Los investigadores de la ULagos ya caracterizaron y aislaron tres cepas bacterianas con actividad emulsificante en presencia de compuestos derivados del petróleo. Foto: Nicolás Vera.

Uso de bacterias extremófilas para degradar hidrocarburos nocivos en peces

Chile: Científicos de la Universidad de Los Lagos buscan utilizar bacterias como una bioherramienta para degradar moléculas hidrocarbonadas que podrían afectar la salud de los peces.

El origen de las moléculas hidrocarbonadas, que son compuestos tóxicos en los cuerpos de agua, se debe principalmente a derrames de tipo accidental y a la mala manipulación en diversas actividades antropogénicas (aceites lubricantes procesados, gasolina, parafina, derrames de petróleo, entre otros).

Es por eso que Nicolás Vera y Paulina Pradel, investigadores del Laboratorio de Microbiología Ambiental y Extremófilos de la Universidad de Los Lagos (ULagos), están realizando ensayos a microescala utilizando bacterias antárticas productoras de biomoléculas activas que permiten la degradación de hidrocarburos denominadas surfactantes, las cuales se caracterizan por su capacidad de reducir la tensión superficial de los hidrocarburos, contribuyendo al proceso de biodegradación.

“Estas moléculas hidrocarbonadas de lenta degradación alteran directamente los procesos biológicos ambientales. Todo este consorcio de compuestos nocivos sumado a la diferencia de densidad, permite que se mantengan en aguas superficiales, generando una barrera física que impide la entrada de luz solar y el intercambio de gases entre la fase agua-atmósfera, inhibiendo el crecimiento de algunas macro y microespecies acuáticas y la eliminación de algunos compuestos tóxicos volátiles provenientes del fondo marino”, explica Vera a Salmonexpert.

Respecto de su impacto en la salmonicultura, el experto señala que los peces podrían sufrir un deterioro de diversas funciones fisiológicas como la respiración, movimiento y reproducción, además del incremento de la probabilidad de mortalidad o mutaciones genéticas en huevos y larvas.

“Esto provocaría considerables pérdidas económicas en el sector de la salmonicultura y potenciales problemas de salud a causa de la toxicidad de los hidrocarburos que podrían encontrarse acumulados al interior de los peces, y finalmente detectándose una alteración organoléptica (olor y sabor en el producto final) en los alimentos provocando la retirada de la producción en el mercado”, expone el investigador.

Biorremediación

Licenciado Nicolás Vera. Foto: Nicolás Vera.

Sin embargo, los especialistas de la ULagos ya caracterizaron y aislaron tres cepas bacterianas con actividad emulsificante en presencia de compuestos derivados del petróleo.

Por lo mismo, la etapa final del proyecto busca aplicar estas biomoléculas (surfactantes) en terreno utilizando una matriz sólida para su encapsulación, utilizando un consorcio con aquellas cepas bacterianas que posean un mayor potencial de degradación de contaminantes hidrocarbonados.

“El propósito final es biorremediar estos contaminantes y/o disminuir su impacto generado en los ecosistemas acuáticos, los cuales podrían afectar directamente la salmonicultura y otras actividades acuícolas”, concluye Vera.