Vacuna oral encapsulada contra el virus ISA

La Anemia Infecciosa del Salmón (ISA) es una enfermedad sistémica causada por un ortomixovirus, que tiene un impacto económico significativo en la producción de salmón Atlántico (Salmo salar). Su agente etiológico es un virus de RNA perteneciente a la familia Ortomyxoviridae, y se le conoce como virus de la Anemia Infecciosa del Salmón (ISAv).

En la búsqueda y desarrollo de medidas efectivas de tratamientos profilácticos que permitan disminuir los efectos de ISA, el desarrollo de vacunas intraperitoneales (IP) a base de aceite que contiene el virus ISA inactivado, ha sido una de las principales estrategias utilizadas para evitar las pérdidas causadas por la enfermedad.

Según los autores del estudio “Protective oral vaccination against infectious Salmon Anaemia virus in Salmo Salar”, publicado en la revista científica “Fish & Shellfish Immunology”, actualmente existen varias vacunas contra ISA disponibles en el comercio, sin embargo, éstas se aplican a través de inyección, causando estrés en los peces y dejándolos susceptibles a otras enfermedades infecciosas, debido al proceso mismo de inyección y de la manipulación asociada. Además, son escasos los artículos científicos que describen el modo de acción y la eficacia de estas vacunas.

En este contexto, la empresa Centrovet en conjunto con la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile y la empresa norteamericana Advanced Bionutrition realizaron un estudio para evaluar in vivo formulaciones que contienen diferentes componentes de una vacuna oral recombinante contra un aislado chileno altamente virulento (HPR7b).

El estudio se realizó en las instalaciones de Centrovet (Santiago, Chile) con salmón Atlántico de un peso promedio de 40 g en estanques de 100 L y en grupos de 55 peces, a una densidad de 50 kg/m3. Los peces fueron alimentados ad libitum con la dieta Golden Activa 2,0 mm, de la empresa Biomar.

En tanto, la vacuna se desarrolló utilizando la tecnología de ADN recombinante en Saccharomyces cerevisiae. Los peces fueron alimentados con dieta que contenía la vacuna en una concentración final equivalente a 6 mg vacuna/pescado/día durante 10 días. Para el desafío experimental, se utilizó la cepa ISAv virulenta (cepa HPR7b) aislada de un brote ocurrido en un centro de cultivo en la región de Los Lagos.

Con relación a los resultados, el estudio demostró que la vacunación oral es capaz de proteger al salmón Atlántico contra el virus ISA de alta virulencia y que la vacunación oral también se correlaciona con la inducción de anticuerpos IgM específicos. “Esto último, si bien se ha descrito en un par de publicaciones anteriores de otros grupos de investigación noruegos, ninguno lo había demostrado utilizando una vacuna oral”, explicó el coautor y gerente de Investigación y Desarrollo Biológico de Centrovet, Jaime Tobar.

En cuanto a la eficacia, Tobar aseguró que, de acuerdo con los resultados de este estudio, se puede afirmar que las vacunas orales son similares en protección a una vacuna IP; cambiando la cinética de desarrollo de inmunidad, lo cual se estableció en 300 UTA para la vacuna oral y 600 UTA para la vacuna inyectable. “Esto tiene una alta correlación con la protección que estas vacunas otorgan, lo que hemos podido medir en algunos de los casos recientes de peces vacunados en el mar, que han sido desafiados con el virus ISA, explicó el investigador, puntualizando que la vacunación oral es una forma efectiva para controlar el ISA en mar, de la misma forma que lo son las vacunas inyectables.

En cuanto a las ventajas de esta vacuna respecto de las IP, el representante de Centrovet explicó que, en términos de costos, son productos equivalentes, sin embargo, la vacuna oral no requiere costos adicionales, tales como la aplicación del producto, y permite la aplicación de refuerzos continuos de la misma, a fin de mantener la inmunidad activa alta. “Parte de lo anterior también lo hemos publicado como grupo de investigación en la revista ‘Frontiers in Immunology’ del año pasado”, complementó el investigador.

En tanto, a juicio de Tobar, la gran ventaja de la vacunación oral es que permite extender la protección de las vacunas inyectables en forma efectiva hasta la cosecha del pez. ”Hemos visto que en la práctica las vacunas inyectables protegen contra todos los patógenos hasta las 1800-2000 UTAs, lo que corresponde a aproximadamente 700-800 gramos en Salmón Atlántico. Las vacunas orales permiten extender esta protección hasta llegar a los 5-6 kg”, especificó Tobar.

Asimismo, el investigador aseguró que la tecnología de suministro oral de esta vacuna facilita la aplicación del producto de una forma no invasiva y a lo largo del ciclo de cultivo del salmón, aún en situaciones donde, a pesar de necesitarse una protección activa contra el virus, la inyección no es una alternativa práctica.

“Las vacunas orales que hemos desarrollado para ISA, SRS, e IPN han demostrado en la práctica que la protección es similar a aquella de las vacunas inyectables. Combinando estas dos ventajas, las vacunas orales permiten proteger en forma efectiva hasta la cosecha. Además de ser una herramienta para controlar los brotes, también lo es para reducir en forma significativa para el uso de antibióticos, entregando valor adicional a la cadena de producción”, finalizó Tobar.

Puede revisar el abstract en inglés en el siguiente enlace.