Las cinco alertas de Patagonia Wellboat frente a la apertura de cabotaje marítimo
Chile: Desde la firma advierten que el proyecto “perjudica severamente fuentes laborales, capacitación y crecimiento de los trabajadores chilenos de la industria armatorial, astilleros y proveedores”.
Finalmente, la discusión parlamentaria del proyecto de ley que abre el cabotaje marítimo en Chile a naves extranjeras, el cual es liderado por el actual Presidente Sebastián Piñera, pasó al período del próximo Gobierno de Gabriel Boric -que asumirá el 11 de marzo-, según informó a Salmonexpert el director de la Alianza Marítima, Alejandro Tenorio.
Ante esta iniciativa, la industria marítima nacional muestra su total rechazo, y el gerente general de Patagonia Wellboat, Mauricio Labra, afirma que es “inoportuna y carente de toda legitimación, ya que fue impulsada repentinamente y sin ningún tipo de consulta previa con los diferentes actores que participan directa e indirectamente de esta industria tales como trabajadores embarcados, astilleros, trabajadores portuarios, gremios de armadores, proveedores intermedios, pescadores artesanales y la Autoridad Marítima. Se trata de un proyecto infundado, arbitrario, sin sustento técnico, irracional, improvisado, que no responde a los intereses de Chile”.
De este modo, el ejecutivo entrega cinco alertas frente a la apertura del cabotaje marítimo en Chile. La primera es que “perjudica severamente las fuentes laborales, capacitación y crecimiento de los trabajadores chilenos de la industria armatorial, de astilleros y de los proveedores de ambas industrias. Una cosa es buscar opciones legales para mantener una marina mercante competitiva, pero otra muy diferente es destruirla como se puede apreciar con este proyecto”.
Luego, “promueve y facilita que empresas extranjeras subsidiadas compitan deslealmente con los trabajadores e industrias chilenas asociadas al cabotaje por tener ventajas competitivas artificiales en aspectos tributarios, laborales, financieros, que afectarán severamente la competitividad de las empresas chilenas en materia de provisión de servicios de conectividad, cabotaje, fabricación de naves, afectando con ello el empleo de fuentes laborales nacionales”, de acuerdo con Labra.
En tanto, el gerente general de Patagonia Wellboat acusa que “pone en jaque la soberanía y la seguridad del país, especialmente en nuestra zona sur austral en donde la conectividad e integración territoriales son elementos esenciales, permitiendo incluso que países limítrofes con pretensiones territoriales sobre Chile y con sistemas de cabotaje cerrados, puedan desarrollar una presencia comercial permanente en puntos estratégicos en donde ya ha habido o existen pretensiones pendientes relacionadas con reclamaciones de derechos soberanos”.
Por otro lado, el proyecto “desconoce abiertamente la realidad de fragmentación y conectividad territorial y de competencia, existentes desde el paralelo 41° al sur, pretende someter naves y personas extranjeras al servicio de la Armada de Chile para situaciones de guerra y de catástrofes nacionales. Abre nuestro cabotaje unilateral e indiscriminadamente al resto del mundo, incluyendo países limítrofes con sistemas de cabotaje cerrados como Argentina y Perú, sin exigir ningún tipo de concesión o tratamiento recíproco prestación a cambio, esto absolutamente contrario a la tendencia mundial que da cuenta que más del 80% de los países han adoptado sistemas de cabotaje cerrados o semi cerrados y que aquellos que los han abierto finalmente los han vuelto a cerrar dados los efectos indeseables de las políticas de apertura en materia laboral, de seguridad nacional, de competencia, tributaria, de fiscalización”.
Igualmente, indica el ejecutivo, “propone un régimen de cabotaje abierto que pugna abiertamente con normas constitucionales y de derecho internacional arrogándose falsa e improcedentemente la potestad de poder imponer normas laborales, tributarias y de otro tipo a empresas extranjeras.
“Nos asiste la convicción de que el objetivo, que debiera ser del Gobierno o del Estado de Chile, es cómo hacemos para atraer más tonelaje de naves de propietarios chilenos que hoy operan con bandera de conveniencia y así fomentar real y efectivamente el desarrollo de nuestra marina mercante y con ello el aumento significativo de plazas de trabajo para nuestros marinos mercantes y, no al revés como pretende este proyecto de minimizar nuestra marina mercante”, apunta Labra al respecto.