"Los peces pueden tener buenas condiciones sanitarias pero malas condiciones fisiológicas"
Alemania: NIVA Chile ha desarrollado una evaluación de riesgo para smolts que puede ayudar a predecir el rendimiento de los mismos en mar.
NIVA Chile ha desarrollado un modelo que analiza las condiciones que enfrentan los peces durante la fase de agua dulce en sistemas de recirculación (RAS) o flujo continuo, incluidas la densidad, biomasa, calidad de agua y nivel de dióxido de carbono. Esto consiste en una evaluación de riesgo para smolts que puede ayudar a predecir el rendimiento de los mismos en mar.
Xavier Gutiérrez, gerente general de NIVA Chile, señaló en su exposición en la conferencia Aquaculture Europe, Berlín, que entre el 70-80% de los resultados productivos positivos obtenidos por los salmonicultores dependían de la calidad de los smolts.
Condición fisiológica
"Los peces pueden tener buenas condiciones sanitarias, pero malas condiciones fisiológicas, lo que lleva a más antibióticos en el agua", puntualizó Gutiérrez. En el resumen de la presentación, el científico explicó que la productividad del cultivo de salmón depende en gran medida del éxito de la adaptabilidad del smolt en el entorno del agua de mar después de la transferencia desde la fase de agua dulce, especialmente durante las primeras semanas después de la transferencia.
Según la comprensión actual, la calidad del agua subóptima y la condición fisiológica al final de la etapa de agua dulce, pueden alterar los rasgos fisiológicos claves del smolt (por ejemplo, osmoregulación), lo que puede ser un determinante crítico para el rendimiento adicional de los peces.
A pesar de que han habido avances en el bienestar de los smolts en la acuicultura en tierra, ha existido una falta de herramientas cuantitativas para evaluar el vínculo entre el bienestar de los peces y los rasgos fisiológicos con el rendimiento posterior del smolt en mar (por ejemplo, la tasa de alimentación y el crecimiento).
Parámetros de calidad del agua
Así, los investigadores de NIVA Chile y la Universidad de Tasmania analizaron los datos del programa de monitoreo fisiológico de smolt del salmón Atlántico de pisciculturas RAS y flujo abierto entre 2015-2018 en el sur de Chile. Un total de 23 lotes consecutivos de smolts fueron examinados entre tres y cinco días antes de que fueran transferidos al mar.
"Nuestro enfoque metodológico se basa en la integración de los parámetros clave de calidad de agua a escala de estanque, así como los parámetros fisiológicos sanguíneos y la concentración de metales en órganos objetivo", describieron los expertos.
“Estos parámetros se muestrearon a escala de estanque, con tres estanques para cada lote de smolts. Esta información de las pisciculturas se integró con el rendimiento de alimentación y supervivencia del smolt recientemente transferido durante la fase inicial de crecimiento en mar", agregaron.
Bajo rendimiento de alimentación
Los investigadores utilizaron cuatro tipos de componentes: información basada en granjas de agua dulce, calidad del agua, parámetros sanguíneos, cuantificación de metales pesados (bienestar de los peces), alimentación y rendimiento en mar, y aplicaron el análisis de componentes principales (PCA, por sus siglas en inglés) para llegar a sus conclusiones.
"Es importante destacar que confirmamos que los altos niveles de CO₂ en el agua pueden alterar el equilibrio ácido-base, aumentando el riesgo de hipercapnia, como se informó anteriormente", expusieron los investigadores.
"Esta condición fisiológica de smolt deteriorada se correlacionó con un pobre rendimiento de alimentación entre 2 y 4 semanas después de la transferencia al mar. Esto revela la gran importancia del CO₂ para el estado fisiológico del smolt y su rendimiento de alimentación inicial adicional en agua de mar ”.
Menos peces significa menos CO₂
"La baja densidad -20-30 kg/m³- es mejor para el bienestar porque hay menos CO₂", informó el gerente general de NIVA. "Más de 30 kg/m³ generalmente conduce a un peor rendimiento del agua de mar", sostuvo.
Los expertos añadieron que los resultados del estudio pueden servir como una guía para el proceso de toma de decisiones para identificar el riesgo de variables que afectan el bienestar y el rendimiento de los peces. Un productor, por ejemplo, podrá priorizar y mejorar aspectos de las condiciones de calidad del agua, lo que a su vez dará como resultado una mejor condición fisiológica de los peces y un mejor rendimiento de alimentación.
"Sin embargo, esta línea de investigación requiere un mayor tamaño de muestreo dentro de la samonicultura para desarrollar herramientas más ampliamente aplicables para la gestión de riesgos, desde un enfoque fisiológico", concluyeron.