Calisto.
El diputado Miguel Ángel Calisto conoce muy bien Aysén, la región que representa, y entrevista con Salmonexpert habla sobre el desarrollo que espera para la industria acuícola local y de las eventuales restricciones que se quiere imponer a las concesiones en áreas protegidas.
¿Cree que la salmonicultura puede crecer de manera sostenible en Aysén?
De eso no nos caben dudas. Todas las industrias tienen un impacto en el medioambiente, eso es algo sabido. Sin embargo, las industrias para ser competitivas a nivel internacional –que es el destino de la mayor parte de la producción de salmones- deben ser sustentable. Y se relaciona directamente al cumplimiento de obligaciones medioambientales, mayor fiscalización interoperativas desde los diferentes departamentos de las empresas, transicionar hacia modelos tecnológicos más eficientes y desarrollo de protocolos ecológicos.
De allí que nosotros defendimos esta actividad en la medida que pueda dar cumplimiento a las regulaciones en la materia y podamos desarrollar la economía aysenina de la mejor manera posible. Siempre velando por el desarrollo económico y social de su gente, pero preocupándonos en mejorar cada día por el respeto del medio ambiente.
¿Cómo puede la industria salmonicultora dejar más riqueza en la región?
Creemos que para que esta industria pueda desarrollar mayores riquezas para la región de Aysén, debe integrar armónicamente sus estructuras de desarrollo al desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas de la región.
Esto se da a razón de que son estas empresas que, en muchas ocasiones prestan servicios esenciales a las empresas salmonicultoras las que permiten que tanto la misma industria se desarrolle como que los habitantes de las localidades donde se instalan puedan alcanzan ese desarrollo.
Y esto es importante a tener en cuentas porque son las economías de escala que se pueden ir aplicando en la industria acuícola la que viene a dejar desarrollo en áreas de manera indirecta creando comunidades más cohesionadas con la producción y en desarrollo.
Por ello, es que estamos promoviendo que las riquezas se queden en la región, por estamos trabajando en un proyecto de ley busque obligar a las empresas a que tributen en la misma Región, sobre todo en regiones litorales.
¿Qué opina acerca de prohibir toda concesión acuícola en áreas protegidas, lo cual es buscado por el Gobierno?
Nuestro enfoque siempre va a ser proteger y resguardar las áreas protegidas, sin embargo, la fuerza laboral no puede estar sin estabilidad. Por eso, somos en principio, contrarios a las restricciones absolutas contra la acuicultura porque entendemos que en Aysén es una importante actividad económica, pues significan sobre el 10% de la empleabilidad en la región y cerca de un 40% del PIB regional al ser una actividad que sirve de base a otras actividades conexas a esta o que presta servicios a ella, y que por sus características son micro, pequeñas y medianas empresas.
Con todo, entendemos también que actualmente existen 3 autorizaciones al desarrollo de esta industria en áreas protegidas, de las 6 que existen en la región, pero estas tres deben mantenerse, cumpliendo todas las normativas ambientales y estableciendo todas las instancias de fiscalización necesarias para la ejecución de estas actividades.
En ese mismo contexto y dentro de la discusión de la ley SBAP, nosotros trabajamos y defendimos en una indicación que tenía por finalidad promover que se mantenga el desarrollo regulado de esta industria en las áreas silvestres protegidas por su propia importancia para la región de Aysén.
¿Tiene la salmonicultura el potencial de transformarse en una de las industrias más importantes para Aysén?
Por supuesto. La salmonicultura es una industria importantísima para Aysén, pero ello requiere que se piense en una industria para las décadas que vienen y, en nuestra opinión. Esto se logra aplicando nuevas tecnologías en el desarrollo y actividad misma, toda vez que actualmente es muy agresiva la irrupción de esta industria en nuevas localidades y las nuevas tecnologías reducirían ese impacto. Otro aspecto que considero esencial para esa transformación es lo relativo al trabajo con la comunidad y la integración de esta última en los procesos que lleva adelante las empresas.
No podemos pensar un modelo de desarrollo regional sin que esté incluida la comunidad en ella, puesto que ellos deben beneficiarse de las externalidades positivas de esta industria y dotar, por ejemplo a Raúl Marín Balmaceda, Melinka, Las Huichas, Puerto Aguirre, Puerto Chacabuco, Tortel, Cisnes, Gala, entre varias otras localidades se vean beneficiadas por la nueva industria acuícola.