Carlos Odebret afirmó que las salmonicultoras que no operen centros deberían ser premiadas en vez de castigadas. Foto: Archivo Salmonexpert.

“Operar todos los centros de salmón es como un suicidio colectivo”

Chile: El consultor Carlos Odebret afirma que caducar concesiones por un año de no uso como pasa hoy aumenta el riesgo sanitario al tener peces que registrarían Caligus, SRS y otras enfermedades.

Publicado Última actualización

Recientemente, la Contraloría General de la República dictaminó que una concesión de salmón debe iniciar sus operaciones dentro del plazo de un año contado desde la entrega material de la misma, si no, cae en causal de caducidad -frente a lo que la industria nacional estima que están en riesgo un tercio de los centros de cultivo-, excepto que esté en descanso obligatorio.

Sobre esto, el socio consultor de Conecta SpA y exgerente general de SalmonChile, Carlos Odebret, afirma a Salmonexpert que “el riesgo de caducar concesiones por no operación es el resultado de la colisión de objetivos de dos regulaciones que se hicieron en tiempos distintos”.

¿Por qué la industria del salmón habla de la contradicción referente a que, por un lado, el sistema PRS busque mejoras sanitarias, pero la norma obligue a usar todas las concesiones para que no caduquen pasado un año sin utilizarlas?

Porque hace 30 años se esperaba que se usaran todas las concesiones para dinamizar la economía. Y si no las ocupaba el titular, el Gobierno podría entregárselas a otro que sí lo hiciera. Después del 2007, el enfoque regulatorio cambió y el objetivo de protección es disminuir el riesgo sanitario y ambiental a través de múltiples figuras regulatorias, como el PRS (Plan de Reducción de Siembras).

¿Qué riesgos sanitarios implica esta forma de caducidad de concesiones?

Básicamente, la caducidad de concesiones incentiva al titular a poner peces en un lugar donde no tenía previsto hacerlo. Además de ser antieconómico y un golpe a la productividad, va en contra del cuidado del medio ambiente al tener más puntos de operación y aumenta el riesgo sanitario de los vecinos al tener salmones que podrían registrar Caligus, SRS y otras enfermedades.

¿Cómo podría mejorarse esta regulación?

Alineando los incentivos, donde si estamos de acuerdo que el objetivo de los salmonicultores, las ONG y los representantes de la comunidad es cuidar el medio ambiente y evitar las mortalidades, las empresas que no operen centros deberían ser premiadas en vez de castigadas. No utilizar una concesión es una alternativa para distanciar estas unidades de cultivo, por ejemplo.

Además, las caducidades de centros de cultivo tenían sentido en los tiempos donde otros actores podrían utilizar un punto que no estaba siendo aprovechado, pero hoy el otorgamiento de nuevas concesiones de acuicultura está cerrado.

¿Es adecuado que ya no se permitan los planes de manejo, que daban un aire de dos años a las concesiones para no caducar si no eran usadas?

Los planes de manejo tienen mucha lógica, dado que buscan que los actores de una Agrupación de Concesiones puedan acordar medidas preventivas conjuntas para evitar que los peces se mueran, pues al fin y al cabo todos están en la misma piscina con agua que comparten.

El Plan de Manejo es un modelo de administración de bienes comunes para reducir el riesgo. Operar todos los centros es como un suicidio colectivo, es una invitación de la regulación a cumplir con la tragedia de los comunes, donde todos pierden.