Los desafíos afrontados por la industria ante la emergencia sanitaria
Chile: Nuevas dinámicas en transporte, en el traslado de trabajadores, o la implementación de estrictos protocolos de seguridad, entre otros, han marcado estos meses de crisis sanitaria para la salmonicultura.
Con la confirmación del primer caso de Covid-19 en nuestro país a principios de marzo, la preocupación por su expansión hacia distintas regiones y sus efectos en el ámbito sanitario y laboral, se tomó la agenda.
De esta forma, el establecimiento de protocolos sanitarios para los trabajadores de la industria del salmón, como así también la preocupación por el mantenimiento de los empleos, se convirtió en una prioridad tanto para empresarios, como para los sindicatos de trabajadores.
En esta línea, desde el gremio SalmonChile se levantó la campaña “Comprometidos con el Sur”, la cual agrupa a 73 empresas productoras y proveedoras de servicios de la industria del salmón, quienes crearon un Fondo Solidario que alcanza más de $1.800 millones para apoyar con insumos médicos y equipamiento crítico permanente a centros de salud y hospitales de las comunidades en las que trabaja la industria.
El director territorial de SalmonChile, Tomás Monge, entregó mayores detalles de cuáles han sido las principales problemáticas que la industria ha tenido que sortear en estos meses, las que se pueden revisar en detalle en la última edición de revista Salmonexpert.
¿Cuál consideran ha sido la principal problemática derivada de la emergencia sanitaria y cuáles han sido las acciones para resolverlas?
Han sido varios los desafíos y dificultades para abordar esta emergencia sanitaria, que hemos enfrentado gracias al importante apoyo de nuestros trabajadores y un importante trabajo colaborativo de prestadores de servicio y proveedores.
Por otra parte ha requerido un alto grado de coordinación y capacidad de diálogo con autoridades y comunidades locales, enfocadas en tomar acciones de prevención y control.
Algunas de esas medidas han sido la reducción de las cosechas, la flexibilización de turnos, implementación de protocolos, realización de controles de salud a los trabajadores, implementación de rutas marítimas para ingreso y salida de carga en Chiloé y, en el caso de Aysén, el traslado de personal que no es residente por vía marítima.
Para el caso de Chiloé, ¿cómo se ha ido coordinado la logística del transporte?
En un principio, solo se pudo operar por vías marítimas, a través de los puertos de Castro y Quellón, lo que sin duda ayudó mucho. Con la apertura de Chacao, la situación se normalizó en alguna medida, aunque todavía el ingreso es lento por los controles sanitarios para el ingreso a la isla, los cuales han cumplido su rol no exento de dificultades y que nosotros como industria hemos apoyado en su implementación.
De todas maneras se sigue manteniendo un alto flujo de operaciones por la vía marítima, lo que implica costos más altos, y mayores tiempos de transporte de carga.
Por último, para la región de Aysén, ¿cuál consideran que ha sido la principal problemática derivada de la emergencia sanitaria?
El temor por parte de los alcaldes y de la población local, por el ingreso de trabajadores y prestadores de servicio de otras regiones generó diferentes acciones que dificultaron el normal funcionamiento de la industria en la región.
Entendiendo y empatizando estas preocupaciones y para generar un protocolo de prevención, las empresas con actividad en esta zona firmaron un compromiso de trabajo en Aysén, el cual contiene diferentes puntos, siendo el principal el que establece que la entrada a la región solo será a través de vías marítimas.
Esto ha implicado un esfuerzo extra en logística y la adecuación a los sistemas de turnos de los trabajadores y prestadores de servicios, siendo necesario para dar la seguridad a las comunidades y las autoridades de que nuestra operación contaría con todos los estándares de prevención necesarios para evitar la propagación del covid-19.