Gobierno adquiere compromiso con importante proyecto para sector naviero

Durante el año pasado, el Gobierno del expresidente Sebastián Piñera presentó un proyecto de ley clave para la marina mercante: busca abrir el cabotaje marítimo chileno a naves extranjeras, con la mira puesta en “mejorar la competitividad en la industria y erradicar movimientos de carga ineficientes que se desarrollan en las costas y en los puertos del país”.

Luego, se materializaría otro cambio clave: se permitirá que el 15% de la tripulación de una nave en el país sea extranjera -como ocurre en otras industrias-, lo cual hasta hoy era prohibido. Solamente tratándose del Capitán y del Primer Oficial, continuará el requisito de nacionalidad chilena.

Por ello, Alejandro Pérez, director ejecutivo de Alianza Marítima de Chile, se reunió con el ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz, para solicitarle que retire el proyecto de ley del Congreso o que al menos, sea más participativo en cuanto a consultar la posición de diversos sectores con el fin de posteriormente, aplicar indicaciones a la iniciativa. 

“El Gobierno se comprometió a que este proyecto de ley será más participativo, pudiendo consultar la opinión de armadores, sindicatos, consumidores y expertos, entre otros actores, para formar así una iniciativa adecuada”, puntualiza Pérez. 

Alianza Marítima busca el trabajo de la dotaciones chilenas sea resguardado como lo indica la Ley de Navegación y por ende, “los trabajadores no pueden ser parte de la competencia del mercado para supuestamente bajar los precios finales del bien o producto al usuario. No queremos ser zona de sacrificio como lo había determinado el anterior Gobierno”.

De este modo, el director ejecutivo de la asociación expresa que “nadie le puede tener miedo a la competencia, pero deber ser en igualdad de condiciones y con reciprocidad”.

Según una presentación de la Autoridad del anterior Gobierno ante el Congreso, la apertura del cabotaje produciría una reducción de costos de transporte a las empresas y, en consecuencia, los consumidores de los bienes que utilizan la carga marítima como medio de transporte pagarían menores precios.

Además, las empresas se verían beneficiadas por las bajas en los costos asociados a la contratación de estos servicios, por mayor competencia y eficiencia logística. “El valor de los fletes dentro del país caería entre un 40% y un 55%. Los beneficios anuales para los usuarios de cabotaje podrían ir desde los US$ 300 millones hasta los US$ 432 millones”.