Robbert Blonk explicó la evolución y actual investigación sobre edición de genes. Foto: Salmonexpert.

Hendrix presenta los avances y controversias sobre la edición genética en salmones

Chile: En el marco de las Fish Great Talks de Skretting, Robbert Blonk, de Hendrix, afirmó que la edición genética se usa en salmones no para que se reproduzcan rápidamente, sino que para mejorar su salud. 

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Ayer se realizó el segundo encuentro Fish Great Talks, parte del ciclo de charlas organizado por Skretting, denominado “Innovación en mejoramiento genético en salmón del atlántico: tecnologías actuales y futuras”, presentado por el director de I+D en Acuicultura de Hendrix Genetics Global y experto en genética acuícola, Robbert Blonk y el gerente general de Hendrix Genetics Chile, Rodrigo Torrijo.

Blonk explicó que el programa de Hendrix Genetics busca ser un negocio saludable “donde usamos la genética con un producto final en mente, no para que se reproduzca rápidamente sino que llegue al final, saludable, con menos impacto al ambiente y que contribuya a una cadena de valor de alto nivel, pensando lo que quieren los consumidores y productores”, para el cual se basan en cuatro fases.

Sobre dichas fases, el experto apuntó que la primera “es identificar y medir todo acorde al núcleo, medio ambiente y la tecnología avanzada que se solicita por parte del cliente. La segunda fase es agregar resultados comerciales y rendimientos esperados como los desafíos de salud que se enfrentarán. Porque el producto que debiéramos producir en la fase uno, debiera prosperar y desarrollarse de forma óptima en ambientes comerciales. Luego en la tercera fase, reconocemos nueva tecnología que deberá ser integrada, como metodologías y sistemas de recopilación de datos, mejorando aún más lo avanzado en las fases anteriores, con nuevas selecciones y resultados. En la fase cuatro, reconocemos que se debe conectar toda la data e información para desarrollar una nueva cadena e incluir un foco económico para lograr un correcto balance en los productos que estamos generando.”

Específicamente en Chile, este programa prueba su fase 2 a través de “Centinelas” en Aysén y Magallanes, en relación a su crecimiento, supervivencia, calidad de la carne u otros, donde de acuerdo con Blonk los resultados muestran “que en la región de Aysén se ven animales que producen 700 gramos más que el promedio y al ser comparados en su desempeño en la zona de la región de Magallanes, disminuyen considerablemente su peso, quedando incluso cinco de seis animales por debajo del promedio. Esto nos da evidencia de que debemos monitorear constantemente el factor de resistencia a diferentes entornos medioambientales, para ir seleccionando de mejor forma en una siguiente ocasión”.

Rodrigo Torrijo contestó las diversas dudas en la ronda final de preguntas. Foto: Salmonexpert.

Resistencia a enfermedades y controversias

Sobre la resistencia a enfermedades, el especialista afirmó que “debemos combatirla no sólo desde el punto de vista genético sino también desde la gestión. Las mejoras deberán ir de la mano de lo que llamamos selección balanceada: ya que estamos seleccionando animales para que tengan un rápido crecimiento, también estamos seleccionando animales que tienen baja madurez y más resistentes, por lo que se tiene que buscar un balance. También producimos animales más resistentes a algunas enfermedades, pero también irá en detrimento de su crecimiento y por eso hago énfasis en que como empresa de genética somos parte de la solución, pero no somos la única solución, necesitamos realmente buscar herramientas de manejo para reducir el impacto de las enfermedades. No obstante, es bastante claro que la genética realmente juega un rol fundamental en reducir tratamientos que mejorarán la supervivencia de los peces”.

En relación al desafío de patógenos para medir la supervivencia en relación al Caligus, BKD y otros patógenos, “combinamos la selección genómica con una población de entrenamiento y desde ahí seleccionamos candidatos, con un ejemplo específico en SRS donde vimos la tasa de supervivencia de un 20% a 90%, por lo que hay grandes diferencias genéticas que podemos utilizar para mejorar el producto que queremos llevar al mercado”, añadiendo que en el caso de SRS “podemos predecir un aumento de sobrevivencia de 10% en estas poblaciones y en piojo de mar una reducción de 5% a 8%, mientras que en BKD no podemos dar ningún rendimiento predictivo porque la investigación está en curso ya que es una enfermedad crónica y esperamos tener un producto el 2022”, detalló Blonk.

El doctor concluyó su presentación aclarando que para trabajar la edición de genes se debe hacer de una forma muy precisa, pero ¿cómo aplicar esto en la realidad? “Nosotros ya sabemos cuáles son los rasgos de interés comercial para la reproducción, todos son poligénicos y hay genes que aún no conocemos, por lo que hay que saber cuál gen editar, así que debemos enfocarnos en un solo gen que se determine por pocos genes. Sobre el efecto en el genoma, aún no sabemos eso y en relación a la controversia, probablemente tendremos que importar los rasgos que tienen que ver con bienestar y sustentabilidad y no solamente los de interés comercial, pero sabemos que tenemos que usar esta tecnología para asegurar una mejora equilibrada”.

Luego, en la ronda de preguntas, Torrijo reveló la diferencia entre la edición de genes y el GMO, recalcando que “en el GMO se le introduce material genético de otra especie. Existe por ejemplo un salmón transgénico, un salmón GMO, donde efectivamente lo que se hizo en su minuto fue introducirle genes de una especie tipo lenguado que toleraba muy bien las temperaturas muy frías y generaba la hormona del crecimiento en invierno, que es donde en los salmones se producen menos. Ese salmón transgénico tiene un gen que no es de la especie, a diferencia de un animal que tiene edición génica, en el cual alteras el material genético propio del individuo, cambiando algunas bases, pero no le introduces material genético de otra especie”.