“El actual boom de precios no es sostenible en el tiempo”
Chile: En entrevista con Salmonexpert, el presidente ejecutivo de Salmones Aysén, Pablo Baraona, se refirió a los principales aspectos que están influyendo en el desarrollo de la salmonicultura chilena: normativa, precios, competitividad y desafíos biológicos.
Pablo Baraona, presidente ejecutivo de Salmones Aysén, controla la empresa Salmones Aysén desde el 2007, y en 10 años, ha logrado expandirla 20 veces, luego de que en 2016 facturó alrededor de US$ 135 millones con una producción total cercana a las 26.000 toneladas.
En conversación con Salmonexpert, Baraona admitió que “lamentablemente, la regulación que se está implementando en Chile está llevando a que sea muy difícil expandirse, porque hay un techo productivo, estamos con un bozal en este momento. En 2017 mantendremos lo de 2016”. El empresario espera que el próximo Gobierno establezca los parámetros de desarrollo para la acuicultura nacional hacia el 2050.
¿La nueva regulación ayuda al mejor desarrollo salmonicultor chileno?
Los cambios no van en línea con un país que debería tener un futuro acuícola promisorio, por su amplia costa marítima y el conocimiento técnico que existe que es de los mejores en Latinoamérica. El que se restrinja tan fuertemente la producción, sin ningún estudio técnico previo, no va por la dirección correcta, no ayuda a que Chile se transforme en potencia alimentaria, más todavía si una de las razones es mantener precios de venta altos, lo que es una visión cortoplacista.
Pero empresarios como Víctor Hugo Puchi, quien es presidente de Aquachile, afirman que la autorregulación productiva no sirve…
La autoridad debe tener, por supuesto, reglas claras con ciertos parámetros ambientales y sanitarios. En eso estoy de acuerdo con Víctor Hugo Puchi. Lo que rechazo son las restricciones productivas, ya que las empresas deben contar con la libertad de expandirse o decrecer en volúmenes, no es el Estado el llamado a regular este tema para que no haya crisis financieras productos de bajas de precios. Las caídas y las alzas son normales en commodities en un país abierto al mundo, es cosa de mirar el cobre, que estuvo a más de US$ 4 la libra y a la fecha se encuentra en US$ 2,5 la libra.
¿El actual boom de precios del salmón chileno es sustentable en el tiempo?
Este boom de precios no es sustentable en el tiempo, porque vamos a comenzar a ver flaquezas en el consumo de salmón mundial y otros países están aumentando fuertemente su producción dado que Chile está con restricciones y quieren tomar ese espacio de liderazgo que está siendo dejado. El apetito se está expandiendo por este alimento, sobre todo en mercados como Brasil, EE.UU. y China, y ahora en Corea del Sur, Tailandia, Vietnam, Colombia, México y Rusia, que están entrando al negocio. Los valores de venta estarán altos, estimo, un año más.
¿Por qué Chile ha perdido su liderazgo en el sector?
Antes éramos líderes en costos de producción, hoy somos los colistas, no somos competitivos frente a contendores como Noruega, estamos US$ 1 más arriba que ellos. Lo preocupante es que se está empezando a producir salmón en otros países de mejor forma que en Chile, por ejemplo, en tierra en Canadá, en mar en Corea del Sur y en China, y las autoridades no aplican soluciones. El problema no es sanitario, se le está colocando ese apellido, pero en realidad es una restricción al crecimiento que nos dejará todavía más atrás a nivel mundial siendo que podríamos crecer.
¿Por qué afirma que el problema no es sanitario?
Después de todas las crisis que se han experimentado, hay protocolos tanto para virus como el ISA y para enfermedades como el SRS y, de hecho, en lo sanitario el 2016 ha sido de los mejores en los últimos 30 años con mortalidades bastante bajas. Pero lo que se quiere regular hoy es el volumen, la autoridad está interviniendo la producción para mantener los precios altos y eso es indebido, porque ese rol no es público, sino que privado.
Pero justamente, Chile es uno de los países que más utiliza antibióticos, por las enfermedades de los peces que se deben combatir. Ese es un problema sanitario…
Todos los productos chilenos se venden en más de 35 países cumpliendo sus reglamentaciones vigentes. Pero los salmonicultores, al ser conscientes del problema de abuso que ha existido con los antibióticos, reducimos su uso en torno al 50% en 2016, en comparación al 2015. Los llamados de atención de la autoridad y de los clientes hicieron carne en nosotros. Vamos por buen camino.
Actores como los bancos aseguran que las fusiones y adquisiciones en la industria nacional deben seguir, para un mejor control ambiental y sanitario ¿Cuál es su opinión al respecto?
La empresa más joven del sector, que somos nosotros, tiene una década. Pocos se están inscribiendo para carreras acuícolas en universidades. No se exportan vacunas porque no se permite armar granjas experimentales. Las concesiones en alta mar se demoran hasta seis años en otorgarse. Eso no me gusta para Chile. Deben emerger nuevos operadores, para que seamos una potencia.
No me agradan las consolidaciones al extremo de tener cuatro o cinco operadores, no es bueno para el país. Con esas condiciones, no habrá mayor innovación ni una competencia fuerte. Quisiera un Chile de US$ 10.000 millones en exportaciones acuícolas, no de US$ 3.500 millones.